GENTE
Frank Martínez, participante de MasterChef Celebrity, enfrentó hace algún tiempo duros episodios de depresión
En una entrevista de marzo de 2020, el comediante antioqueño contó cómo era su vida en ese momento y qué había pasado con su salud mental.
El programa de MasterChef Celebrity se ha ganado la atención de los colombianos que día a día ven un progreso en los participantes de esta competencia, incluso por las polémicas y escándalos que se han ‘cocinado’ allí, pero además por conocer un poco más de fondo la vida de cada uno.
El comediante Frank Martínez es uno de los que más se ha ganado el cariño de los televidentes, al demostrar en cada competencia una buena vibra, actitud, ganas, humor y demás cualidades, aunque su vida no siempre fue así.
En marzo del año pasado, el ahora participante del reality contó en entrevista con el sitio web Vivir en El Poblado cómo tuvo que enfrentar duros episodios de depresión y qué estrategias ha utilizado para no dejarse superar.
“Hace ocho años voy al psicólogo porque notaba unos ‘bajonazos’ muy malucos míos, que yo era consciente de que iban más allá de la situación económica, de si estaba o no estable sentimentalmente, como que eran mucho más allá”, señaló en ese momento el comediante antioqueño.
De acuerdo con su relato, el primer episodio de depresión que tuvo fue durante 2014, cuando pasaba por un mal momento económico, pues debía más de 60 millones de pesos, no tenía ninguna fuente de ingresos y no sabía cómo empezar a pagar la deuda. “Nadie me conocía y había que empezar a hacer las cosas (...) Terminé con mi novia. Pasaron muchas cosas (...)”, señaló.
Asimismo, dijo que en ese momento supo que debía hacer algo, pues era un problema que no podía delegarlo a alguien más. “Gracias a la depresión me he dado cuenta que uno logra, de alguna forma, entender que uno solito es el que tiene que salir de eso. No puede delegarle esa función a un psicólogo, sino que uno mismo tiene que mirar cómo hacer algo”, aseguró.
Fue ahí cuando entendió que lo que estaba sintiendo debía ser tratado y asegura que se volvió un reto superarlo. En la entrevista, el comediante contó detalles de otro episodio que vivió. “El 2018 fue un año brutal en mi vida, estaba bien económicamente. Había tenido tanto trabajo que no veía las horas de vacaciones”, narra. Tanto ese año como el siguiente (2019) fue una época muy buena y por eso decidió pasar unas vacaciones que tanto deseaba, así que decidió irse a Palomino (La Guajira).
Sin embargo, algo no estaba bien en él y en esas vacaciones, recordó, se puso a llorar de manera desconsolada. No podía parar. “Cuando me preguntaron qué me pasaba, yo no sabía”, confesó en la entrevista. En ese momento decidió encerrarse en la cabaña donde se encontraba: “Yo decía: si no veía la hora de pasear, estoy acá, ¿por qué me siento así de horrible?”.
Al no sentirse bien anímicamente, se regresó de su viaje y se encerró en su apartamento. El comediante señaló que por un mes no vio a nadie, ni siquiera a sus papás y dijo que su relación con la psicóloga era “tensa” porque la mujer estaba muy “encima”, pues tanto ella como su psiquiatra tenían susto de que algo le llegara a pasar.
“Yo me sentía aun peor porque supuestamente para los ojos de toda la gente lo tenía todo para estar bien. Era comediante, estaba estable económicamente...pero yo me sentía terriblemente mal. Yo vivía en un piso 32 en Sabaneta, entonces puse mallas para proteger a los gatos, pero como que en realidad eran para mí”, contó entre risas.
“Cuando uno está en esas [la depresión] es sano dejarse llevar por la melancolía, la tristeza y eso porque creo que eso hay que sacarlo”, explicó sobre su experiencia.
Martínez describe esa época de su vida como “demasiado horrible” y además explica que aprendió que cuando sentía esa tristeza en vez de rechazarla tenía que vivirla para poder dejarla de sentir.
Finalmente, aseguró que “esos momentos duros, como comediante, son como un regalo para hacer humor porque la gente se ríe de la tragedia. El show ‘Trascender’ es mi vida en hora y media, toqué el tema de la depresión y me di cuenta que hay mucha gente afrontando eso”.
Entretanto, concluyó que “uno por ser comediante no es que se mantenga a toda hora feliz y contento, sino ya va en cómo pilotea esos momentos. Y en mi caso me ha servido mucho porque cuando uno está mal también salen chistes muy buenos”.