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La boda secreta de Meghan Markle y el príncipe Harry nunca sucedió, lo que desmiente lo dicho a Oprah

La pareja había dicho que se habían casado en secreto antes de celebrar la boda oficial.

23 de marzo de 2021
Harry duque de Sussex y Meghan
Foto de Karwai Tang / WireImage | Foto: WireImage

El príncipe Harry y Meghan Markle han confesado que la boda secreta que la duquesa de Sussex describió en su explosiva entrevista con Oprah Winfrey no sucedió, informó el Daily Beast.

Un portavoz de la realeza dijo a la publicación que “la pareja intercambió votos personales unos días antes de su boda oficial y legal el 19 de mayo”.

Dado que tal servicio no constituye una boda formal, la unión secreta de la pareja real no era legítima, como Markle le había dicho a Oprah en la entrevista del 7 de marzo.

La exestrella de “Suits”, de 39 años, dijo en la entrevista: “Sabes, tres días antes de nuestra boda, nos casamos. Nadie lo sabe. Los votos que hemos enmarcado en nuestra habitación son solo nosotros dos en nuestro patio trasero con el arzobispo de Canterbury”.

The Sun también obtuvo la licencia de matrimonio de la pareja de la Oficina del Registro General el lunes, que también confirmó que la fecha legal de su boda es el 19 de mayo.

Las especulaciones de que Markle no dijo la verdad comenzaron casi inmediatamente después de que se emitiera la entrevista.

Un vicario del Reino Unido negó el reclamo de Markle a principios de este mes, y explicó que la Iglesia de Inglaterra requiere dos testigos para que cualquier matrimonio sea válido y que las ceremonias deben tener lugar en un “lugar de culto certificado”.

Markle también se encontró en un aprieto después de que los detectives de internet encontraron una publicación de blog que escribió en 2014 sobre la “pompa” que rodeó la boda del príncipe William y Kate Middleton en 2011.

En su entrevista con Winfrey, negó saber mucho sobre la realeza antes de conocer a su esposo.

Más reacciones de la realeza

Cuando Meghan y Harry dieron su explosiva entrevista con Oprah, el mundo entero volteó a mirar a una persona en Londres: la reina Isabel II. La monarca, que ha sobrevivido a todas las crisis del siglo XX y enfrenta con estoicismo las del XXI, podría ver en esa sacada de trapos de su nieto uno de los momentos más tristes de la monarquía británica.

La reina, además, vivía por esos días la angustia de tener a su esposo Felipe en la clínica con un pronóstico reservado a sus 99 años. Las luces todas se posaron sobre ellas, pero había alguien en el palacio de Buckingham que sufría en silencio: William.

El príncipe heredero es perfecto para su rol. Siempre tranquilo, nunca en un escándalo y con una familia perfecta, pareciera ser el rey que todo el Reino Unido quisiera tener, muy por encima de su padre, el príncipe Carlos, quien tiene derecho antes que él. Sin embargo, William se despachó también con ferocidad contra su hermano.

“Yo mismo estaba atrapado. No vi una salida. Estaba atrapado, pero no sabía que estaba atrapado”, comentó Harry a Oprah. “Atrapado dentro del sistema, como el resto de mi familia. Mi padre y mi hermano están atrapados, pero no pueden irse y siento compasión por ellos”, agregó él.

El sentimiento de compasión es muy opuesto a lo que debería generar un heredero al trono más importante del planeta. Y las pocas veces que Harry mencionó a su hermano dejaron ver que esa relación está rota.

El Sunday Times hizo un extenso reportaje este domingo sobre lo que se vive en el palacio de Buckingham, tras la controvertida entrevista. “No estoy atrapado”, habría dicho el príncipe, muy molesto por las declaraciones de su hermano.

En los últimos días se ha dicho que –aunque no lo dirá en público– a William le dolieron mucho las críticas descarnadas que hizo Meghan de Kate, pues ellos consideran que ni ella ni él trataron en algún momento mal a la nueva pareja.

“El príncipe William aceptó su papel y el camino trazado para él”, le dijo la fuente de palacio al diario inglés. “Es el nieto de la reina Isabel II. Tiene el sentido del deber y el servicio”, agregó.