Gente
La historia del artista que fue estafado antes del concierto de Daddy Yankee
El artista urbano B Diamond, asegura que tenía un contrato firmado para ser telonero en el concierto de Daddy Yankee, pero el DJ que sirvió de intermediario con el empresario que organizó el evento en realidad habría falsificado firma para quedarse con el dinero.
No todos los artistas que se suben a una tarima de un concierto con cantantes de talla internacional ganan dinero por el evento. De hecho, cuando son artistas que están naciendo y necesitan de un impulso, pagan para poder subirse al mismo escenario y así garantizar que el público comience a reconocerlos.
Ese fue el caso de B Diamond, un cantante de música urbana a quien le dijeron que si cantaba dos temas antes de que arrancara la presentación de Daddy Yankee en Medellín, el pasado 15 de octubre, tenía que pagar $ 5.000.000. Una cifra razonable, según los representantes del músico.
La propuesta se la habría hecho Giovani Andrei Ramírez, conocido como ‘DJ Giova’, con quien venían trabajando desde hace más de ocho meses y quien al parecer ya había logrado otras presentaciones similares. Este hombre llegó un contrato firmado por el reconocido empresario del evento Diomar García. En el que establecían un primer pago de $ 2.000.000 y dos cuotas más de $ 1.500.000. La supuesta firma del contrato se dio a finales de abril y los pagos se empezaron a efectuar en mayo, como consta en las consignaciones bancarias que se depositaron a la cuenta personal de Ramírez, el supuesto intermediario entre el cantante B Diamond y el empresario Diomar García.
Los preparativos para su presentación arrancaron cuatro meses atrás, lo que implicó contratar a coristas y bailarines, diseñadores que se encargaron del vestuario de B Diamond y los demás artistas que lo acompañarían en la puesta en escena. De igual manera, compraron los tiquetes de algunos miembros del equipo que se encontraban de Estados Unidos.
Tendencias
El día el evento, 15 de octubre, llegaron al estadio donde se presentaría Daddy Yankee, según el cronograma que les entregó Ramírez, se presentarían a las 7:00 p. m., pero tenían que llegar al mediodía para hacer las pruebas de sonido correspondientes. Sin embargo, nadie los dejó entrar porque aseguraban que no los conocían. Así que ellos mostraron el contrato que supuestamente se había firmado con Diomar.
Después de una larga espera de cuatro horas, mientras empezaba a ingresar el público, los organizadores del evento les confirmaron que no había tal contrato, que si bien las hojas contaban con el logo de la empresa, la firma y huella eran falsificadas.
B Diamond y su equipo lograron pasar por toda la seguridad del evento hasta llegar a tarima, donde hablaron con alguien del staff y este les confirmó que ellos no eran parte de los shows que abrirían el concierto; esta persona del staff contactó inmediatamente a Diomar quien en una nota de voz dijó lo siguiente: “Junior, dígales a esos muchachos que eso es falso, que ese contrato no está firmado por mí, que ese no es el papel membreteado de la empresa ni nada, yo no he firmado ni mierda con nadie, si quiere póngale este mensaje así”, según relatan en un comunicado emitido por B Diamond.
SEMANA habló con el artista urbano que señaló que se siente muy mal por todo lo sucedido: “Era estar casi montado en una tarima con el artista más imponente del género urbano como es Daddy Yankee. Fue una ilusión para mí, y más que estoy empezando mi carrera y pensé que ese iba a ser mi trampolín. Pero lastimosamente no se dio”, manifestó.
Rechaza que personas inescrupulosas jueguen con los sueños de otros: “Son personas de mala fe que juegan de una manera muy sádica”, indicó. Dice que derrumbaron el esfuerzo de un equipo de trabajo que durante meses se preparó con la ilusión de presentarse en el mismo escenario de la máxima leyenda del género urbano. Desde el pasado domingo, Ramírez no responde el teléfono, ni a ellos ni a los medios de comunicación que han buscado su versión de los hechos. Se calcula que la pérdida de recursos por el engaño suma $ 30.000.000 con los gatos adicionales de la preparación del evento.