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Frank Sinatra no fue amante de Marilyn Monroe, revela su confidente en una nueva biografía
Tony Oppedisano, quien fue gerente y amigo íntimo de la Voz, desmonta este y otros mitos en el libro ‘Sinatra and Me’.
Desde 1972 hasta 1998, año de la muerte de Frank Sinatra, Tony Oppedisano fue no solo su gran amigo, sino además el gerente de sus giras y el hombre que lograba calmarlo durante las furias que le daban en su ocaso.
Cuando la enfermedad y demás achaques de la vejez lo habían debilitado, él incluso lo ayudaba a ponerse la pijama y de esos recuerdos salió una de las simpáticas anécdotas de su libro. Una vez, en esa operación, el gran vocalista se miro el pene y, en una evocación de su fogosa vida sexual, le dijo: “Si pudieras decirle a mi amigo Tony dónde has estado”, a lo cual Oppedisano replicó: “La lista sería más corta si más bien me dijera dónde no ha estado”.
Sinatra no solo bromeaba con Oppedisano, sino que le hacía profundas confidencias que hicieron de él el portador de las verdades y secretos más intrigantes en la historia de la farándula. Uno de los mitos más extendidos es que Marilyn Monroe se contó entre las múltiples amantes del artista, en aquellos años 60 en que ella se acostó con el presidente John F. Kennedy y su hermano Bobby Kennedy, amigos de la Voz.
Ahora, Oppedisano, quien es catalogado por los críticos como un “sabelotodo” de Sinatra, afirma categóricamente que eso no fue así. Más bien, él albergaba cierta preocupación por la actriz, pues la encontraba muy frágil emocionalmente. Así mismo, el vocalista pensaba que ella no murió a causa de una sobredosis de barbitúricos que se tomó, sino que fue asesinada a través de un supositorio de Nembutal. Todo porque sabía mucho acerca de los Kennedy y sus relaciones con la mafia. De hecho, esta es una versión muy usual en las teorías de conspiración al respecto del fatal destino de Monroe.
Sinatra ha estado en tiempos recientes en los titulares a causa de su supuesta paternidad de Ronan Farrow, hijo de Mia Farrow con Woody Allen. Antes de ser pareja de este último, ella estuvo casada con Sinatra y siempre ha circulado el rumor de que él fue el verdadero amor de su vida y que se seguían viendo. Hace algunos años, ella dijo en una entrevista que sospechaba que Ronan podría ser hijo de Sinatra y se desató todo un bochinche, porque el joven es muy parecido al cantante.
Al respecto, Oppedisano tiene su versión y es que Ronan no puede ser hijo de Sinatra porque los tiempos no cuadran. Para el momento en que fue concebido, recuerda en el libro, Frank se encontraba en California, recuperándose de una operación de divertículos, lo que lo obligaba a cargar con una bolsa de colostomía. Cualquier actividad sexual así, era completamente improbable, argumenta. Mia, por su parte, se encontraba rodando con Allen muy lejos de allí, en Conneticut.
Oppedisano, así mismo, desmiente otra historia fabulosa de su amigo, de quien también se ha dicho que tenía fuertes nexos con la mafia. En ese contexto, se cuenta que una vez transportó a La Habana 2 millones de dólares en un portafolios, como un encargo de los capos. Su confidente afirma que eso es imposible, pues tal cantidad de plata pesaría 220 libras, casi el doble de lo que pensaba Sinatra.
Otra infidencia que hace el nuevo libro es que el intérprete siempre se arrepintió de haber dejado a su primera esposa, Nancy Barbato, y sus tres hijos, por la actriz Ava Gardner, con quien estuvo casado también. Se desesperaba tanto con ese sentimiento, que a veces le pedía a Oppedisano que lo llevara corriendo a ver a Nancy, pero se echaba para atrás a los pocos minutos.
El título completo del libro es Sinatra and Me: In the Wee Small Hours, inspirado en el álbum que lanzó el cantante en 1955.