Se hizo famoso por no querer ser famoso. Su primer libro, El guardián entre el centeno, lo convirtió en un héroe para millones de adolescentes y en un maestro ante los ojos de los críticos literarios. Pero después, su reclusión e insistencia en no figurar elevaron su imagen a dimensiones míticas.
Durante los últimos 45 años de su vida J.D. Salinger, considerado uno de los escritores más importantes del siglo XX, se encerró en su casa en New Hampshire y no volvió a publicar una sola línea. Por supuesto, muchos han tratado de contar su historia y han fallado en el intento. El muro de silencio que rodeaba a Salinger era infranqueable. Hasta ahora.
Dos estadounidenses pasaron nueve años y gastaron casi dos millones de dólares para desmontar el mito. Ahora presentan una biografía y un documental que parecen ser el perfil más completo de ese autor rodeado de incógnitas.
Se llama Salinger y, supuestamente, devela en sus 700 páginas secretos del escritor que nunca antes se habían conocido. Shane Salerno y David Shields, los autores de este complicado trabajo de investigación, hicieron a cuatro manos el documental y la biografía. Salerno es un guionista de Hollywood que trabajó en Armageddon y es uno de los autores de las secuelas de Avatar.
Shields es un escritor más o menos conocido que ha ganado un par de premios de literatura. Juntos se dedicaron a entrevistar a más de 200 personas que conocieron a Salinger y recolectaron unas 100 fotografías nunca antes vistas, cartas inéditas y documentos públicos en los que se basan para armar, de nuevo, la vida de este famoso ermitaño.
El primer dato importante es que Salinger, quien murió en 2010, dejó cinco obras inéditas con instrucciones para que se publicaran a partir de 2015. Y así será, aunque todavía no se sabe cuál casa editorial tendrá la suerte de hacerlo. Una es un libro de cuentos titulado The Family Glass que completa la historia de la familia Glass, protagonista de varias de sus obras.
Otro se llamará The Last and Best of the Peter Pans, que traerá historias de los Claufield y se publicará en un mismo tomo con El guardián entre el centeno, porque habla de la familia de Holden, el protagonista de esa novela. También viene un manual del vedanta, una filosofía religiosa que hace parte del hinduismo, a la que Salinger se unió en sus últimos años. Y dos novelas sobre la Segunda Guerra Mundial, en la que el escritor participó como agente de un cuerpo de contrainteligencia que se encargaba de entrevistar a desertores nazis.
En la biografía también está el testimonio de Jean Miller, una joven que Salinger frecuentó al volver de la guerra. “Me dijo que si no me hubiese conocido, no habría podido escribir ‘Para Esmé — con amor y sordidez’”, uno de los cuentos más conocidos del escritor.
Ella tenía 14 años cuando se conocieron y durante mucho tiempo se enviaron cartas y pasaron días juntos en Florida y Nueva York. Cuando ella cumplió los 20 años tuvieron relaciones por primera vez. Al día siguiente, Salinger terminó la relación para siempre. “Creo que él disfrutaba de que yo fuera una niña”, dice Miller.
Que al autor le gustaban las adolescentes no es una revelación –estuvo involucrado con mujeres muy jóvenes–, pero la biografía sí da una pista de por qué: según Salerno y Shields, Salinger solo tenía un testículo. Los autores especulan que la inseguridad que eso le producía lo hizo buscar siempre parejas que tuvieran poca experiencia sexual y con las que difícilmente llegaría a consumar la relación.
Pero también dicen que entre los pocos amigos que Salinger hizo después de 1965, cuando desapareció casi por completo, estaba un grupo de jóvenes que lo visitaban y a los que una vez dio una entrevista. El autor se consagró como una voz importante para los adolescentes de la época –y de hoy– justamente porque sabía reflejar sus preocupaciones en sus libros. Quizá por eso mismo se rodeaba de ellos.
Salinger se casó por primera vez con la alemana Sylvia Welter, a quien conoció en Europa antes de llevarla a vivir a Estados Unidos. Pero el matrimonio duró poco. Leila Hadley Luce, amiga del escritor, dice en el documental que “descubrió cosas perturbadoras sobre el papel de Welter en la guerra, específicamente con la Gestapo”. El padre de Salinger era judío y luchó en la guerra contra los nazis, por lo que la noticia lo afectó mucho. Cuando el autor lo supo, le dejó a Sylvia en su plato de desayuno un pasaje de regreso a Alemania.
Aunque los amantes de J. D. Salinger están felices con la noticia de que habrá más libros y apasionados con los nuevos datos sobre su vida, el autor seguramente no estaría tan emocionado. Durante muchos años trató de esconderse de la fama que ganó con sus primeras obras y mantuvo su vida privada casi en secreto. Pensaría, quizá, como su personaje más célebre, Holden Claufield: “Algunas cosas deberían permanecer como están. Uno debería poder meterlas en una gran caja de cristal y dejarlas ahí, tranquilas”.