Realeza
“Harry me tenía exasperado”: Habla el escritor fantasma del exitoso libro del príncipe
J.R. Moehringer reveló en la revista The New Yorker lo agresiva que se tornó la relación entre él y el hijo de Lady Di mientras escribían En la sombra, las memorias que rompieron un récord en ventas.
A comienzos del año, el príncipe Harry causó sensación con Spare, su libro de memorias, vendido en el mercado hispanoparlante como En la sombra, que se convirtió en el libro de no ficción más vendido en menos tiempo, de acuerdo con Guinness Récords, con 1.43 millones de ejemplares distribuidos en el primer día de su lanzamiento.
Por supuesto, la obra representó un nuevo asalto en la trifulca que desde hace tres años el hijo mejor del rey Carlos III de Inglaterra sostiene con la familia real. Pero ahora se ha venido a saber que su redacción también fue motivo de peleas con J.R. Moehringer, el escritor fantasma que le ayudó al príncipe a darle forma al proyecto.
Moehringer, ganador del premio Pulitzer y también escritor en la sombra de las memorias del tenista Andre Agassi, acaba de revelar detalles íntimos de su relación con el príncipe en un artículo para The New Yorker. En especial, cuenta un pasaje en que pensó que las cosas terminarían mal, dado que ambos se pusieron rojos de la furia.
El incidente se dio cuando revisaban el relato del momento en que, durante unos ejercicios militares, Harry fue secuestrado por unos supuestos terroristas. En el agrio rifirrafe, ellos terminaron por espetarle al príncipe frases hirientes sobre su madre, por lo cual, luego, se disculparon.
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“Harry siempre quiso terminar esta escena con algo que él les dijo a sus captores, una respuesta que me parecía innecesaria y un poco estúpida”, cuenta el escritor en el artículo. Durante meses, yo estuve tachando esas líneas y por meses Harry estuvo suplicando que las volviera a poner”.
Su empeño fue tal, que se desató el incidente que Moehringer narra en detalle. “Ya no estaba rogando, estaba insistiendo. Eran las 2 de la mañana y yo empezaba a perder la cabeza”, relató, antes de pasar al momento álgido de la disputa.
Moehringer admite que no era la primera vez que peleaba con el hijo del rey de Inglaterra, pero que esta vez sentía algo diferente. “Yo estaba exasperado con el príncipe Harry. Me dolía la cabeza, tenía la mandíbula apretada y empezaba a alzar la voz”.
A pesar de lo molesto que estaba, el periodista cuenta que fue capaz de salirse de la situación y pensar: “Esto es raro, le estoy gritando al príncipe Harry”. Además, creyó que su relación estaba a punto de terminar abruptamente: “Después, cuando Harry comenzó a volverse hacia mí y sus mejillas se sonrojaron y sus ojos se entrecerraron, un pensamiento más apremiante se me vino a la cabeza: ‘Vaya, todo podría terminar aquí”.
Finalmente, las cosas no se salieron de control, porque el príncipe “exhaló y, más calmado, explicó que, durante toda su vida, la gente había menospreciado sus capacidades intelectuales, y aquel destello de inteligencia demostró que, incluso después de haber sido pateado, golpeado y privado de sueño y comida, no había perdido su ingenio”, relató Moehringer.
El escritor le contestó que comprendía, pero aún sí seguía negándose a incluir las frases en el texto y Harry le preguntó por qué. “Porque todo lo que acabas de decir es sobre ti. Quieres que el mundo sepa que hiciste un buen trabajo, que fuiste inteligente. Pero, por extraño que parezca, las memorias no se tratan de ti”, le respondió, antes de agregar: “Ni siquiera es la historia de tu vida. Es una historia basada en tu vida, una serie particular de eventos elegidos porque tienen la mayor resonancia para la más amplia gama de personas. Y en este punto de la historia, esas personas solo necesitan saber que tus captores dijeron algo cruel de tu mamá”.
Tras estas palabras, cuenta el periodista, volvió el buen humor que muchos dicen que Harry ha perdido desde que se sumió en la guerra con su familia. No solo aceptó sus razones, sino que le dijo, con una sonrisa pícara: “Realmente disfruto hacer que te enfades así”. “Estallé en carcajadas, negué con la cabeza, y seguimos editando”, remató J.R. Moehringer.