Farándula
Kanye West saca 500 pares de zapatos de su casa con Kim Kardashian
La extravagante colección tiene sentido, si se considera que el magnate del rap revoluciona la multimillonaria industria de los tenis con sus diseños.
El divorcio entre el cantante y la reina de los reality shows apenas comienza y ya ofrece un abrebocas de la danza de millones que será.
Mientras que los equipos legales de las partes arman sus casos para el tira y afloje de quién se queda con qué, la sola mudanza de West cobra visos de producción cinematográfica.
Quienes lo conocen, saben muy bien que Kanye es un gran amante de la ropa y los accesorios, de modo que solo sacar esta parte de sus pertenencias del hogar está tomando camiones y camiones.
Así lo reportó Page Six, suplemento de farándula del New York Post, de acuerdo con el cual Kanye ya movió la friolera de 500 pares de zapatos de la mansión que compartían antes de su separación en Calabasas, el exclusivo suburbio de Los Ángeles preferido de otras celebridades como Katie Holmes, Jennifer López y Justin Bieber y casi todos los miembros del clan Kardashian-Jenner.
La publicación informó además que, para hacer menos dramático el trasteo, Kim resolvió irse con sus cuatro hijos a Turcas y Caicos, un paraíso en el Caribe, desde donde publicó en Instagram algunas fotos posando en bikini.
Lo curioso es que estaba calzada con un modelo de Yeezy, la línea de tenis que Kanye diseñó para Adidas, así que la crónica rosa lo consideró una especie de guiño a su marido llevándose sus zapatos.
En las redes sociales, la chismografía al respecto del divorcio está siendo tan incisiva, que algunos fans de la pareja se tomaron el trabajo de comparar algunas fotos recientes y del pasado en sus cuentas de Instagram, para llegar a la conclusión de que Kim ya se tomó el closet del rapero, con quien comparte una fortuna conjunta de 4.200 millones de dólares, de acuerdo con el sitio Celebrity Net Worth.
La cifra no tiene nada de ilógico, pues es justo gracias a su agresiva incursión en el mundo de los zapatos deportivos que Kanye se está tapando en plata.
En 2019, la tienda de lujo en línea Farfetch informó que los tenis más caros del mundo ese año fueron los Jasper, un modelo que West diseñó para Louis Vuitton en 2009, los cuales se lanzaron a 1000 dólares.
El año pasado se conseguían por algo más de 27.000 dólares y hoy, por más 32.000.
Superficialmente, Kanye es visto como el incoherente esposo de Kim que sale a decir disparates cada vez que se le sale de control su trastorno bipolar. Pero la verdad es que, además de magnate del rap, lo es del mundo de la moda, incluso mucho más que su propia esposa, con quien conformaba una de las parejas poderosas de ese sector.
Ello debido a que él no solo presta su nombre a las marcas, sino que resultó ser un magnífico diseñador.
En el auge de la industria de los tenis, que mueve unos 55.000 millones de dólares anuales, West es considerado un revolucionario, según un informe de Forbes en el cual el analista John Kernan calificó su labor como “trascendental”.
Todo gracias a su línea Yeezy, para Adidas, que en 2019 vendió alrededor de 1500 millones de dólares.
La revista afirmó que el desempeño de la colección es tan arrollador que amenaza, tanto en términos de astucia comercial como de influencia cultural, al imperio del basquetbolista Michael Jordan, que vende 3000 millones de dólares anuales.
¿Cuál es el secreto? Escasez, sería la palabra clave, pues Kanye solo lanza cantidades limitadas de un modelo, pero en una amplia gama de colores y eso es lo que hace tan “taquilleros” los productos asociados a una celebridad.
La preminencia que le reconocen los expertos se debe particularmente a sus tenis Yeezy Boost 350, estrenados en 2015.
Se trata de una mezcla de su notable chispa creadora (un beneficio de su trastorno bipolar, según afirma el mismo cantante) con la tecnología Boost de Adidas, cuyo plus consiste en que le devuelve la energía al corredor.
Forbes también registró otro “milagro” operado por West: “Convirtió los tenis en prendas de alta moda y así los low-top (que no cubren el tobillo) se pusieron en furor otra vez”.
El cambio de mentalidad fue tal, que desde que él irrumpió en el mercado, los consumidores no tienen reparo en pagar 200 dólares por unos zapatos para entrenar, algo impensable en otras épocas.
*Con información de la revista SoHo.