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La familia Biden está de luto tras la muerte de Champ, el perro que los acompañó durante 13 años

Jill Biden, la esposa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, escribió un nostálgico mensaje de despedida a quien fue el compañero en varios momentos en la vida de la familia.

19 de junio de 2021
Champ y Major en la Casa Blanca
La familia Biden está de luto tras la muerte de Champ, su perro que los acompañó por 13 años | Foto: Twitter: Weijia Jiang @weijia

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su esposa, Jill Biden, están de luto. Y no es para menos: uno de sus mejores amigos de cuatro patas murió este sábado. Se trata de Champ, uno de los perros de la familia del presidente, que anunció la noticia y describió al pastor alemán como “una compañía amada y constante en los últimos 13 años”.

“Champ murió en paz en casa”, dijeron los Biden en un comunicado. “Por siempre lo extrañaremos”. Major, el otro pastor alemán de los Biden, tuvo problemas para adaptarse a la Casa Blanca. En marzo, fue llevado por unos días a la casa de la familia Biden, en Delaware, tras un incidente con mordedura y finalmente en abril fue sometido a “entrenamiento adicional”, según dijo el portavoz de la primera dama.

Biden atribuyó las nada presidenciales conductas de Major a que a menudo encontraba inesperadamente a agentes del Servicio Secreto en cualquier rincón del complejo de la Casa Blanca.

Champ y Major en la Casa Blanca
Los Biden revivieron la vieja tradición de las mascotas presidenciales que se rompió con el expresidente Donald Trump, y llegaron a la Casa Blanca con los pastores alemanes Champ y Major. | Foto: Twitter: Weijia Jiang @weijia

Cuando Joe Biden llegó junto con su esposa e hijos a la Casa Blanca, rondaron muchas postales por todo el mundo, pero sin duda alguna la más querida fue la de Major y Champ cuando se instalaron en este inmenso sitio.

“La Primera Familia quería establecerse antes de llevar a los perros a Washington desde Delaware. Champ está disfrutando de su nueva cama para perros junto a la chimenea, y a Major le encanta correr por el jardín sur”, dijo en ese momento a CNN el secretario de prensa de la primera dama Jill Biden, Michael LaRosa.

El regreso de los caninos a la Casa Blanca

Con la llegada de los Biden a la Casa Blanca no cambiaron solamente las políticas del Gobierno norteamericano. También algunos de sus símbolos más entrañables: entre ellos la vuelta de mascotas a la residencia en Washington.

Trump se convirtió en el primer mandatario en 100 años en no tener a un amigo de cuatro patas acompañándolo en su estadía en el poder. Por eso, la llegada de Major y Champ Biden también llenó de ilusiones a muchos y sus fotos en los jardines de la Casa Blanca han causado furor en redes sociales.

Champ estuvo con la familia Biden durante más de 10 años, desde diciembre de 2008, semanas después de que Biden se convirtiera en el vicepresidente electo de Barack Obama.

Debido a que el pastor alemán pasó varios años junto con la familia Biden, la primera dama de Estados Unidos manifestó su profunda tristeza por la partida de Champ. En su cuenta de Instagram dijo: “Nuestros corazones están tristes hoy porque les dejamos saber que nuestro amado pastor alemán, Champ, falleció pacíficamente en casa. Fue nuestro compañero constante y querido durante los últimos 13 años y fue adorado por toda la familia Biden”.

En su sentido mensaje, Jill Biden habló del deterioro del estado de salud de Champ. “Incluso cuando la fuerza de Champ disminuyó en sus últimos meses, cuando entramos en una habitación, inmediatamente se levantaba, su cola siempre meneaba, y nos acariciaba con la nariz para rascarnos una oreja o un masaje en la barriga. Dondequiera que estuviéramos, él quería estar, y todo mejoró instantáneamente cuando estaba a nuestro lado”, escribió.

La primera dama agregó que “nada le gustaba más que acurrucarse a nuestros pies frente al fuego al final del día, unirse a nosotros como una presencia reconfortante en las reuniones o tomar el sol en el jardín de la Casa Blanca. En su juventud, era más feliz persiguiendo pelotas de golf en el jardín delantero del Observatorio Naval o corriendo para atrapar a nuestros nietos mientras corrían por nuestro patio trasero en Delaware. En nuestros momentos más alegres y en nuestros días más afligidos, él estaba allí con nosotros, sensible a cada uno de nuestros sentimientos y emociones no expresados. Amamos a nuestro dulce y buen chico y siempre lo extrañaremos”.

*Con información de AFP