Estas son las cinco esposas de los miembros de la Junta Militar. Doña Dora es la cuarta a la derecha. | Foto: Archivo Cromos / Revista Credencial Historia, Edicion 080, agosto de 1996

OBITURIO

Falleció Dora Clement de Piedrahita

La viuda de uno de los miembros de la Junta Militar que reemplazó al General Rojas Pinilla murió esta semana. Considerada una matriarca de familia ejemplar, era una de las personalidades más apreciadas de la sociedad bogotana.

31 de octubre de 2018

Este miércoles son las exequias de Dora Lucía Clement Plata, la viuda del almirante Rubén Piedrahita Arango, quien fue uno de los miembros de la Junta Militar que reemplazó al General Rojas Pinillas en 1957. Aunque esa Junta duró poco más de un año (del 10 de mayo de 1957 al 7 de agosto de 1958) jugó un importante papel en la historia de Colombia. Sus miembros tuvieron la responsabilidad de hacer la transición de la dictadura de rojas a la democracia del Frente Nacional.

Si bien la junta estuvo integrada por cinco altos mandos miembros de las fuerzas armadas, la que se recuerda como primera dama fue a doña Dora Clement de Piedrahita. A pesar de haber tenido esa responsabilidad y esa distinción, siempre se caracterizó por su sencillez, su sentido del humor y su inteligencia.

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El almirante Piedrahita ocupó importantes cargos como director de la Marina, agregado naval en Washington y ministro de Obras Públicas. Doña Dora siempre fue un incondicional apoyo en su carrera, combinando una discreta presencia con una gran fortaleza espiritual.

Doña Dora, tuvo que soportar con su esposo los difíciles momentos de la agitada vida política del país, como por ejemplo cuando el vicealmirante Piedrahita frenó un intento de golpe en contra de la Junta perpetrado por militares fieles al general Rojas Pinilla.

Los golpistas tenían la misión de capturar a los cinco miembros de la Junta Militar y Alberto Lleras Camargo, entonces candidato a la Presidencia. Sin embargo, solo lograron arrestar a cuatro de los miembros, pues tanto Piedrahita como Lleras, lograron evadir a sus captores. Ambos, en libertad, lograron desactivar el levantamiento en medio del entusiasmo nacional. En esos difíciles momentos, doña Dora mantuvo la entereza en todo momento y apoyó con firmeza a su esposo.

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Durante los largos años de su viudez fue uno de los personajes más queridos de la sociedad bogotana. Matriarca ejemplar, de su matrimonio con el almirante Piedrahita nacieron tres hijas: Ilse, Dora Lucía y Rosita, quienes con su maridos conformaron con ella un núcleo familiar excepcionalmente unido y apreciado.