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Julián, hijo del fallecido actor Toto Vega, cuenta cómo se vive Festiver en Barichara sin su padre
En su 14° edición, el festival no solo celebra el cine, sino que también se convierte en un potente motor de cambio ambiental.
En una entrevista con SEMANA Julián Vega narró cómo se vive el Festival de Cine Verde de Barichara a dos años del fallecimiento de su padre, el actor santandereano, Toto Vega.
“Me vuelve el alma al cuerpo”, afirma Julián Vega, al reflexionar sobre cómo el legado de su padre sigue vivo en Barichara, especialmente durante el festival, uno de los eventos cinematográficos más emblemáticos de Colombia.
Este año, en su 14° edición, el evento le sigue dando vida al legado que Toto Vega estableció hace 14 años y que siguió cultivando hasta el último instante de su vida, justo después de la clausura del festival en el año 2022.
Julián, realizador audiovisual y actor, viajó desde Vancouver, Canadá, su lugar de residencia actual, únicamente para unirse al equipo de producción y ha dedicado estos días a documentar y captar los momentos más significativos del festival.
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“Este evento tiene una temática ambiental muy poderosa”, le dijo a SEMANA
La propuesta no solo se centra en la proyección de películas, sino que también ofrece un espacio para que artesanos locales puedan exhibir sus productos naturales, como jabones y otras creaciones, resaltando así la riqueza del talento de Barichara.
Uno de los objetivos fundamentales del festival es fomentar la creación de agentes de cambio dentro de la comunidad, enfocándose en la protección del medio ambiente. Julián destaca actividades clave como la limpieza de quebradas y talleres educativos, que abarcan diversas áreas, incluyendo la dirección de fotografía.
Un evento especialmente significativo para el joven actor es ‘Campecine’, una iniciativa que lleva el cine a zonas de difícil acceso, acercando el arte a quienes normalmente no tienen la oportunidad de disfrutarlo.
Este es el segundo festival que se celebra sin la presencia física de Toto Vega, y la ausencia de su carisma se siente profundamente. “Hace una falta gigantesca”, expresó Julián, recordando cómo su padre solía ser el alma del evento, conocido por su amabilidad y su capacidad para conectar con todos. “Su rostro y su calidez se extrañan en cada esquina”, añadió.
A pesar de la tristeza por la ausencia de su padre, Julián siente una profunda satisfacción al estar presente en el festival. “Me siento supremamente feliz de poder seguir sus pasos”, confesó.
La conexión con su padre se manifiesta no solo en sus recuerdos, sino también en la forma en que las personas lo reconocen por su parecido físico y su carácter. Para Julián, este festival es una forma de mantener viva la memoria de Toto, un homenaje que se vive en cada actividad y conversación.
El Festival de Cine Verde de Barichara comenzó el 19 de septiembre y concluirá mañana, 22 de septiembre. Durante estos días, se han llevado a cabo talleres, exposiciones, y conversatorios, además de un mercado verde en la plaza principal del pueblo.
Las noches se iluminan con proyecciones de las películas oficiales del festival, ofreciendo una experiencia cultural enriquecedora para todos los asistentes.
Hoy, la comunidad se une para realizar la limpieza de una quebrada, y mañana, se llevará a cabo una siembra de árboles, entre otras actividades. Así que, si se encuentra cerca de Barichara o busca un plan especial, aún tiene la oportunidad de disfrutar de este festival que, desde hace 14 años, da vida a las encantadoras calles del pueblo más bonito de Colombia.
Invitados especiales como fotógrafos, cineastas, directores, productores y escritores de diferentes partes del Colombia y de países como España, México, Estados Unidos, Argentina y Reino Unido consolidan a este festival como uno de los más importantes del país.
Paul Evans, cofundador de la organización Greenshoot y del programa de producción sostenible del Reino Unido, Jim Kolmar, curador independiente de cine, consultor y escritor y Sebastián Alzate, de Clap Studios y profesor en EAFIT, hicieron parte de los invitados para conversar sobre cine y sostenibilidad.
El legado de Toto Vega no solo persiste en la memoria colectiva, sino que también se sigue cultivando a través de su familia. Su esposa, Nórida Rodríguez, y Juliana Paniagua, hija de la actriz, continúan su legado, asegurando que la esencia del actor y su amor por el cine y el medio ambiente perduren en el tiempo.