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Kepa Amuchastegui, el conmovedor homenaje de los India Catalina al entrañable papá de don Armando

El reconocimiento a toda una vida para el actor, director y escritor de origen vasco fue el momento más sentido de la velada.

28 de marzo de 2021
A sus 79 años, Kepa Amuchastegui continúa trabajando en el medio artístico.

Durante la entrega de los Premios India Catalina 2021 este viernes, Kepa Amuchastegui recibió a sus 79 años el galardón Víctor Nieto a toda una vida. Un homenaje a sus carrera de más de cincuenta años en el medio artístico.

En una ceremonia que evolucionó para adaptarse a los tiempos de pandemia, la edición número 37 de la premiación abandonó su tradicional escenario de las noches cartageneras, para recurrir a una transmisión entre lo virtual y lo presencial en un estudio de televisión.

El momento de la entrega del premio a Amuchastegui, quien hizo su primera aparición ante las cámaras en 1983 en ‘La pezuña del diablo’, fue uno de los más especiales. Después de un breve resumen de algunos de sus trabajos más memorables, entre los que se destaca su paso por producciones como actor en Los pecados de Inés de Hinojosa’ y ‘Yo soy Betty la fea’, y como director en ‘La casa de las dos palmas’ y ‘El fiscal’, Kepa agradeció visiblemente emocionado el honor.

“Quiero agradecer este honor que me hace el Festival de Cine de Cartagena, como segundo quiero agradecer a mis papás que nunca me prohibieron sino que me impulsaron más bien a meterme en este territorio tan maravilloso y al mismo tiempo tan peligroso como es las artes audiovisuales”, comentó con una sonrisa el artista.

Además, aprovechó el espacio para dedicar unas palabras especiales a su esposa Bellien Maarschalk. “Fuera de ser mi mujer y compañera de vida durante más de cincuenta años, me dio dos hijos absolutamente maravillosos y además fue una colaboradora mía muy estrecha en todas las producciones, tanto de teatro como de televisión que hice en calidad no solamente de actriz, sino también de asistente de dirección, de editora”.

La encargada de entregar la distinción fue la actriz María Cecilia Botero, quien había recibido el homenaje el año pasado, y tuvo también su espacio para dar los agradecimientos, luego que el año pasado se suspendió la ceremonia a causa de la declaración de la pandemia.

Como parte del homenaje se transmitió también un video con mensajes de felicitación para Amuchastegui, en el que aparecieron entre otros su hija Iona desde Holanda, y algunos de sus amigos del medio como Gloria Gómez, Consuelo Luzardo y Robinson Díaz.

Su trayectoria

Kepa empezó muy temprano en el teatro. Fue mientras estudiaba arquitectura, una carrera de la que nunca se graduó, porque la actuación lo conquistó desde los primeros semestres.

Al ingresar a un grupo de teatro de la Universidad de los Andes con el papel de un viejo de la edad que hoy tiene, en el que debía hacer un monólogo de una hora y diez minutos. Su talento era evidente y desde ahí empezó una racha de éxitos que le granjearon giras en festivales en Europa y Nueva York.

Su fama vino en 1964 con una obra de Fernando Arrabal que era una reconstrucción de la pasión de Cristo en un cementerio de automóviles, entre prostitutas y músicos que habían encontrado allí un sitio para vivir. Había también un desnudo, pero eso fue insignificante frente a lo otro, que se recibió mal en la sociedad mojigata de su época.

“Una señora que no había visto la obra envió una carta al alcalde y luego al obispo quien alertó a la policía. Esta a su vez llegó al teatro con una orden de cerrarlo. La razón que daban es que una señora extranjera, Kepa de Amuchastegui había montado una obra blasfema y eso no se podía dar en Bogotá”. Sellaron el teatro y lo metieron a la cárcel, hecho que generó grandes protestas de sus amigos y colegas para que lo liberaran.

Lo bueno del incidente es que cuando salió de la cárcel ya todos sabían quién era Kepa Amuchastegui. Luego ganó el premio a mejor actor en un festival de teatro en Bogotá que consistía en una beca en Francia para estudiar teatro durante año y medio.

Dice que llegó a París endiosado, presumido, petulante y engreído. Esa primera noche en la ciudad Luz tuvo un accidente en el cual se quemó el brazo, las costillas, la cara y debió permanecer durante dos meses en un hospital en el pabellón de quemados.

“Mi único contacto era un radio de transistor que me servía para escuchar noticias. Al final salí humilde físicamente, porque estaba muy maltratado; pero también humilde mentalmente porque me di cuenta de que yo no sabía nada y tenía que aprender desde cero, que era malo comparado con los directores y actores que encontré allá. De no haber tenido ese accidente esa primera noche no sería lo que soy yo ahora”.

Pensaba que nunca iría a la televisión, un medio que despreciaba y no merecía los esfuerzos de un actor y director como él. “Prefiero prostituirme haciendo publicidad, pero no traicionando mi arte”, decía en aquella época.

Todo cambió en 1983 cuando David Stivel y Julio Jiménez le propusieron trabajar en este medio. Fue tanta la insistencia que él preguntó: Bueno, ¿y ustedes cuánto pagan por eso? Cuando Kepa vio la cifra dijo: ¿dónde firmo?.

Con Amparo Grisales se conoció trabajando en Los pecados de Inés de Hinojosa. “Yo era Pedro Bravo de Rivera y fui a maquillaje. Cuando estuve listo le pregunté al director, Jorge Ali Triana, cómo le parecía y me contestó que me veía muy bien. Entonces fui a vestuario y pregunté por la ropa para la escena, pero el encargado no decía nada. Después de mucho insistir él dijo: ‘usted no tiene vestuario. En la primera escena usted va desnudo en la cama’. En efecto era un plano Amparo sobre mi”, recuerda.

“Fue terrible el susto, aunque tanto Amparo como yo somos profesionales, pero fue una situación difícil porque la escena se demoró mucho. A Jorge Alí se le había olvidado que estábamos en una casa del centro de Bogotá y había mucho ruido. Mientras fueron a cerrar las calles para solucionar el problema Amparo y yo pasamos un buen tiempo en la cama desnudos con una sábana blanca, charlando”.

Amuchastegui es ateo, o al menos agnóstico, pero eso no fue impedimento para hacer el papel de papa Francisco en una película de la National Geographic sobre sobre el pontífice. Me metí en el personaje, y más que parecerme a él físicamente, traté de imitar su bondad y sencillez a la que llegó después de pasar por una época de petulancia”.

Su más reciente trabajo fue en ‘La reina de Indias y el conquistador’. Y además hace un año está dedicado a su canal de YouTube ‘ConKepaAmuchastegui’, en el que publica videos caseros en los que recita poemas, canciones, textos y charlas sobre actuación y dirección de teatro, cine y televisión.

“Están dirigido a todo el mundo pero también trato de darle guías, no desde la teoría sino desde mi vivencia, a los que quieren seguir este camino” dice el hombre que lleva toda una vida en el oficio.