Realeza
El principito George cumple 10 años y su madre, Kate Middleton, se los celebra con una torta muy especial
El futuro rey del Reino Unido nació el 22 de julio de 2013, tras días de expectativa mundial por su llegada al mundo.
Diez años han pasado desde que el nacimiento de George paralizara los cierres de las redacciones de todo el globo, que no querían lanzar sus ediciones sin registrar a tiempo la noticia del nacimiento de un nuevo futuro rey de Inglaterra.
Ahora, ese bebé que causó tal conmoción mundial, es todo un pequeño english gentleman, aunque todavía objeto de los mimos de su madre, Kate Middleton, quien este viernes, en la víspera de su cumpleaños, estará despierta hasta tarde preparando los detalles para el décimo cumpleaños de su primogénito este sábado 22 de julio.
Se sabe que será así porque la propia esposa del príncipe William, príncipe de Gales, lo ha contado públicamente.
“Me encanta hacer el pastel. Se ha convertido en una tradición que me quede despierta hasta la medianoche, con cantidades ridículas de masa y glaseado encima, y haciendo muchas cosas más. Pero me encanta”, reveló la princesa de Gales durante el programa A Berry Royal Christmas en 2019.
Otra tradición que Kate inició con George y ha seguido con sus otros dos hijos, los príncipes Charlotte y Louis, es la de tomar ella misma las fotos de ellos en su cumpleaños, imágenes que la casa real difunde con retratos oficiales en esa fecha.
Este año, se espera que no sea la excepción y dado que se trata de la celebración de la primera década de vida de su hijo, en quien la monarquía tiene puestas sus esperanzas de continuidad.
El príncipe se ha vuelto cada vez más visible en los últimos tiempos de la realeza, dado que, en sus primeros años, sus apariciones en público eran muy espaciadas, porque los príncipes querían que tuviera una infancia lejos de los focos de la prensa.
Sin embargo, sus padres saben que están criando al futuro rey del trono más prestigioso del mundo, de modo que velar por George es definido por los expertos como un “verdadero acto de equilibrismo”, en palabras de una fuente allegada a la familia de Gales.
“William y Kate hacen lo correcto al protegerlo para que tenga una infancia lo más normal posible. Pero, a la vez, él ya se está involucrando en sus deberes como futuro rey. Está obteniendo experiencia de primera mano de lo que es ser un miembro de la realeza y ser un monarca, lo mismo que experiencia de primera mano de lo que es ser un niño normal”, dijo el informante.
Uno que quiso darle una de esas lecciones de primera mano fue su propio abuelo, el rey Carlos III, quien lo nombró como uno de sus pajes de coronación el pasado 6 de mayo, todo un hito, ya que, por primera vez en mucho tiempo, un futuro rey prestó tal servicio en esa ceremonia.
Desde ese momento, han sido más frecuentes las apariciones de George en público. La muestra más reciente de ello fue su presencia en la final del Campeonato de Wimbledon, junto con su padre, su madre (quien es patrona del torneo) y su hermana Charlotte, además de un invitado muy especial, el rey Felipe VI de España.
Allí se le vio al principito muy emocionado y celebrando festivamente el triunfo del español Carlos Alcaraz, un gesto algo inusual, pues, a estas alturas de su vida, George ha cobrado fama de ser muy serio, quizá ante la comprensión del peso que algún día tendrá que asumir.
No obstante, un allegado también le ha dicho a la prensa que él “es un completo chiflado”, pues heredó el buen humor de su padre y de su fallecida abuela, Diana de Gales.
Lo que sucede, dijo la misma fuente, es que es difícil no ser opacado a veces por la seguridad de carácter de Charlotte y la fresca espontaneidad de Louis.