Juana Acosta habla de su éxito en España

Juana Acosta, en un traje de Fernando Claro, el diseñador preferido de las grandes estrellas españolas; Juana, en Chanel, Lanvin, Armani, Michael Kors, Carolina Herrera, Óscar de la Renta o Christian Dior. La colombiana es elegida como la mejor vestida en un entallado traje negro de Dolce & Gabbana. Esas imágenes se multiplican por España. 

Con esa sonrisa que no es fácil de identificar, ella es símbolo de elegancia en ese país donde vive hace casi dos décadas. “Tengo la suerte de colaborar con marcas europeas maravillosas y con un superequipo de estilistas, maquilladores y peluqueros que me ayudan a que todo sea más fácil”, asegura.

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La actriz regresó al país para participar en Colombiamoda, como imagen de la propuesta Maestros Ancestrales, un proyecto de la revista Fucsia que la diseñadora caleña Renata Lozano realizó para la marca Arkitect (exclusiva del Grupo Éxito) junto con la comunidad emberá chamí y con el apoyo de Club Colombia, Inexmoda y Artesanías de Colombia.

“Es maravilloso participar en una colección al alcance de todos, con buen contenido de moda y, en este caso, piezas hechas por artesanos a precios que las colombianas se puedan permitir. Con la moda también se comunica, es un medio de expresión”.

La presencia constante de la artista en la alfombra roja solo es una prueba más de lo bien que se ha integrado entre los españoles, que muchas veces hablan de ella como una más de la casa. “Me siento valorada y querida por los colegas y el público. En todos estos años han pasado muchas cosas, he logrado una continuidad en el trabajo que me ha permitido estar cada vez más presente. Agradezco todos los días el lugar que encontré en España para evolucionar como actriz”, reconoce.

Aunque inicialmente estudió Bellas Artes, Juana era ya una figura de la actuación en Colombia cuando, en el año 2000, se radicó en el país ibérico para interpretar un pequeño papel en la serie Policías.

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“El camino en un país que no es el de uno es difícil, ?toca romper con estereotipos para abrir puertas, pero siempre el trabajo se ve recompensado cuando lo hacemos desde el corazón y el compromiso. En España me acogieron y me han dado un espacio creativo dentro de una industria bastante cerrada, me siento muy afortunada”.

Y no es para menos, en los últimos 20 años ha realizado infinidad de papeles, especialmente en cine y televisión, no solo en España, sino también en Francia, Italia, Inglaterra, Serbia, México, Venezuela, Estados Unidos y Colombia. “Ninguna carrera es fácil, y menos si quieres hacerlo bien. Creo en el trabajo y la disciplina, soy muy determinada y mi impulso artístico me ha llevado hasta donde estoy ahora”.

Asegura que vive un momento profesional maravilloso. “Me llegan personajes contundentes y poderosos, mujeres de acción, protagonistas de sus propias vidas, con conflictos muy interesantes”. Sin embargo, no todo es color de rosa, la fama y el reconocimiento tienen ventajas, pero también llegan con elementos no tan agradables. “Lo bueno es poder ayudar a los demás; lo malo, estar tan expuesto; lo feo, los paparazzi”.

En España, la llamada “prensa del corazón” destaca cada una de sus apariciones en premios y galas, pero con igual atención están pendientes de sus vacaciones en la playa con su hija, de las particularidades de su reciente separación o de sus supuestas nuevas parejas, como el arquitecto español Óliver Sánchez. “El manejo de la prensa es delicado; a veces me incomoda sentirme tan expuesta, pero asumo que en algunas ocasiones va de la mano del trabajo”.

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Paralelo a su carrera, desarrolló una relación sentimental con el actor argentino Ernesto Alterio, de quien se separó el año pasado, tras 15 años de convivencia y una hija, Lola, de 12. El cambio de su estado civil le significó, en muchos aspectos, comenzar de cero. Casa nueva, barrio nuevo, muebles nuevos, vida nueva, sin el hombre que fue su cómplice durante tres lustros.

“El amor se transforma y, a veces, asumirlo es muy doloroso, pero cuando se hace el movimiento desde el amor y el respeto, todo se coloca en el lugar indicado”, asegura convencida. Ambos han afirmado que, simplemente, su amor cambió.

Por fortuna, su vida profesional sigue viento en popa. En lo que va corrido del año ha hecho dos películas: Las consecuencias, un drama de la hispanovenezolana Claudia Pinto; y una comedia, El inconveniente, del sevillano Bernabé Rico. “He tenido un año muy cargado de trabajo, porque en los dos filmes tenía personajes protagonistas. Han sido meses intensos, pero me siento muy feliz con el resultado”.

?El cine, el lenguaje que más le gusta, le ha dado muchas satisfacciones. A pesar de que siempre ha sido amante de la nouvelle vague y de sus directores, y de que insistió en que su objetivo no era Hollywood, el año pasado filmó su primer largometraje en Estados Unidos, al lado de Lawrence Fishburne, Edward James Olmos, Esai Morales y Juan Pablo Raba.

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“Fue una experiencia buenísima, trabajé con una productora que cree en la igualdad de pago entre hombres y mujeres, y que nos empodera dentro de la industria. Tuve un personaje maravilloso de una luchadora y valiente. Trabajar con Lawrence Fishburne fue un regalo, y hacerlo en inglés me hizo crecer. Con Juan Pablo habíamos trabajado juntos otras veces y reencontrarnos fue muy emocionante”.

?Acosta no para de reinventarse, exigirse y crear nuevas metas. “Soy perfeccionista”, se define. Del país que ama, y cuya violencia le dejó heridas que ha logrado cerrar, nunca se ha alejado del todo. “Mis raíces son colombianas, mis costumbres, mi esencia, mis referencias y mi tradición ancestral vienen de aquí, y seguirá siendo así siempre, por muchos años que viva fuera del país”.

* Este artículo hace parte de la última edición de la revista Jet Set. Puede leer más artículos aquí.