Home

Gente

Artículo

Meghan era tan manipuladora y cruel, que sus subalternos terminaban en ataques de llanto y en terapia psicológica, dicen sus acusadores.
Meghan era tan manipuladora y cruel, que sus subalternos terminaban en ataques de llanto y en terapia psicológica, dicen sus acusadores. | Foto: Getty Images

Monarquías

¡Crisis en la casa real! La reina Isabel ordena investigar si la duquesa matoneó a sus empleados

La incendiaria versión de que la esposa del príncipe Harry maltrataba a sus empleados hasta hacerlos llorar, crece como una bola de nieve. ¿Se trata de una venganza de la casa real? ¿Fue el príncipe William quien filtró el cuento a la prensa?

4 de marzo de 2021

En principio, el Palacio de Buckingham se declaró “preocupado” por los alegatos del año pasado según los cuales Meghan Markle era manipuladora y cruel con sus colaboradores antes de que ella y su marido renunciaran a ser miembros activos de la familia Windsor.

Hoy la cosa ha pasado de castaña a oscura, pues Isabel II ha dispuesto que las cosas no se queden en un mero rumor, sino que se indague a fondo “para ver si hay lecciones que aprender”.

Se trata de un escándalo dentro de otro escándalo. Este domingo será transmitida la entrevista que Harry y Meghan, duques de Sussex, le concedieron a Oprah Winfrey, la primera dama de la televisión gringa, la cual ha suscitado temores en palacio de que hayan aprovechado para sacar los trapos sucios de la monarquía en esta que es la primera vez que hablan en profundidad tras su traumático retiro.

Principe William y Katherine
El empleado que destapó las denuncias de acoso contra Meghan es hoy la mano derecha de su cuñado, el príncipe William, quien aparece aquí con su esposa Kate Middleton. | Foto: Getty Images

Para muchos, fueron los propios cortesanos quienes se encargaron de filtrar la información de The Times, el diario londinense, a modo de prevención ante una andanada de los Sussex contra la casa real. Ahora que el lío está armado, Buckingham está tratando las cosas del modo políticamente correcto que le corresponde.

“La casa real ha tenido una política de dignidad en el trabajo desde hace años y no ha tolerado ni tolerará matoneo o acoso”, dijo la sede de la monarca en un comunicado, acerca de los señalamientos contra Meghan.

Personas que trabajaron para ella desde antes de su boda con Harry, aseguran que “nunca nada era suficiente” y que su maltrato y manipulación eran tan terribles que los hacía sentirse humillados. La crueldad era tal, que los hacía llorar y caer en estados de extremo estrés y depresión. Uno de los acusadores, recuerda una conversación en la que una compañera le dijo: “no puedo dejar de temblar”, minutos antes de tener que tratar un asunto con la duquesa.

El principal denunciante es Jason Knauf, quien en 2018 escribió a Buckingham delatando la situación. “Estoy muy preocupado porque la duquesa acosó a dos de sus asistentes personales el año pasado. El trato que le dio a X fue totalmente inaceptable”, relató.

Reina Isabel II de Inglaterra. (Photo by Chris J Ratcliffe/Getty Images)
Su personal lo niega, pero también hay insistentes rumores de que la filtración de las denuncias contra Markle fue obra de cortesanos del Palacio de Buckingham. | Foto: Getty Images

En otro aparte de la comunicación se lee que “la duquesa parece tener a alguien siempre entre ojos. Está matoneando a Y y da la impresión de que está tratando de minar su confianza”.

“Tenemos reporte tras reporte de personas que han sido testigos de esta clase de conductas”, afirmó Knauf, quien citó el caso de una empleada en particular que tiró la toalla ante tanta presión.

En realidad, no es la primera vez que se oyen versiones en ese sentido, que se extienden también a Harry.

En su informe, el Times no dio los nombres de los exempleados afectados, pero sí relató que solo se trataba de mujeres con excelentes hojas de vida.

Un nombre propio que sí se conoció fue el de Samantha Cohen, exsubsecretaria privada de la reina, quien la convenció de acompañar a los Sussex en su debut como pareja en la familia real. Fuentes aseguran que ella sentía que estaba trabajando con adolescentes y cayó en un estado de depresión y tensión porque ellos la mantenían al límite.

De acuerdo con Rebecca English, editora real del Daily Mail, esos rumores comenzaron tras el anuncio del compromiso de la pareja, a finales de 2017. Desde ese momento se dijo que ambos eran “autocráticos” y “difíciles”. English cita el episodio en el cual Meghan se negó a llevar sombrero en un su primer acto público con la reina, algo que sus experimentados colaboradores consideraban respetuoso y adecuado.

También se dio el conocido incidente de la corona para su matrimonio. Ella se encaprichó con una tiara de las tantas del joyero real, pero los cortesanos le dijeron que no podía usarla. El berrinche fue tal, que la reina tuvo que intervenir y decirle a Harry: “Meghan no puede tener todo lo que quiere”. Una regaño muy conveniente, si se tiene en cuenta que él tenía advertido al personal que “lo que Meghan quiere, Meghan lo tiene”.

Cuando empezó el runrún de que Meghan no se llevaba con su concuñada Kate Middleton, esposa del príncipe William, duque de Cambridge, se filtró el zafarrancho que se armó una vez entre las dos parejas.

Todo porque durante una visita donde los Cambridge, Meghan trató mal a uno de sus servidores. Kate le reclamó, William la defendió y los cuatro se trenzaron en una trifulca tal, que el príncipe Carlos, padre de los príncipes, tuvo que ir corriendo a calmarlos.

La editora English cuenta que presenció con sus propios ojos los malos tratos de los duques y cuenta que Harry trató de suavizar el carácter de Meghan y le pidió que no fuera tan dura con el personal, el cual trabajaba hasta altas horas de la noche, por un bajo sueldo, pero motivado por su lealtad a la institución de la monarquía.

¿Cuánto más soportará la reina? La nueva crisis llega justo cuando el esposo de la monarca, Felipe de Edimburgo, de 99, padece serios quebrantos de salud.

Pero la hostilidad hacia Meghan, dentro y fuera del Palacio de Kensington, creció y él empezó a ser también duro y malgeniado con el staff.

Las quejas siguieron filtrándose y aludieron a que Meghan era tan demandante que desde las cinco de la mañana empezaba a mandarles mensajes a sus trabajadores pidiendo y ordenando.

Como lo informó The Times, cuando el príncipe supo de la queja puesta formalmente por Knauf, quien es un reputado experto en manejo de crisis, se reunió con él y le pidió que no siguiera adelante con eso.

Harry y Meghan, como era de esperarse, no se quedaron callados. De inmediato, sus abogados declararon que ella se hallaba muy dolida por el resurgimiento de las acusaciones, las cuales negó rotundamente.

La duquesa dio a entender que es absurdo atribuirle esa clase de comportamientos, dado que ella fue víctima de acoso y matoneo y ha abogado en contra de este flagelo siempre que ha tenido la oportunidad.

Así mismo, dijeron que el Times estaba siendo usado por los propios miembros de la corte para propagar una falsa narrativa sobre ellos, en retaliación por su entrevista con Winfrey, que es la primicia periodística más esperada y caliente de los últimos años.

El programa es tal hit, que CBS cobró 200.000 dólares por 30 segundos de publicidad y le vendió por cerca de 1.400.000 dólares los derechos de transmisión al canal ITV que lo emitirá en el Reino Unido el lunes 8 de marzo.

De nuevo, lo referente a Harry y Meghan vuelve a verse plagado de contradicción. Ellos dicen que se fueron de la realeza porque no soportaron tanto acoso, pero varios de sus empleados los señalan de lo mismo. Una de sus causas más queridas es la salud mental, pero ahora surgen múltiples testimonios de que el ambiente de trabajo con ellos era tan tóxico, que varios de sus servidores terminaron en terapia psicológica tras salir corriendo de Kensington.

Richard Kay, editor general del Daily Mail y uno de los periodistas mejor documentados sobre los Windsor, no dudó en calificar este nuevo cúmulo de eventos como una verdadera crisis en la familia real, equiparable con la “guerra de los Gales”, protagonizada en los años 1990 por Carlos y Diana, los padres de Harry, o la abdicación de Edward VIII.

¿Quién filtró el memo de Knauf a The Times? Se sospecha de los empleados de Buckingham, pero Kay lanza un dato muy interesante.

Sabido es que una pieza del conflicto de los Sussex con la familia real es la pelea entre Harry y su hermano Wiiliam porque este último nunca ha aceptado a Meghan.

Pues bien, resulta que Knauf, el delator de la duquesa, es desde hace dos años la mano derecha de William, en cuya boca cabrían perfectamente las razones que, según The Times, le dio su informante para hablar del supuesto bullying: “vale la pena que se conozca la otra cara de Meghan”.

Aunque Buckingham niega cualquier participación de su personal o de la familia real en las denuncias, Kay habla de cortesanos que privadamente no ocultan que la corona está teniendo su revancha con este nuevo asalto.

De hecho, dijo el editor, la faceta de Meghan como maltratadora desvirtúa su versión de que en todo esto no ha sido más que una víctima.

Los resultados de la investigación sobre este asunto, dijo la prensa local, solo se conocerán a finales del año.