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El príncipe Harry ‘le puso los cachos’ a Meghan Markle, biografía lo confirma
El nieto de la fallecida Isabel II tuvo una aventura que casi le cuesta su actual matrimonio.
Una de las maneras más cotidianas de poder conocer infidencias y detalles de la vida de la realeza es a través de las biografías que se escriben sobre sus miembros, en las que algunas veces ellos mismos participan sin dejar ningún rastro, como lo hizo la princesa Diana años antes de morir.
Sin embargo, hay otras que se realizan sin que los directamente implicados se den cuenta, revelando asuntos tan privados como una infidelidad, tal como acaba de publicar la periodista y biógrafa Angela Levin, en su libro ‘Harry: A Biography of a Prince’ (Harry: la biografía de un príncipe), donde no solo contó cómo el exroyal vivió la muerte de su madre y siempre quiso salirse de los cánones establecidos por la realeza, sino también la aventura premarital que habría tenido con una modelo cuando estaba concretando su matrimonio con la estadounidense Meghan Markle.
La joven que habría estado como tercera participante en la relación de los Sussex sería la modelo Sarah Ann Macklin, a quien Harry habría conocido en un evento social y allí habría nacido el amor a primera vista, de esos pasionales que son imposibles de evitar y que se convirtió, en este caso, en una aventura prohibida.
“Durante los primeros días de su relación con Meghan, Harry tenía citas con Macklin. Se conocieron en una fiesta privada, él tomó su número y la bombardeó con mensajes de texto, pero resultó ser solo una aventura”, declara Levin en la biografía recién publicada.
Se dice que este amorío estuvo a punto de cancelar el compromiso de la estadounidense con el príncipe, pero habría sido Harry el que eligió a su actual esposa por una razón muy específica, el estilo de vida de la modelo británica. Según la biografía, Macklin llevaba una rutina de fiestas, eventos y compromisos sociales que no congeniaban con la agenda filántropa y recatada del príncipe, haciéndole notar que la diferencia de edad y los gustos opuestos eran una señal latente de una relación que no tenía futuro, solo una química increíble en la cama.
Por eso Harry decidió quedarse con Markle y el resto es historia, pues si hay una relación que ha sido comidilla de los medios de todo el mundo es la de los duques de Sussex, hoy exiliados en Estados Unidos luego de tomar la decisión de renunciar a sus tratos y títulos de miembros reales oficiales de la familia real británica.
Esta decisión se tomó porque Harry no quería que su ahora esposa y madre de sus dos hijos, Archie y Lilibet, terminara como su madre, la princesa Diana, quien falleció en un accidente automovilístico a causa del acoso de los paparazis en París, cuando pretendía escapar de ellos junto a su actual novio, el médico pakistaní Jemima Khan, quien también murió en el mismo siniestro.
Esta historia se veía repetir, pues desde que Harry anunció oficialmente que tenía una relación sentimental con Meghan, de inmediato empezó el acoso de la prensa británica con ella, quien tenía el coctel perfecto para vender ejemplares: ser actriz y haber trabajado en una seria donde realizó desnudos, ser divorciada, tener raíces afro y ser totalmente diferente a cualquier miembro activo de la realeza británica.
Esto hizo que la acecharan en su residencia y adondequiera que fuera, le crearan historias ficticias, pagaran millones por una imagen de ella mal parqueada y hasta incitaran a otros miembros de la familia real para que arremetieran contra ella, como los ahora príncipes de Gales, el príncipe William y su esposa Kate Middleton, quienes nunca soltaron una sola palabra mala sobre Markle ante la prensa, pero sí tomaron distancia dejando claro que tampoco la apoyaban.
Por eso hoy Harry y Meghan viven de “ermitaños” en Estados Unidos, específicamente en California, donde combinan su vida de celebridades internacionales con la de una pareja común y corriente, que tal como lo ha confesado Markle en su pódcast Archetypes, tienen que correr en las mañanas para hacer desayunos, despachar a Archie a la escuela, cuidar de Lilibet y finalmente alistarse para volver a ser un rostro de talla mundial.
Por el momento, ni Harry ni Meghan han respondido a las afirmaciones de la biografía de Levin, pero lo seguro es que en cualquier oportunidad alguien los pondrá contra la pared y ellos hablarán, como cuando le confesaron todo su drama a Oprah Winfrey.