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El inmigrante cubano que adoptó a Jeff Bezos cuando su papá lo abandonó

En un reciente video, el CEO de Amazon recordó la historia de dos sus progenitores: Miguel Bezos, quien lo acogió cuando era un niño y lo ayudo a convertirse en lo que es hoy y Ted Jorgensen, el padre biológico a quien nunca conoció.

26 de mayo de 2019
A raíz del homenaje del Museo de la Estatua de la Libertad en Nueva York, Jeff Bezos reveló en Twitter la increíble historia de inmigrante de su padre. | Foto: Afp

Desde que Jeff Bezos se convirtió en el hombre más rico del mundo, todo lo relacionado con su vida interesa.

Después de tres meses en los que la prensa no paró de hablar de su fracasado matrimonio, de su amante de origen cubano y de la fortuna que tuvo que dejarle a su ex tras el divorcio, ahora la atención se ha centrado en sus padres, tanto el adoptivo como el biológico.

El adoptivo, Miguel Ángel Bezos Pérez, hoy conocido como Mike, recientemente recibió la Estrella de la Libertad, que le otorgó la ciudad de Nueva York en la gala de inauguración del Museo de la Estatua de la que dirían que el honor le llegó por la gran donación que su familia hizo al museo.

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Pero en realidad Mike Bezos vivió una increíble historia de inmigrante. Su hijo multimillonario le hizo su propio homenaje con videos, fotos y mensajes que publicó en su cuenta de Twitter. Allí cuenta detalles desconocidos y conmovedores de cómo su padre salió de Cuba a Estados Unidos para escapar del régimen de Fidel Castro.

El padre del hombre más rico del mundo, cuya fortuna algunos calculan en 117.000 millones de dólares, llegó a Estados Unidos en 1962. Tenía 16 años, no hablaba inglés y llevaba solo un equipaje con tres mudas de ropa. Sus padres tomaron la difícil decisión de enviarlo ante los cambios que vivía el país tras la caída del régimen de Fulgencio Batista.

Así, sin conocer a nadie, ni hablar el inglés, el joven Mike Bezos pasó sus primeros tres meses en Estados Unidos en un campo de refugiados llamado Matecumbe.

En un comienzo los Bezos, de origen español, también querían que se acabara ese Gobierno, por lo que apoyaban a Castro. Cuando empezaron las medidas de corte comunista, ese apoyo se acabó. Como hizo con todos los negocios privados, el nuevo Gobierno nacionalizó el Aserrío Bezos, fundado por el abuelo de Mike. Ante esto, sus padres pensaron que lo mejor era que el menor de sus hijos, Miguel Ángel, buscara su futuro en Estados Unidos.

Foto: Jackie y Mike tuvieron dos hijos más y vivieron una vida nómada por cuenta del  trabajo de este en Exxon, que lo llevó a vivir incluso en Colombia en 1994. 

En julio de 1962 el joven salió de La Habana en la Operación Peter Pan, que entre diciembre de 1960 y octubre de 1962 sacó de la isla a 14.048 niños. La CIA y grupos católicos en Florida les facilitaban visas y hospedaje para que pudieran estar en ese país temporalmente. Ese día sus padres lo despidieron en la puerta del aeropuerto porque solo permitían entrar a los pasajeros. Mike abordó el avión y en 45 minutos aterrizaba en Miami.

Los padres habían planeado que el resto de familia se reuniría con él en cuanto la situación lo permitiera. Pero las cosas en Cuba solo empeoraron. En octubre, con la crisis de los misiles, Estados Unidos y Cuba cortaron sus relaciones y muchos de estos niños debieron pasar años sin saber de las familias que habían dejado atrás.

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Así, sin conocer a nadie, ni hablar el idioma, el joven Mike pasó los primeros tres meses en un campo de refugiados llamado Matecumbe. Pero ante la realidad de que estaba por su cuenta tuvo que abrirse paso solo en una sociedad que apenas conocía.

Gracias a la ayuda del Gobierno logró una beca en un colegio de Wilmington, Delaware, para terminar el bachillerato, Al graduarse encontró trabajo, pero tuvo una experiencia tan dura que decidió estudiar una carrera para tener un mejor porvenir.

De nuevo, con una beca para refugiados cubanos se fue a Albuquerque, Nuevo México, donde se formó como ingeniero mecánico y de computadores. En ese lugar no solo encontró una profesión con la cual sostenerse sino al amor de su vida: Jackie Gise.

Ante la ausencia del padre biológico del niño, que a duras penas pagaba la cuota de alimentos, Mike lo adoptó. De ahí en adelante Jeffrey Jorgensen sería Jeffrey Bezos.

Jackie había quedado embarazada a los 16 años de Ted Jorgensen, un joven de 18 años, bebedor, sin futuro profesional que ante dicha noticia le propuso matrimonio. Antes de que el niño naciera, la pareja se casó y formó un hogar.

Pero el plan no funcionó porque Jorgensen, pésimo padre y esposo, con frecuencia llegaba tarde y borracho a casa. Aburrida, al cabo de un año Jackie se marchó y se divorció en 1965, un año después de tener a su hijo Jeffrey.

Tres años después Mike y Jackie se casaron y ante la ausencia del padre biológico del niño, que a duras penas pagaba la cuota de alimentos, Mike lo adoptó. De ahí en adelante Jeffrey Jorgensen sería Jeffrey Preston Bezos.

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Exceptuando esos primeros años, ni Jackie ni Jeff tuvieron relación alguna con Jorgensen, a quien perdieron de vista. Solo volvieron a saber de él en 2013, cuando el periodista Brad Stone hizo una investigación exhaustiva para su libro The Everything Store: Jeff Bezos and the Age of Amazon.

En efecto, Stone dio con el paradero de Jorgensen en Glendale, Arizona. Entonces tenía 69 años, habia dejado el trago, se habia casado y tenía una tienda de bicicletas. Increíblemente, Jorgensen no sabía quién era Jeff Bezos, ni mucho menos que era su hijo. Por eso, “estaba aterrado ante la sugerencia de que él fuera el padre del más famoso CEO del mundo”, relata el autor.

Foto: Ted Jorgensen (izquierda) vio por última vez a su hijo cuando todavía usaba pañales. Al cumplir 4 años Mike, el nuevo esposo de su  madre, lo adoptó. 

A raíz de esta noticia, Ted quiso conocer a Jeff, “solo para verlo como mi hijo, no para pedirle nada”, dijo en una oportunidad. Incluso le envió una carta en la que le pedia perdón por haber sido un mal padre y haberlo abandonado.

Con el tiempo Jeff le contestó escuetamente que “no le guardaba ningún rencor”, pero más allá de esas palabras, nunca mostró interés en conocerlo. Así, Ted murió en 2015, a los 70 años sin haber conocido a su único hijo.

Mike Bezos consiguió trabajo en Exxon e incluso vivió en Colombia en 1994, cuando lo trasladaron al país.

Para Jeff Bezos está claro que su padre es Mike. “Solo pienso en él (Ted) cuando debo llenar un cuestionario en la consulta médica”, dijo a la revista Wired.

Mike, quien consiguió trabajo en Exxon, tuvo dos hijos más con Jackie y una vida nómada con la compañía petrolera para la que trabajó durante 32 años. Incluso vivieron en Colombia en 1994 cuando lo trasladaron al cargo de director de proyectos.

En esa época su hijo se encontraba en la disyuntiva de si abandonar un gran puesto en Wall Street para abrir una librería en internet. Aunque mostraron sus dudas porque no sabían siquiera qué era internet, sus padres le enviaron una suma que le sirvió de capital semilla. Se dice que esa inversión les dio un rendimiento del 12.000.000 por ciento, aproximadamente.

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Mike Bezos nunca regresó a Cuba. Hoy Jackie y él dedican su tiempo a dirigir la fundación Bezos y a cuidar a sus 11 nietos.

En un mensaje que escribió en Twitter, Jeff dice que su mayor fuente de inspiración ha sido la voluntad, el tesón y optimismo de este inmigrante cubano que realmente le mostró que era posible vivir el sueño americano. Y concluye: “Gracias por todo el amor y el corazón, papá”

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