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Borat 2 | Foto: Prime Video

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El regreso de Borat: ¿Ahora contra qué?

The New York Times entrevistó a Sacha Baron Cohen, el actor que encarna a este mordaz y controvertido personaje que le recuerda a la humanidad sus más oscuros prejuicios y secretos. El mensaje que trae en la nueva película es muy serio.

18 de octubre de 2020

En 2005, Borat rompió esquemas y escandalizó a muchos. Se trataba de un personaje que conocía límites. La historia de un periodista proveniente de Kazajstán, en Asia Central, que no tenía reparos en hablar de porquerías y sexo en una elegante cena, de agarrarse a golpes con su camarógrafo, ambos desnudos, e interrumpir en esas condiciones una importante convención de ejecutivos; y que se sentía orgulloso frente a sus entrevistados de que su hermana sea la prostituta número cuatro de su país, y su mejor amigo, un violador.

“En 2005, se necesitaba un personaje como Borat que fuera misógino, racista y antisemita para que la gente revelara sus prejuicios internos”, dijo Sacha Baron Cohen, el actor -que no suele dar muchas entrevistas- en una extensa entrevista publicada en The New York Times este fin de semana.

“Ahora esos prejuicios internos son evidentes. Los racistas están orgullosos de ser racistas. Cuando el presidente es un racista manifiesto, un fascista manifiesto también permite que el resto de la sociedad cambie su diálogo", agregó en esa charla.

El regreso de Borat puede ser una de las noticias más esperadas en la pantalla este año. Por cuenta de la pandemia, decenas de grandes producciones han sido canceladas y con los cines cerrados en casi todo el mundo, son muy pocas las producciones que se verán en 2020.

Esta vez, sin embargo, Borat no llegará a los cines. La plataforma de video bajo demanda Amazon Prime adquirió una secuela de la exitosa comedia del artista británico Sacha Baron Cohen “Borat” y se espera que la emita antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. En su momento, Borat logró recaudar más de 260 millones de dólares y llegó incluso a ser seleccionada para los Oscar en la categoría de mejor guión.

En últimas, Borat lo que termina siendo es una crítica a los Estados Unidos y un filme que revela sus más oscuros secretos, sus tabus y sus prejuicios.

“Mi objetivo aquí no era exponer el racismo y el antisemitismo...El objetivo es hacer reír a la gente, pero revelamos el peligroso deslizamiento hacia el autoritarismo”, le dijo el actor al prestigioso diario norteamericano. Sacha Baron Cohen es un actor judío que en los últimos años estudió antisemitismo en la Universidad de Cambridge. Allí su tesis de grado fue sobre “la alianza entre negros y judíos”. Sacha Baron Cohen también protagoniza la película “The Chicago Seven”, que Netflix exhibirá a partir de octubre.

En la entrevista con The New York Times, al actor le preguntan qué pasará en un segundo mandato de Donald Trump. “Se convertiría en una democracia solo de nombre, similar a una democracia turca o una democracia rusa”", aseguró sobre la reelección del magnate.

Baron Cohen también crítica con ferocidad la forma como corre la información en el mundo de hoy. “Gente corriente, buenas personas, terminan siendo alimentadas con esta dieta de mentiras. Ellos son completamente diferentes a los políticos que están motivados por su propio poder, que se dieron cuenta de que pueden crear miedo al difundir estas mentiras a través de la máquina de propaganda más efectiva de la historia: las plataformas de redes sociales”, dijo al diario.

La secuela de “Borat” se rodó este verano boreal con un reducido equipo una vez que se relajaron las restricciones vinculadas a la pandemia de coronavirus en Estados Unidos y otros lugares, según el sitio especializado Deadline.

A partir de Borat, Sacha Baron Cohen se ha especializado en tender trampas a personas anónimas o famosas encarnando diferentes personajes, desde el supuesto rapero Ali G hasta el presentador homosexual austriaco Brüno. En 2018, retomó este concepto en un espectáculo que causó escándalo, “¿Who is América?” (“¿Quién es Estados Unidos?”) en el que diversas figuras políticas resultaron expuestas. El espectáculo llevó a dimitir a un diputado por Georgia, ante quien Baron Cohen se presentó como un experto israelí en la lucha contra el terrorismo, empujándolo a proferir insultos racistas y a desnudarse para intimidar a un secuestrador. Sarah Palin, candidata fracasada a la vicepresidencia estadounidense y frecuente blanco de los medios de comunicación, también fue víctima de sus engaños y denunció el humor “maligno y perverso” del comediante británico.

El éxito de Borat

El regreso de Borat promete levantar polémica. Su primera emisión fue criticada e incluso censurada en varios países del mundo. En realidad el filme estaba lejos de ser inocente. O quizás el personaje sí lo es, pero no su creador, Sacha Baron Cohen, decidió en ese momento ocultar su identidad detrás de su invención, para burlarse de los estereotipos, especialmente de los norteamericanos. A ese alter ego le debe la fama mundial, pues su película Borat: el aprendizaje cultural de Estados Unidos para el beneficio de la gloriosa nación de Kazajstán, genera odios y amores, pero no indiferencia.

Se trata de un falso documental en el que los únicos personajes ficticios son el reportero kazajo y su camarógrafo. Los demás protagonistas son en su mayoría personas del común que creen que Borat es en realidad periodista. El anzuelo fue una llamada telefónica de una compañía de televisión falsa, en la que se les informaba que un corresponsal extranjero estaba interesado en hacer un programa sobre el estilo de vida de los estadounidenses.Una vez llegaba la hora de la entrevista, se les pedía a los desprevenidos ‘actores’ firmar un documento en el que accedían a ser grabados. “Es absurdo que las mujeres puedan votar y los caballos no”, “Está demostrado científicamente que el cerebro de las mujeres es similar al de una ardilla”, son los comentarios que escandalizaron a la directora de un movimiento feminista. “Yo sabía que algo estaba pasando, pero miraba al camarógrafo y al equipo y todos permanecían impávidos, muy serios”, fue la respuesta de la víctima cuando se enteró de la broma." ¿Cuál es la mejor arma para acabar con los judíos?", pregunta en una tienda en la que le ofrecen una pistola calibre 45. Y en un rodeo es aplaudido por la multitud cuando grita que “ojalá Bush beba la sangre de cada hombre, mujer y niño en Irak”.

El crítico Tom Charity, de CNN dijo en su momento: “Si la justicia existe, Sacha Baron Cohen recibirá el Oscar a mejor actor, con Pamela Anderson de su brazo. O tal vez gane el Pulitzer a mejor reportero encubierto”. Al final la estatuilla no fue para él, puede que en esta oportunidad, las cosas cambien.

*Con información de AFP y los artículos de SEMANA publicados cuando Borat salió al aire en el año 2006.