Realeza
El príncipe Felipe diseñó su propio coche fúnebre
Se trata de un Land Rover Defender 130 Gun Bus, muy usado en las partidas de caza por la realeza y la aristocracia británicas.
Cuando hablaban de su sepelio, el príncipe Felipe solía decirle a la reina Isabel: “Solo ponme en el maletero de un Land Rover y llévame a Windsor”.
Intentaba dar a entender que no quería mucho alboroto para sus honras fúnebres y si bien las frases eran otra muestra de su irreverencia, parece que no hablaba en broma.
Según informó el Palacio de Buckingham, el cajón mortuorio del esposo de la reina recorrerá los ocho minutos de distancia entre el castillo de Windsor y la capilla de St. George en un Land Rover Defender 130 Gun Bus, un modelo de gran tamaño que él mismo mandó a modificar a su gusto y medida.
Según páginas especializadas como Cars and Drivers, este prototipo es uno de los favoritos de la familia real, los nobles y los millonarios del Reino Unido durante sus partidas de caza en sus extensas propiedades.
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Según el Daily Telegraph, hace muchos años, Felipe ordenó la adaptación de dos Land Rover, uno verde y uno negro, como coches mortuorios en colaboración con ingenieros del Royal Electrical and Mechanical Engineers, REME, un cuerpo del cual él era coronel en jefe y que se encarga del mantenimiento y reparación de los equipos del ejército del Reino Unido.
El duque de Edimburgo era un hombre de múltiples talentos e intereses y uno de ellos era el diseño, así que, como lo expresaron también voceros de palacio, tomó parte muy activa en las especificaciones de los Defender, que incluyeron detalles como chasis galvanizado, cuerpo trasero hecho a mano, luces led, molduras de roble francés y techo abierto, entre otras.
Los carros nunca han sido vistos en público y se han mantenido celosamente guardados en un lugar desconocido por varios años.
No se sabe cuál de los dos será usado, en todo caso, como lo reiteró el vocero real: “El Land Rover siempre hizo parte de los planes originales del sepelio aprobados por el príncipe”.
El Telegraph también informó que en febrero, cuando Felipe fue hospitalizado, los ingenieros del REME empezaron a trabajar para asegurarse de que los Land Rovers estuvieran listos en caso de una eventualidad.
La prensa local también cuenta que, en 2016, el príncipe le encargó a la casa Foleys Specialist Vehicles la adaptación de otro Defender 130 para usarlo en Sandringham House, una de las residencias reales. La firma explica que el pedido del príncipe implicó casi que la total reconstrucción del vehículo.
Hay quienes se preguntan si no será este el que se utilizará en las honras fúnebres, que tendrán lugar el próximo sábado 17 de abril.
Como quiera que sea, según lo manifestó un experto en automóviles de la realeza, “Felipe se pasó la vida en Land Rovers”, así que es perfectamente apropiado que sea uno de sus modelos el que lo llevé en su camino final hacia la tumba.
Se cree que el duque de Edimburgo fue dueño, alquiló o al menos manejó un auto de cada generación de la firma. De hecho, la prefirió desde los años 50, cuando aún no era no tan conocida ni desarrollada como hoy.
En los años 70, su lealtad a la casa se intensificó con el lanzamiento del Range Rover.
En su eterno recorrido por el mundo no fueron pocas las veces que él y la reina recibieran el saludo de las multitudes a bordo de uno de estos modelos.
En 2016, causó sensación el momento en que el consorte real iba al volante del jeep en que condujo al presidente Barack Obama, su esposa Michelle y la reina por los terrenos del castillo de Windsor. Ese auto era también un Land Rover.
De la marca era el auto en que se vio obligado a renunciar a conducir, a los 97 años, luego de sufrir un accidente en los alrededores de Sandringham.
Los planes para su muerte, conocidos con el código Operation Forth Bridge, datan de los años 60 e incluían una amplia participación del público.
Debido a la pandemia han sido modificados y lo más seguro es que solo asistan unos 30 miembros de la familia Windsor, aparte de los vistosos regimientos marciales que escoltarán los despojos mortales del que fue uno de los personajes definitivos de la realeza en el último siglo.