La mente maestra de un colombiano que se camufló para recibir la bendición del papa Juan Pablo II en Bogotá

Hace 37 años, el 1 de julio de 986, el papa Juan Pablo II visitó por primera vez Colombia. Durante una semana estuvo en 10 ciudades, siendo su visita uno de los hechos más importantes en la historia del país. En medio de sus muchas actividades, hubo un hecho que también se convirtió en toda una hazaña: un hombre se hizo pasar como miembro del equipo de seguridad del sumo pontífice para recibir la bendición.

Se trata de Miguel Bermúdez, el primer colombiano en recibir la bendición del papa Juan Pablo II en Bogotá. Ante la llegada del líder de la Iglesia Católica, el Gobierno del entonces Belisario Betancourt organizó una bienvenida con los más altos estándares de seguridad.

Miguel Bermúdez, como millones de colombianos, soñaba con recibir la bendición del papa y fotografiarlo. Se fue al aeropuerto El Dorado de Bogotá con su hecho pensado. Sin embargo, allá se encontró con esquema de policías y militares que podrían arruinar su plan.

El primer filtró estaba en las afueras del aeropuerto. Ese lo pasó tranquilamente por delante de los ojos de un soldado, a quien le quiso dar unos dulces para generar confianza. Prosiguió su camino y se topó con el carro en el que se iba a movilizar el papa. Acto seguido sacó su cámara y le tomó fotos para que creyeran que era periodista.

Luego, al llegar a una zona VIP de una sala del aeropuerto, se hizo pasar por jefe de protocolo del evento. En ese son le sirvió a algunos militares y recibió al presidente de la República. Pasaron las horas y a las 3:00 p. m. aterrizó Juan Pablo II en Bogotá. A las 3:15 bajó del avión y comenzó su saludo.

¡Vaya, qué suerte! Miguel Bermúdez fue el primero en arrodillarse y recibir la bendición del papa. No conforme, terminó montado en el papamóvil. Aunque un hombre de seguridad del sumo pontífice lo vio, solo lo saludó y le dijo que se bajara en la próxima parada. Pero como todo estaba a favor del colombiano, el carro no se detuvo hasta la Plaza de Bolívar.

Así las cosas, Miguel se disputó el paseo con el papa por las calles de Bogotá. Allí tuvo otras experiencias con el equipo de Juan Pablo II. Este fiel creyente y seguidor de la religión católica, pasó a la historia como el hombre que logró la bendición de un papa tras haberse colado en un dispositivo de seguridad.