Isabel Preysler no se aguantó los celos de Mario Vargas Llosa y puso fin a su relación

La relación entre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa terminó como empezó: en medio del escándalo.

“Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente”. Con esta declaración la socialité filipina le confesó en exclusiva a la revista ¡Hola! de España que se terminaba su mediático noviazgo con el escritor y político peruano.

Preysler, nacida en Filipinas hace 71 años, puso punto final a una relación de ocho años con el nobel peruano de 86. Durante todo ese tiempo habían conformado una de las parejas más mediáticas de la prensa del corazón, sobre todo porque al momento de oficializar su relación, año 2015, el premio Nobel seguía casado con Patricia Llosa, su prima, y con quien había celebrado hacía poco las bodas de oro de su matrimonio.

“No quiero dar ninguna declaración más y agradezco a los amigos y medios de comunicación que nos ayuden en esta decisión”, fueron las palabras de Preysler a la revista española.

Según revela este medio, a mediados de diciembre, tras una escena de celos, el escritor abandonó la vivienda de su pareja, en la que ambos convivían y se instaló en su domicilio en el centro de Madrid.

Sin embargo, “la de diciembre no era la primera vez que Mario abandonaba la casa”, explica la periodista Mamen Sánchez en el artículo de ¡Hola!. “Ya había sucedido en una ocasión antes por la misma causa, y que esta actitud sea recurrente es lo que ha convencido a Isabel de que no merece la pena seguir apostando por una relación sin futuro que a los dos los hace infelices”.

Según aclara también Preysler en Hola, el motivo de esta separación no han sido terceras personas, sino que ambos han perdido, “poco a poco, la ilusión del principio”.

Una inesperada relación

Fue también en Hola, en 2015, donde Preysler y Vargas Llosa habían confirmado su relación sentimental.

Isabel Preysler llegó a España desde Manila, Filipinas, con 17 años, por orden de sus padres, que pretendían alejarla de un amor que consideraban inapropiado.

En España, sin embargo, según reseña el diario El País, acabó en los brazos de Julio Iglesias. Luego del cantante, se casó con un noble, Carlos Falcó, y después con un ministro socialista, Miguel Boyer. A pesar de los incesantes rumores, no pasó por el altar con Vargas Llosa.

Ambos se habían conocido en los años ochenta. “Vi por primera vez a Mario en San Luis, Misuri, cuando lo entrevisté en el año 1986 para ¡Hola!”, explicaba hace años la empresaria. Por ese entonces, Preysler estaba casada con Boyer, mientras que Llosa compartía proyecto de vida con su mujer, Patricia Llosa. “A partir de entonces, Miguel y yo entablamos una buena amistad con Mario y su mujer, que se ha mantenido durante todos estos años”.

La relación amorosa entre ambos surgió en 2015, cuando coincidieron en un viaje organizado por Porcelanosa —grupo empresarial español del que Preysler es cara visible desde hace años— para visitar al entonces príncipe Carlos de Inglaterra en el palacio de Buckingham.

La filipina había enviudado el año anterior. En tanto que Llosa acababa de celebrar las bodas de oro con su mujer.

Pero el amor entre ambos fue creciendo y se hizo evidente, y en poco tiempo la noticia de su relación se insinuó y se confirmó en la prensa del corazón de todo el mundo.

Desde entonces conformaban una de las parejas más inusuales del entretenimiento, no solo por la edad de ambos (Preysler cumplirá 72 en febrero y Vargas Llosa 87, en marzo), sino por sus respectivos oficios: él, político y escritor; ella, socialité, empresaria y una protagonista permanente de las revistas rosa.

En 2020, durante la celebración del décimo aniversario de su premio Nobel, el peruano había contado a medios españoles que su nueva pareja había renovado en él su vocación de escritor, la mejor cosa que —dijo en su momento—le había pasado en la vida.

La prensa española, que durante estos 8 años ha seguido la pista de la relación, no ha ahorrado calificativos ahora que ya no están juntos: “parecían vivir una historia de amor maduro, aunque, por lo visto, han sido víctimas de la inmadurez de una pasión juvenil”, “Vargas Llosa se queda sin novia, pero ya tiene el argumento para una novela”, escribe hoy el diario La Vanguardia.