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Kanye West y Kim Kardashian no se dirigen la palabra
Se conocen nuevos detalles de la separación definitiva entre la socialité y el cantante.
Kim Kardashian y Kanye West ya ni se hablan desde que tomaron la decisión de divorciarse. Habría sido el rapero de 43 años quien optó por cambiar los números de sus líneas de celular y le habría dado la indicación a su expareja de solo contactarle a través de su equipo de seguridad, según un reporte de Page Six,
De acuerdo con la información que obtuvo el sitio web a través de alguien cercano a Kim y Kanye, fue él quien de manera inesperada decidió cortar la comunicación. Sin embargo, esto no ha sido excusa para que ambos continúen involucrados, la mayor parte del tiempo que les es posible, en la crianza de sus hijos.
De hecho, se ha confirmado que West visita a los pequeños North, de siete años, Saint de cinco, Chicago de tres y Psalm de uno, cada vez que su madre no se encuentra en la mansión, de sesenta millones de dólares, en la que residen en Hiddens Hill, California. Esto gracias a que West tomó la decisión de no retirarse a su rancho en Wyoming, donde sí pasó las festividades de fin de año, a más de mil setecientos kilómetros de distancia de sus hijos. Por el contrario, se ha dedicado a grabar en Los Ángeles, para poder verlos con mayor frecuencia.
Pensando en el bienestar de sus retoños procuran siempre uno de los dos estar con ellos, apoyados por “un ejército de niñeras” como señaló la fuente, y por otras personas relevantes para sus vidas como sus famosos tíos y su abuela, Kris Jenner, lo que ha facilitado la transición a los cuatro hijos que tienen en común.
Aunque Kim se ha mostrado siempre dispuesta a permitir a Kanye estar presente en la vida de sus herederos, él es quien ha tratado a toda costa evitar el trato con ella incluso desde antes del 19 de febrero, día en que se conoció que la mayor de las Kardashian solicitaba el divorcio, después de más de seis años de matrimonio.
La parte más compleja de la disolución ha sido la custodia, pues en términos de propiedades y dinero, todo resulta aparentemente fácil de resolver, gracias al acuerdo prenupcial al que ambos accedieron años atrás. Y es que teniendo cada uno su propio emporio y fortuna, se pensaría que no hay necesidad de entrar a discutir por nimiedades.
Kim ha tratado de pasar la mayor parte del tiempo desde la ruptura, rodeada por su familia, y ha reconocido flaquear en algunos momentos, como se ha visto en el tráiler de la última temporada del reality Keeping up with the Kardashians, grabado el año pasado, en el que se le ve diciendo entre lágrimas “Me siento como una maldita perdedora”.
El show sin duda dejará ver un poco más de cerca lo que vivieron en sus últimos meses juntos, afrontando dificultades como el trastorno bipolar de West. Aunque aún parece no sentirse recuperada de todo esto, Kim, de 40 años, está decidida a permanecer sola sentimentalmente hasta que todo esto pase.
En el caso de West, el divorcio puede ser la menor de sus preocupaciones. Esta misma semana se ha conocido que Steve Stanulis, antiguo guardaespaldas del excéntrico rapero, se encuentra negociando con grandes estudios la producción de un documental sobre la relación jefe-empleado que los unió en el pasado.
Stanulis asegura tener muchas historias sobre el músico para contar, lo que ha comenzado a revelar en diferentes entrevistas en los últimos años. Ni siquiera una demanda interpuesta en 2016 por su antiguo empleador, por supuestamente infringir un acuerdo de confidencialidad, lo ha detenido.