La Calle, la obra de Fernando Botero que podría convertirse en la segunda más cara de Latinoamérica

Una noticia que llamó la atención la semana pasada fue el precio que se está pidiendo por un cuadro del maestro Fernando Botero. Se trata de La calle, que consta de cuatro paneles y representa diferentes actividades de lo que sería la vida de un pueblo tradicional paisa. La obra de arte se puso en venta en Art Miami por 12 millones de dólares y, al parecer, tuvo una oferta que eventualmente fue rechazada por considerar el dueño que no correspondía al costo real del cuadro.

En este momento, está en venta en una galería de Houston por 18 millones de dólares. De llegarse a vender en esa cifra, La calle rompería de lejos todos los récords del pintor y sería la segunda obra latinoamericana más cara, después del cuadro de la mexicana Frida Kahlo que se vendió el año pasado por la suma de 34,9 millones de dólares.

¿Reglas son reglas?

Entre las reglas del Australian Open, uno de los circuitos de tenis más importantes del mundo, estaba que los participantes sin excepción tendrían que estar vacunados. Pero Novak Djokovic, el número uno en el ranking de este deporte y un escéptico de las vacunas, reveló que participaría aun sin revelar si está vacunado o no gracias a un permiso médico de un panel de expertos independientes. La noticia causó indignación, pues la medida busca proteger de la covid-19 a todos los participantes.

Además, Australia es uno de los países más estrictos con las normas de bioseguridad contra este virus. Todo parecía sugerir que, como el torneo no sería lo mismo sin él, lo mejor era dejarlo entrar sin dar cuenta de su estado de vacunación, el cual hasta hoy es un misterio. Pero al arribar Djokovic a Melbourne, no le permitieron su ingreso –no se sabe si por las críticas que recibieron las autoridades por dejarlo entrar al país sin el certificado de vacunación– y ahora sus abogados interpusieron un recurso que sería resuelto el fin de semana. Por ahora el tenista permanece en un hotel de la ciudad a la espera de definir su situación.

Ahora es sir Tony

Es tradición que a los primeros ministros de Gran Bretaña se les otorgue la distinción de Caballero Compañero de la Orden más Noble de la Jarretera, la más antigua y de mayor rango. Tony Blair, luego de una espera de 14 años tras abandonar la residencia de Downing Street, la recibió hace una semana. La demora se dio porque aparentemente el Palacio de Buckingham aún guardaba rencor por la manera como el funcionario manejó la muerte de la princesa Diana en 1997, cuando la describió como “la princesa del pueblo”. Su participación en esos días tristes fue tan importante que incluso la historia fue llevada a la pantalla grande con la película La reina, protagonizada por Helen Mirren. Teniendo en cuenta que esa demora suspendía los homenajes de los primeros ministros posteriores a Blair, el palacio no tuvo otra salida que concederle el honor. Será el primero que sir Tony reciba de la reina.

El amor platónico

Un detalle que ha salido a relucir tras la muerte de la talentosa Betty White es que tenía una gran atracción por el actor y director Robert Redford. En una oportunidad, le preguntaron a quién nombraría de vicepresidente si ella se lanzara a la presidencia y señaló que a Redford, de 86 años. “Claro está que pienso en él cada vez que tengo que contestar cualquier cosa”, explicó en esa ocasión. La última vez que habló del actor fue en una entrevista para la revista People en la que dijo que ni siquiera Ryan Reynolds, con quien compartió set en la cinta The Proposal, había logrado hacerla olvidar de Redford. “Él es el único”, dijo entonces.

Kiersten Mikelas, la asistente personal de White, añadió que para su cumpleaños 99 recibió un Robert Redford de cartón y que cada vez que entraba a su oficina lo saludaba con un “hola, cariño”. Por eso, ante su muerte el 31 de diciembre, uno de los primeros en manifestar su pesar fue el propio Redford. Dijo que White había hecho reír a muchos, incluido él. “Yo también tuve un enamoramiento con ella”, dijo Redford. Todo es platónico, claro está, porque White siempre fue devota de su esposo, Allen Ludden, con quien estuvo casada 18 años, hasta su muerte en 1981. La actriz falleció poco antes de cumplir 100 años y fue homenajeada por muchos que trabajaron con ella en su larga carrera.

Por fin se divorciaron

El matrimonio de 25 años entre Arnold Schwarzenegger y Maria Shriver terminó prácticamente hace más de diez años, pero solo esta semana se hizo oficial. Tanto Arnold como Maria siguieron sus vidas aparte hace años y ambos incluso ya han estado en relaciones sentimentales. La Shriver solicitó el divorcio en 2011 después de que Schwarzenegger revelara que había tenido un hijo con el ama de llaves de la familia. Ese niño es hoy Joseph Baena, quien tiene ambiciones como actor y cuenta con la ventaja de lucir una apariencia muy similar a la de su padre. La razón de la demora del divorcio es, según los expertos, una combinación de falta de motivación y un acuerdo de liquidación de propiedad muy complicado. A pesar de eso, decidieron mantener una relación cordial por el bien de sus cuatro hijos y optaron por manejar su divorcio en silencio y sin lanzar acusaciones en la corte o en público. Shriver es la hija de Eunice Kennedy Shriver, hermana del presidente John F. Kennedy, y de Sargent Shriver, candidato a vicepresidente en 1972. La pareja tuvo cuatro hijos, y la mayor, Katherine, está casada con el actor Chris Pratt.

La caída de un emporio

En 2003, Elizabeth Holmes, una estudiante de la Universidad de Stanford, de 19 años, colocaba el primer ladrillo de lo que sería su imperio: Theranos, una firma que prometía revolucionar la industria de las pruebas médicas y el cuidado de la salud desde Silicon Valley. Antes de convencer a los ricos inversionistas, les pidió a sus padres que pusieran el dinero de su educación en ese proyecto. Pronto otros más se dejaron seducir, y Theranos se convirtió en una solución prometedora no solo para la industria farmacéutica, sino para droguerías y consumidores finales que potencialmente podrían recibir resultados de exámenes de sangre en sus teléfonos.

Su cara apareció en las más importantes revistas económicas, pero en octubre de 2015 The Wall Street Journal publicó un artículo en el que denunció que la tecnología patentada de Theranos manejaba solo una fracción de los análisis de sangre que ellos decían hacer. La semana pasada, Holmes, de 37 años, fue hallada culpable de cuatro cargos de 11, fue absuelta de otros cuatro cargos, y el jurado no pudo llegar a un veredicto sobre otros tres que estaban considerando por tratar de engañar a los inversionistas, en uno de los más grandes escándalos empresariales de los últimos tiempos en Estados Unidos. Holmes, quien se declaró inocente de toda culpa, enfrentaría 20 años de prisión.