REINO UNIDO
La desenfrenada vida amorosa de Boris Johnson, el primer ministro de Inglaterra
El artífice del Brexit es un mujeriego empedernido: ha tenido dos matrimonios, varias amantes, hijos no deseados y una denuncia por acoso sexual. Ahora vive con una mujer 25 años menor.
Hasta que Boris Johnson llegó al número 10 de Downing Street, la casa donde viven los primeros ministros de Inglaterra, ninguno de sus antecesores se había mudado allí con una mujer que no fuera su esposa. Era una especie de regla implícita que todos respetaban. Él, sin embargo, acostumbrado a llevar la contraria, no solo se llevó a vivir a su novia Carrie Symonds, sino que lo hizo sin haberse divorciado y cuando el escándalo por su infidelidad aún estaba vivo.
A nadie le sorprendió: para ese entonces Johnson ya era reconocido como un mujeriego empedernido y una especie de casanova que saltaba de conquista en conquista y de affaire en affaire. No en vano, durante toda su carrera había combinado los titulares por sus logros profesionales con portadas en los tabloides por sus infidelidades. Y eso, lejos de perjudicarlo, lo ha catapultado como un político ‘auténtico’.
Mientras se consolidaba como uno de los columnistas políticos más leídos del país y dirigía el diario The Spectator, sostuvo una relación de cuatro años con una periodista.
Su vida amorosa comenzó muy joven, cuando estudiaba humanidades en la Universidad de Oxford y conquistó a Allegra Mostyn-Owen, la heredera de una acaudalada familia italiana. Se casaron en 1987, cuando él comenzaba su carrera de periodista y se abría paso en The Times, uno de los medios más importantes del Reino Unido.
Para ese entonces ya tenía mala fama: había pertenecido al club Bullingdon, una asociación de niños ricos de Oxford que se reunían a beber desenfrenadamente y a realizar actos de vandalismo. Incluso había pasado una noche en una comisaría.
Su primera esposa, Allegra Mostyn-Owen, una joven de la alta sociedad italiana, no lo aguantó más de dos años.
Aun así alcanzaron a durar juntos dos años, hasta que ella se fue de la casa cansada de sus infidelidades y se divorciaron en 1993. Para esa época él ya cubría para el Daily Telegraph el parlamento europeo en Bruselas, y era uno de los pocos críticos a la integración entre el Reino Unido y el resto de Europa. Se dice, incluso, que Margaret Thatcher lo tenía como uno de sus periodistas favoritos.
El mismo año de su divorcio Boris se casó con la abogada Marina Wheeler, quien había sido una de sus amantes y estaba embarazada de él. Tuvieron en total cuatro hijos y una larga relación durante la cual él siguió teniendo múltiples romances. De hecho, mientras se consolidaba como uno de los columnistas políticos más leídos del país y dirigía el diario The Spectator, sostuvo una relación de cuatro años con la periodista Petronella Wyatt, a quien dejó embarazada dos veces. Ella, sin embargo, perdió el primer bebé y ambos decidieron abortar el segundo.
Por esa misma época, además, manoseó durante un almuerzo en las oficinas del periódico a la columnista Charlotte Edwardes. Esta, intimidada, se guardó los hechos hasta el año pasado, cuando decidió contarlos en el marco del #MeToo.
Otros casos que ha desatado el fenómeno #MeToo
Aún así, Johnson logró dar el paso a la política y ganó un puesto en la Cámara de los Comunes en 2001. Llegó a ser vicepresidente del partido conservador y comenzó a tener una popularidad ascendente entre el electorado. Pero en 2004 un tabloide reveló su relación con Petronella y el aborto, –que hasta entonces era secreto–. Eso le costó el puesto y una pelea con Marina, quien lo echó de la casa.
Su vida desenfrenada no afectara su reputación política, pero sí ponía patas arriba su vida familiar. Su hija mayor llegó a gritarle “bastardo egocéntrico”.
Pero un año después, y como de costumbre, la suerte le sonrió: no solo volvió con su esposa, sino que lo eligieron otra vez en el parlamento, con una abrumadora votación. Los tabloides siguieron paso a paso sus aventuras y lo pillaron en un romance con la periodista Anna Fazackerley.
Con Marina Wheeler estuvo casado 25 años y tuvo cuatro hijos. Pero nunca fueron felices, pues él tuvo muchas amantes y una hija fuera del matrimonio.
Eso no truncó su primera gran ambición y en 2007 se convirtió en alcalde de Londres. Allí duró dos periodos y lideró la organización de los Juegos Olímpicos de 2012, con un éxito rotundo. En esa época, sin embargo, no dejó sus andanzas. En 2010 casi se le acaba el matrimonio cuando su esposa se enteró, en un artículo del Daily Mail, que tenía una hija fuera del matrimonio con la experta en arte Helen Macintyre.
Hace poco se supo, además, que en esa misma época mantenía un romance con la empresaria estadounidense Jennifer Arcuri. Según denuncias de los medios británicos, a ella le habría entregado casi 170.000 dólares de los fondos públicos de la ciudad para sus proyectos.
Éxito político y desastre familiar
Puede que su vida desenfrenada no afectara su reputación política, pero sí ponía patas arriba su vida familiar. Seguía casado con Marina, pero peleaban constantemente y sus hijos no se lo aguantaban. Testigos de las discusiones en la casa familiar cuentan que su hija mayor llegó a gritarle que era “un bastardo egocéntrico” y que no volviera a la casa.
La gota que colmó la copa llegó a mediados de 2018, cuando Johnson ya era una figura nacional por su apoyo al brexit y se proyectaba como un posible primer ministro. En ese año, los medios divulgaron su romance con Carrie Symonds, la directora de comunicaciones del partido conservador, 25 años menor que él. El escándalo fue tan grande que finalmente Marina le pidió el divorcio y él se fue a vivir con Carrie.
Johnson vive con su actual pareja, Carrie Symonds, 25 años menor que él. La prensa le dice ‘la primera novia’ de la nación.
Las cosas con ella tampoco marchan a la perfección. Antes de irse a vivir juntos a Downing Street, una vecina de su antigua casa los oyó cuando peleaban a los gritos, se tiraban cosas y se amenazaban mutuamente. Unos días después estaban sonrientes, tomados de la mano frente a las cámaras. Nada raro: Boris Johnson ya ha demostrado ser capaz de cualquier cosa por sus ambiciones personales y su carrera política.
Las amantes de Boris Johnson
Helen Macintyre
En 2010, mientras era alcalde de Londres, el Daily Mail reveló que Johnson tenía una hija extramarital de un año con esta experta en arte.
Petronella Wyatt
Con esta periodista tuvo una aventura de cuatro años y dos embarazos: perdieron uno y abortaron el otro.
Jennifer Arcuri
Cuando fue alcalde de Londres, entregó 170.000 dólares de fondos públicos a esta empresaria y bailarina de poledance estadounidense.