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El príncipe Harry contra el Reino Unido: esta es la feroz pelea que se libra en los tribunales
Son varias las demandas del hijo de Lady Di en su país natal. Los hechos que cuenta son reveladores.
El Tribunal Superior de Londres examina a partir del martes el procedimiento iniciado por el príncipe Harry para impugnar que Reino Unido haya dejado de ocuparse de forma sistemática de su seguridad cuando se encuentre en el país. El duque de Sussex, hijo menor del rey Carlos III, y su esposa Meghan, perdieron esta protección, pagada por el contribuyente británico, tras decidir alejarse de la familia real en 2020 e instalarse en Estados Unidos.
El recurso de Harry se refiere a la decisión adoptada por las autoridades en febrero de 2020 de conceder protección policial caso por caso al duque de Sussex. Al presentar el caso ante la audiencia, en la que el duque de Sussex estaba ausente, su abogada, Shaheed Fatima, estimó que una decisión “caso por caso, conlleva una incertidumbre excesiva” para el príncipe.
La letrada también destacó el impacto que un posible ataque al duque de Sussex podría tener en la reputación del Reino Unido, debido a “su estatus y a su posición dentro de la familia real”.
En la audiencia, el abogado del Ministerio del Interior, James Eadie, defendió la decisión del Ravec (organismo responsable de la seguridad de los miembros de la familia real y de las figuras públicas más importantes) de conceder al príncipe Enrique una protección “a medida” y “dependiendo del contexto” que rodeen sus viajes por el Reino Unido.
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Esta decisión resultó del “cambio de estatus que (el duque de Sussex) decidió realizar al convertirse en miembro sin función oficial de la familia real”, añadió el abogado. Hablar de seguridad “a medida” es sólo otra manera de describir “el incumplimiento (por parte del Ravec) de sus reglas”, replicó la abogada de Harry.
El resto de la audiencia, que está previsto que se alargue hasta el jueves, se desarrollará en gran medida a puerta cerrada, debido a la información confidencial de seguridad que aparecerá en el juicio.
El tribunal había rechazado en mayo una petición del príncipe Harry para pagar con sus propios fondos personales una protección policial cuando se encuentre en el Reino Unido. La cuestión de su seguridad volvió a estar en primer plano a mediados de mayo, cuando los paparazis siguieron en coche al príncipe y a su esposa en Nueva York.
El príncipe acusa a la prensa y a los paparazis de provocar el accidente automovilístico que costó la vida a su madre, Lady Diana, el 31 de agosto de 1997 en París. Harry también lidera una ofensiva legal en el Reino Unido contra la forma de actuar de varios tabloides hacia su persona.
Harry cree que su teléfono fue hackeado desde que era un adolescente, aunque el juicio se limita al cubrimiento que los medios del Mirror Group hicieron de él entre 1996 y 2010. Hace un tiempo, le dijo al juez que está tan convencido de ello, que si pierde el juicio sería una “injusticia”.
Cuando Andrew Green le hizo ver que no había presentado ninguna prueba de la interceptación de sus teléfonos, el duque de Sussex contestó que ello se debía a que los tabloides del Mirror Group usaron teléfonos desechables para ocultar la actividad de sus periodistas.
Harry asegura que el asedio de los reporteros fue tal, que desarrolló una fuerte paranoia, que lo hacía desconfiar de cualquier persona de su entorno. Así, renunció a muchos amigos, de quienes sospechaba que le daban información sobre él a los medios.
Hace poco, Harry y su esposa, Meghan Markle, denunciaron que fueron perseguidos por varios paparazi en una carrera que pudo terminar en una catástrofe. En la Corte recordó una experiencia similar que vivió al salir de un bar de Londres, antes de casarse con Markle.
Esa vez, el reportero solo lo estaba vigilando, no tomando fotos. Para evadir a la policía, hizo una abrupta reversa y arrancó a gran velocidad, lo que puso en peligro la vida de todos los que estaban en el punto en que tuvieron lugar los hechos.
Harry dijo, cuando testificó en la Corte por ese juicio, que el fondo es encontrar una vía para detener las muestras de odio y la intromisión en la vida de Meghan Markle. Quiso llevarlo a cabo, explicó, de una manera diferente, sin depender del modo en que lo hace la monarquía, cuyo lema siempre ha sido: “Nunca te quejes, nunca des explicaciones”.
*Con información de AFP.