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Fernando Tigreros, voz de Orquesta Matecaña, pasó difícil momento y trabajó en oficios varios en Estados Unidos
El cantante habló de la cruda situación que vivió por la pandemia, buscando oportunidades en Estados Unidos.
La pandemia de la covid-19 se convirtió en una línea de tiempo en la que millones de personas vivieron momentos crudos, situaciones complicadas y desenlaces lamentables. Las cuarentenas, confinamientos y medidas de bioseguridad afectaron las vidas de quienes dependían del arte y los espectáculos masivos para ganarse una suma de dinero respectiva.
Los cambios y las rutinas de vida se modificaron, llevando a muchos a recurrir a otros empleos, oportunidades y contenidos para salir adelante. Las mecánicas se transformaron, dejando en el aire a músicos, artistas, actores y celebridades que dependían del contacto con otras personas para presentar sus trabajos.
Este fue el caso de Fernando Tigreros, celebridad que fue la voz principal de la Orquesta Matecaña, quien se vio presionado por las complejas opciones que se dieron años atrás cuando apareció la pandemia del coronavirus en el mundo y el empleo en la música era nulo. El artista tuvo que recurrir a soluciones inesperadas, ya que no tenía entradas económicas y las necesidades comenzaban a aparecer con el paso de los días.
Recientemente, en conversación con La Red, programa de entretenimiento de Caracol Televisión, el cantante se sinceró y reveló algunas de las actividades a las que optó durante los últimos años, donde el confinamiento y las pocas oportunidades laborales le generaban gran preocupación y angustia.
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Tigreros mencionó en la entrevista con el medio que, a sus 58 años, después de despedirse de la orquesta de la que hizo parte durante 30 años, buscó nuevas opciones en el exterior y decidió viajar a Estados Unidos, donde enfrentó una inesperada realidad alejada de lo que tenía en mente.
“No entraba el dinero, ya empieza a uno a terminar con sus ahorros. Ya uno empieza a vender lo uno, lo otro, que el carro, ahí yo comencé a sentirme un poco acosado”, dijo el músico en el diálogo, donde aseguró que su viaje era para ver el panorama y luchar con un nuevo estilo de vida.
Al llegar a Estados Unidos, Fernando Tigreros se despidió de la rutina que tenía como artista y llevó un ritmo completamente distinto, pues debía madrugar, cumplir horarios específicos en situaciones donde los cambios de clima eran duros, además de los oficios a los que accedió para ganar dinero.
Según contó el artista de salsa, trabajó como limpiador de casas y desempeñó oficios varios para recibir una entrada económica en el otro país y así sobrevivir a las adversidades.
“Me fui un tiempo a Estados Unidos a trabajar, volví con la esperanza de que ya iba a pasar, pero resulta que no, seguía la inactividad, entonces me volví a ir de nuevo. Me tocó llegar allá a asear los apartamentos, esos apartamentos que entregan y que a uno le toca asearlos. Que el reguerito de pintura por aquí, que el polvo… tocaba dejarlos relucientes”, relató la celebridad sobre este proceso que atravesó.
“Para mí la música es mi vida, mi pasión… no me sentía bien trabajando ni que me estuvieran dando órdenes”, agregó, recordando su fuerte trayectoria en la industria nacional y lo mucho que anhelaba la fama como artista.
En un contenido que fue replicado en las redes sociales de La Red, algunos curiosos enviaron mensajes de apoyo a Tigreros, expresando lo buen artista que es y lo admirable que puede ser recurrir a estos trabajos para salir adelante en momentos complejos como lo fue la pandemia.
Fernando Tigreros fundó la banda de salsa en compañía de Harold Herrera y Neiver Calero en 1990. El grupo brilló con trabajos como ‘Con sabor a Matecaña’, ‘Se morirá el amor’, ‘Gracias amor’, ‘Quisiera callar’, ‘Cali calor’ y ‘Vientico Grosero’.