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“Fue mi decisión irme de la realeza”: Harry desmiente que Meghan lo haya manipulado
“Ella nunca pidió irse”, asegura el menor de los hijos del rey Carlos III sobre el distanciamiento de la pareja de la corona británica.
Uno de los mayores ataques de la prensa británica hacia los Sussex se basa en que, al parecer, la actriz estadounidense Meghan Markle era una mala influencia para el entonces príncipe Harry y lo manipulaba permanentemente, a tal punto de ser la causante de la salida del menor de los hijos del rey Carlos III de la monarquía británica.
Harry salió al paso de esos comentarios y este jueves, durante los tres últimos episodios de la exitosa docuserie Harry y Meghan, de Netflix, que ya desplazó en audiencia a The Crown, aclaró la verdad detrás de la renuncia y el distanciamiento de la pareja a la familia real.
En el quinto episodio, Harry dice que fue su decisión dar un paso atrás como miembro de la realeza, no la de su esposa.
“De hecho, fue mi decisión. Ella nunca pidió irse. Yo era el que tenía que verlo por mí mismo. Pero que la culpen a ella es misoginia en su máxima expresión”, dice, criticando las caracterizaciones que los medios de comunicación hicieron de Meghan. Esa fue la verdadera razón que lo obligó a irse, enfatiza.
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“Qué predecible que se diga que la mujer es la culpable de la decisión de una pareja”, se lamenta Harry en la docuserie.
En un momento del documental el hijo menor de Lady Di explica la indignación que le produjo ver los “pequeños dibujos animados de mí a cuatro patas y ella sosteniendo una correa de perro, y yo con el collar de perro”, lo que Harry considera una total ofensa de la prensa del Reino Unido.
De hecho, en el documental se habla de la decisión que tomó la pareja de demandar al diario Mail on Sunday después de que el periódico publicara elementos de una carta de Meghan a su padre, que para los Sussex representó una intromisión inadmisible en su vida personal.
“Todo cambió después de eso”, dice Meghan. “Ese litigio fue el catalizador, probablemente, de todo el desmoronamiento”, dice la actriz.
Hasta ahora, más de 2,4 millones de espectadores del Reino Unido han visto la nueva serie de Netflix de Harry y Meghan solo en televisores. Pero se cree que la cifra crecerá exponencialmente ante las nuevas revelaciones que se conocieron este jueves.
Crece el distanciamiento entre los hermanos
Desde que Netflix publicó este jueves los tres últimos episodios de la docuserie sobre Los Sussex, no cesan las reacciones en todo el mundo sobre las reveladoras y explosivas declaraciones del menor de los hijos del rey Carlos III sobre cómo cambió su vida desde que hizo oficial su relación con Meghan Markle.
En el episodio cinco, el príncipe Harry habla sobre una tensa reunión que tuvo lugar en 2020, en Sandringham, donde los miembros de la monarquía en pleno se reunieron para discutir los roles reales de Meghan y él en la monarquía británica.
Una situación que, al parecer, molestó al príncipe William, su hermano mayor y heredero a la corona, y a la familia real, pues los príncipes de Gales no estaban recibiendo la misma atención ni del pueblo ni de la prensa mundial.
“Fue aterrador que mi hermano me gritara y gritara”, cuenta Harry, visiblemente consternado en el quinto episodio.
También recuerda una ocasión en la que se le impidió ver a la reina. Un gesto que Harry interpreta como la demostración de que la suya es “una familia y un negocio familiar que están en conflicto directo”.
En otro momento de la docuserie, Meghan recuerda el día en que le dijeron que el establecimiento real inicialmente la vio como un “organismo extranjero”.
Ella agrega: “Hice todo lo que pude para que se sintieran orgullosos y para que realmente fueran parte de la familia”.
Pero Meghan afirma que finalmente fue “alimentada por los lobos” de los medios sensacionalistas.
Su madre, Doria Ragland, se quiebra en otro conmovedor momento del documental y confiesa que fue tanta la presión que sintió su hija que, en alguna oportunidad, quiso quitarse la vida para escapar de los “buitres”.
Frente a las explosivas declaraciones que aparecen en la docuserie de Netflix, ni el príncipe ni la princesa de Gales, ni el rey Carlos, ni el palacio de Buckingham han respondido hasta ahora a ningún reclamo hecho en la serie.
Para ese momento, la pareja gozaba de gran popularidad, la cual se veía reflejada en los viajes reales que hicieron a países como Australia, en donde ríos de gente se agolpaban en las calles para saludarlos.