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Kim Kardashian les regaló a sus hijos una miniciudad
La celebridad agregó una nueva y sorprendente zona de juegos a su propiedad de 60 millones de dólares.
Kim Kardashian sorprende de nuevo con otra de sus excentricidades, aunque esta vez quienes disfrutarán del peculiar proyecto que construye en el patio trasero de su casa son North, Chicago, Psalm y Saint, hijos de su matrimonio fallido con Kanye West.
La mayor del clan Kardashian ha creado “Lil Hidden Hills”, una ciudad a la medida de sus pequeños herederos, que cuenta con un castillo de Lego, un exclusivo Starbucks y hasta su propia tienda de KKW Beauty, la línea de maquillaje que la celebridad lanzó en 2017.
Y es que para sus hijos acostumbrados a vestir con marcas lujosas y a vacacionar en destinos exclusivos, la socialité siempre piensa en grande, así que no bastaría con una casa de muñecas o una casa en el árbol, como para el resto de los mortales.
En la miniciudad que cuenta con una sola calle principal se puede visitar un restaurante inspirado en aquellos americanos de la década de 1950, un supermercado y una pastelería. Además de un cajero, una torre de vigilancia y una estación de bomberos, para dar una sensación de vivir en el mundo real, claro está como lo perciben sus hijos.
Kim no ha dejado de lado ningún detalle sobre Lil Hidden Hills. Está más concentrada en lograr que dentro del lugar todo tenga la apariencia y el lugar preciso. Cada negocio cuenta con su letrero y la vía principal tiene iluminación para asegurar largas jornadas de juego, hasta que sus hijos y seguramente sus sobrinos lo deseen.
El nombre del miniparque temático hace referencia a Hidden Hills, el exclusivo vecindario en el que vive con otras celebridades la mayoría de los miembros de la familia Kardashian.
Aunque ella no ha comentado al respecto, se conoció del proyecto a raíz de la gran afluencia de trabajadores de la construcción a su mansión en las últimas semanas. Además, el Daily Mail obtuvo fotografías aéreas de la obra.
Esta pintoresca zona de juegos seguro incrementará el valor de la propiedad que adquirió junto a Kanye West en 2014 y en la que se sabe hicieron renovaciones por más de veinte millones de dólares.
Al parecer, dentro de los acuerdos a los que han logrado llegar en su trámite de divorcio, la empresaria y modelo permanecerá en esa mansión junto a sus hijos. Es en lo poco que han logrado conciliar, pues personas cercanas a ellos han dicho que su rompimiento se debe a que tienen una “visión diferente del mundo y de cómo criar a sus hijos”.
Kim, de 40 años, está enfocada en ello precisamente, y dedica más que nunca su tiempo a sus retoños, y también a terminar sus estudios de Derecho, al parecer inspirada en gran medida por Laura Wasser, la abogada que la representa en el trámite legal. Sus familiares y amigos han dicho que luego de seis años de matrimonio junto al rapero está tratando de reconstruir su vida.
La ruptura ha sido algo traumática. Hace poco se supo que ya ni siquiera se dirigen la palabra, pues West optó por cambiar los números de sus líneas de celular y le habría dado la indicación a su expareja de solo contactarlo a través de su equipo de seguridad.
Aún así, el artista visita a los pequeños North de siete años, Saint de cinco, Chicago de tres y Psalm de uno, cada vez que su madre no se encuentra en la mansión, así que probablemente él también resulte jugando con sus hijos en la miniciudad. Se sabe que para él inspirar la creatividad en sus hijos siempre ha sido una sus prioridades.