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¿Esperanza Gómez finge en las escenas? La actriz contó este y otros picantes secretos a Juan Diego Alvira
En medio de un diálogo con Juan Diego Alvira, la actriz de la industria para adultos, Esperanza Gómez, contó varios secretos y reveló cómo fue su primera vez grabando una escena.
La industria de contenido para adultos suele ser un tema tabú y, al mismo tiempo, desconocido. Esperanza Gómez, una de las actrices colombianas más reconocidas en el medio, charló con Juan Diego Alvira sobre muchos secretos que hay detrás de cámaras. Uno de ellos tiene que ver con la naturalidad de cada una de las escenas.
En este diálogo, Esperanza Gómez cuenta que desde muy joven incursionó en el mundo del modelaje, y cuando se presentó la oportunidad de hacer desnudos en muchas ocasiones lo rechazó porque le daba miedo que pudiera tener problemas con su papá, que en alguna oportunidad le dejó de hablar porque ella apareció en un noticiero en vestido de baño.
Su padre se dio cuenta de que ella rechazaba muchas llamadas y compromisos, diciéndole a su interlocutor, al otro lado del teléfono, que su papá no la dejaba. En algún momento él le preguntó cuáles eran esas invitaciones que ella rechazaba y ella le dijo que eran propuestas para posar desnuda en una revista y además para hacer videos. Sorprendentemente, él le dio su bendición y le dijo que él iba a aceptar cualquier decisión que ella tomara, siempre y cuando actuara con profesionalismo.
Fue así como empezó a meterse en el mundo de la pornografía y recuerda ella que la primera vez que grabó una escena le tocó con un actor que “tenía una cosa de 25 cm”. Allí descubrió que en las actrices siempre hay un toque de naturalidad en lo que hacen, pues no pueden ser ajenas a muchas sensaciones que se dan en medio de las grabaciones y que cada detalle servía para cautivar al público.
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Esperanza Gómez contó además que la industria para adultos es una de las más respetuosas de los derechos de las mujeres y siempre, antes de firmar un contrato, queda explícito en el papel qué tipo de actividades está dispuesta a hacer la actriz. Dice ella que en ningún caso a una mujer le pueden hacer algo diferente a lo que ella firmó en el documento.
La actriz caldense también dijo que no son muchas las mujeres que llegan a la industria y se quedan allí. “De 100 pueden quedar 1 o máximo 3″, dijo en uno de los apartes de esta charla en la que también comentó que para los hombres ser actores no es tarea fácil. Dice ella que en muchas ocasiones el actor dura hasta 45 minutos para estar listo para una escena, aun después de consumir potenciadores sexuales.
Esperanza contó que lo mejor del cine para adultos es la facilidad que tiene para satisfacer sus deseos y necesidades íntimas, teniendo en cuenta que conoce cómo funciona y cuáles son los talentos que compartieron con ella en el set. Es aquí cuando resuelve la duda que muchos se hacen: ¿finge en las escenas pornográficas? La respuesta es no. Según contó en este diálogo con Juan Diego Alvira, “cuando Esperanza Gómez está callada en una escena es porque no estoy sintiendo lo que quiero sentir”.
De hecho, comentó que su frase más célebre “Qué rico hijuep...”, surge espontáneamente en una de sus actuaciones y es su esposo el que después de ver la escena le hace caer en cuenta de lo que ella había dicho y de la manera como lo había hecho, una frase que al cabo del tiempo se convirtió en uno de los símbolos que más la ha caracterizado.
¿Lo ha dado por dinero?
En otro aparte de la charla, Esperanza Gómez también cuenta que en varias oportunidades le han ofrecido dinero para tener relaciones sexuales con ella. Sin embargo, nunca ha aceptado ninguna, incluso cuando un narcotraficante en Cali le prometió 50 mil dólares a cambio de 5 minutos en un baño. “Propuestas como esa recibo todos los días, pero yo solo tengo relaciones sexuales con actores”, comentó.
También reveló que en alguna oportunidad una persona le ofreció un contrato para modelar y cuando ella llegó al lugar se dio cuenta de que era la encrucijada de un narco que quería acorralarla para tener sexo con ella. Recuerda que en esa oportunidad, cuando se dieron cuenta de la trampa, ella logró escapar a pesar de que el agente que la había acompañado había recibido amenazas de muerte.