Realeza
El tormentoso noviazgo de William y Kate
El matrimonio de los duques de Cambridge ha resultado ser un cuento de hadas tras una década de casados, pero llegar al altar les llevó cerca de diez años, así como varias peleas y reconciliaciones, según lo revela uno de los biógrafos más importantes de la realeza.
Era muy poco tiempo, pensaba el duque de Cambridge, para elegir acertadamente a la mujer que acompañaría a su hermano en su serio papel como representante de la casa real.
Una explicación a los temores de William puede estar en su experiencia, pues fueron necesarias ciertas turbulencias y hondas reflexiones a lo largo de una década, antes de que pudiera casarse con Kate Middleton, según lo recuerda Robert Lacey en su libro, Battle of brothers: William, Harry and the inside story of a family in tumult, sobre el actual enfrentamiento de los hijos de Lady Di.
Lacey, cuyas biografías sobre la realeza han sido bestsellers, asegura que el encuentro de la pareja en la Universidad de St. Andrews no fue coincidencia, sino el inicio del plan de Kate para conquistar al futuro rey.
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En 2000, cuando se anunció que él se tomaría un año sabático en 2001 y luego estudiaría Historia del arte en St. Andrews, ella renunció a su cupo en la University of Edinburgh, solo días antes del ingreso, y se presentó en la misma universidad y carrera que el nieto de Isabel II. Para empezar a la par con él, también se tomó un año de receso.
Lacey desmiente que el flechazo ocurriera durante el famoso desfile de modas en la universidad en 2002. Para ese momento, anota, William ya había invitado a Kate a vivir en la casa que compartía con un amigo y varias jovencitas.
Esa propuesta, cree el escritor, solo se la hizo porque ya confiaba en la millonaria y algo se venía gestando entre ellos.
En todo caso, al mirarla modelar en bikini, William le dijo a un amigo: “Kate está buena”, y al rato fueron vistos besándose en el after party. Semanas más tarde, se mudaron como pareja.
En 2004, William aseguró en una entrevista que no tenía planes de boda y, encima, se fue a una travesía de solo hombres en un barco tripulado nada más por mujeres.
Kate enfureció y terminaron, pero volvieron a los pocos meses.
En 2006, William la convidó a la Navidad en Sandringham, con su abuela, la reina Isabel, pero ella le contestó que solo iría con un anillo de compromiso en su mano.
Él no se dejó presionar y al entrar en la academia militar de Sandhurst andaba de rumba en rumba, se volvió un fuerte bebedor e infiel. Por eso, se dejaron una vez más en 2007.
Ella parecía dispuesta a olvidarlo y se le veía gozando en los sitios play de Londres, como Mahiki y Boujis.
Él, por su parte, fue rechazado por todas las que quiso conquistar y empezó a extrañar a Kate y la vida familiar a la que se acostumbró con los Middleton, algo que no tenía en su palacio.
Así, comprendió que ella era la mujer de su vida, volvieron y, en 2011, protagonizaron la boda real más fastuosa y vista de los últimos tiempos.
Hoy, los duques llegan a la primera década de su matrimonio con tres hijos y como la imagen más fiel de la pareja feliz.
Con motivo del aniversario no se ha anunciado ninguna celebración especial hasta ahora.
Eso sí, los duques de Cambridge quisieron marcar la ocasión con unos nuevos retratos realizados por Chris Floyd.
Además, ellos que son más bien celosos de la intimidad de su familia, dieron a conocer un video que es como una pequeña ventana indiscreta a su vida hogareña.