“La brujería se usa para protegerse de las balas”

Semana.com: A pesar de que la brujería es una práctica recurrente, sigue siendo vista como un tabú. ¿Cómo abordaron el tema con los protagonistas del documental?

Jaime Escallón: Después de una rigurosa investigación en libros, artículos de prensa y estudios académicos, buscamos personas que han estado involucradas en el conflicto. Para ellos, era un asunto delicado pues sentían miedo por lo controvertido que podía resultar contar sus experiencias. Pero supimos conectarnos y todos vieron el valor en compartir sus historias.

Semana.com: ¿Cuáles son los ritos o prácticas más comunes en las fuerzas armadas y en la bandas delincuenciales en Colombia?

J.E.: En la guerrilla la brujería se usa principalmente para protegerse de las balas, para hacerse invisible y escapar cercos militares. La religión es más común en las víctimas y en el Ejército como una manera de enfrentar lo desconocido. Y ya como máxima expresión del terror de la guerra está el satanismo, muy común en los paramilitares.

Semana.com: ¿Cómo lograron dar con las historias y los testimonios de las personas que accedieron a contar algo tan oculto dentro de sus organizaciones?

J.E.: Algunos son desmovilizados, otros son víctimas del conflicto y unos más están activos. Todos de una u otra manera quisieron enviar el mismo mensaje: esto es un mundo oscuro y muchas veces incomprensible, donde la muerte siempre está a la vuelta de la esquina y donde los ‘los seres humanos llegamos a ser más malos que el mismo diablo’.

Es interesante que al hablar de este tema que parece del más allá, terminamos hablando de una realidad muy humana: del miedo, el sufrimiento, la crueldad, el deseo por vencer al enemigo, por escapar y por burlar a la muerte.

Semana.com: ¿En qué otros países en situación de conflicto también suceden este tipo de prácticas?

J.E.: Brasil, México, Guatemala, Venezuela y África. La violencia es una situación tan extrema y descarnada, que muchas veces los seres humanos deben recurrir al más allá para poderla soportar.