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“Fui el primer vacunado”: habla el colombiano que probó la vacuna de Johnson
SEMANA conversó con Carlos Carreño, quien participó en el estudio de la multinacional. “Hay que creer en la ciencia”, dice para explicar por qué se postuló como voluntario para esa misión.
Carlos Carreño siente que es un hombre afortunado. De los millones de colombianos que esperan poder tener el chance de vacunarse contra la covid-19, él fue el primero. Participó en el grupo de 26 santandereanos que se sumaron a la fase 3 del estudio de Johnson y Johnson para descubrir la cura para ese mal. De las 900 personas que se inscribieron, él fue uno e los elegidos. Participó en el estudio de la Fundación Cardiovascular de Colombia en Bucaramanga.
En video: vea los efectos que tiene frenar el estudio de la vacuna
El hombre cuenta que decidió postularse como voluntario por un anuncio que vio en la televisión. Al final lo eligieron. “Nunca me imaginé que pudiera ser el primer vacunado", le dijo a SEMANA. Ha pasado una semana desde que se puso la vacuna. “Me siento muy bien. He salido a trotar, a hacer deporte", cuenta. Carreño relata que los primeros días sintió síntomas de malestar leve, pero que luego rápidamente se sintió perfecto.
Del covid piensa que es una de las peores tragedias que ha vivido el mundo. Y por eso, siente que su aporte es ayudar a la ciencia a encontrarle una salida. “Toca creer en la ciencia. Los científicos que están allá son el frente de batalla contra este virus. Esa es la intención de ser voluntario”, dijo.
“Hay personas que viven solas o se sienten muy jóvenes. Pero ese no es el problema, sino la posibilidad que tenemos todos de contagiar a alguien que tenga morbilidades o mayores riesgos frente a ese virus”, agrega.
Carreño habló también de la decisión de Johnson & Johnson de suspender los estudios de la vacuna. La farmacéutica estadounidense anunció que detuvo temporalmente la prueba clínica de su vacuna contra covid-19 debido a que uno de sus participantes se enfermó. “Hemos detenido temporalmente la administración de nuevas dosis en todos nuestros ensayos clínicos de la vacuna contra covid-19, incluido el ensayo de fase 3 ENSEMBLE, debido a una enfermedad inexplicable en un participante del estudio”, dijo la compañía en un comunicado.
“Me enteré por los medios inmediatamente. A pesar de que yo estoy monitoreado. No me dijeron nada porque seguimos en el proceso. El hecho de que pausen no quiere decir que yo quede desconectado del estudio. Todo lo que me suceda lo sigo reportando”, aseguró.
La pausa significa que el sistema de inscripción en línea fue cerrado para el ensayo clínico de 60.000 pacientes, mientras se convoca al comité independiente de seguridad del paciente. J&J dijo que los efectos adversos serios eran “una parte esperada de cualquier estudio clínico, especialmente uno grande”. Según los lineamientos de la compañía, pueden detener un estudio para determinar si el efecto adverso se debió a la droga en cuestión y si se puede retomar el estudio.
La Fundación Cardiovascular de Colombia emitió un comunicado señalando que “la semana anterior de incluyeron 26 personas voluntarias al estudio en la institución, de los cuales algunos han presentado algunos síntomas como fiebre, cefalea, malestar general, pero ninguno ha presentado ningún evento adverso grave ni ha requerido hospitalización. Hoy nuestro equipo de investigación de la Unidad de Estudios Clínicos ha procedido a contactar a cada una de las personas participantes en el estudio para ponerles en conocimiento de la situación”.
La fase 3 del estudio de Johnson & Johnson empezó a reclutar voluntarios a finales de septiembre, con la meta de inscribir hasta 60.000 participantes en más de 200 localidades en Estados Unidos y el mundo. Los otros países donde se realizaban las pruebas son Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Sudáfrica. J&J es el décimo laboratorio a nivel global que realiza pruebas en fase 3 contra la covid-19 y el cuarto en Estados Unidos.
Carreño cuenta que en efecto sintió una “preocupación natural” al ver la noticia. Pero aclara que es lógico que en 60 mil voluntarios alguno viva un efecto adverso. Pero eso es lo que hará que la vacuna mejore y tenga más efectividad. “Toca creer... porque esto se ve que va para largo”, repite.