REALEZA

Leonor, la princesa de 14 años que con sus discursos ha mejorado la popularidad de la monarquía española

España se rinde ante la belleza y carisma de Leonor, la heredera del trono, cuyo electrizante discurso en los premios que llevan su nombre subió los índices de aprobación de la cuestionada monarquía. Fue su entrada con pie derecho en la vida institucional. Este artículo hace parte de la revista Jet-Set.

27 de noviembre de 2019
La infanta fue interrumpida varias veces con clamorosas ovaciones durante su primer discurso como futura reina de España en el Teatro Campoamor, en Oviedo, donde se entregaron los Premios Princesa de Asturias. Junto a ella, su padre, el rey Felipe VI, y su madre, la reina Letizia. | Foto: GETTY IMAGES

“La reina Letizia tiene a Leonor abducida”, es un comentario que se oye a menudo en el país ibérico y que refleja bien el inconformismo de los españoles por lo poco que pueden ver a esta preciosa de ojos azules que es una síntesis de su historia.

Por el lado de su padre, el rey Felipe VI, Leonor proviene en línea directa de cerca de una veintena de monarcas, desde Isabel la Católica, y sobre sus delicados hombros ya pesa la responsabilidad de mantener a flote la institución de la Corona, en un país que ha tenido siempre una relación bipolar con sus reyes, a varios de los cuales ha derrocado. ?

Pero si bien el celo excesivo de Letizia ha causado un poco de resentimiento, también es verdad que valió la pena, dada la gratísima sorpresa que causó, no solo entre sus futuros súbditos, sino entre los admiradores de la realeza de todo el planeta, el estreno en la vida pública de la pequeña en la más reciente edición de los Premios Princesa de Asturias, bautizados en su honor.

Leonor tiene una dicción perfecta, maneja el público,  habla inglés y está aprendiendo francés, chino y árabe.

Sucedió nada menos que en Oviedo, la tierra de su madre, donde se entregan cada año los galardones a personalidades destacadas en el mundo de las artes, las ciencias, los deportes y el trabajo humanitario. ?El rey, que muere por su hija mayor, se comportó en todo momento como un monarca, pero también como un amoroso padre, dándole indicaciones a su hija en la mesa presidencial, en la que también se sentaron la reina y su hermana, la infanta Sofía. ?

Leonor también es princesa de Girona, princesa de Viana, duquesa de Montblanc, condesa de Cervera y señora de Balaguer.

Tras la entrega de los galardones, el Teatro Campoamor enmudeció para escuchar por primera vez la voz de la princesa, quien tiene todos los atributos para cautivar a un país tan emocional como España, que hace de sus toreros, nobles, deportistas, cantantes y personajes mucho menos trascendentales sus niños consentidos.

Su candor ya los tenía extasiados, pero cuando expresó: “Asturias es, también, la tierra de mi madre, la reina. Yo llevo sangre asturiana”, la ovación fue larga y atronadora, como sucedió varias veces a lo largo de los casi cinco minutos de la alocución.

La dicción perfecta y el manejo del público de Leonor, quien habla inglés y está aprendiendo francés, chino y árabe, delataron que detrás de todo estaba su madre. Como se recuerda, Letizia fue presentadora estrella de Televisión Española y es reconocida por su perfeccionismo y tendencia al control de los más mínimos detalles.

Estudia tercero de bachillerato en el Colegio Santa María de los Rosales de Madrid, adonde también asiste Sofía y lo hizo en su momento el rey Felipe.

Incluso, los medios españoles no descartan su seria intervención en la redacción de las palabras, que tenía elementos que parecían sacados de las crónicas más antiguas de la Corona, en giros como: “Desde muy pequeña he visto el cariño y la emoción con que mis padres, sus majestades los reyes, vienen cada año al principado para presidir esta ceremonia”.

Pero pese a la seriedad del mensaje, señalaron expertos en realeza, esta no dejaba de ser una manifestación digna de su corta edad y seguro por eso resultó tan conmovedor, al punto que mediciones subsiguientes arrojaron hasta un 85 por ciento de favorabilidad para la monarquía, que se ha visto estremecida por escándalos que le hicieron mella a su imagen.

Por un lado, el juicio y encarcelamiento de Iñaki Urdangarin, cuñado del rey, por corrupción. Por otro, la propia llegada de Felipe al trono, una salida de emergencia ante este escándalo y los desatinos de su padre, el rey Juan Carlos, cuyas infidelidades y gustos tan impopulares hoy, como la caza, también minaron su popularidad, tras llevar a España de la dictadura de Franco a la democracia.

Mediciones subsiguientes al discurso de la princesa arrojaron hasta un 85 por ciento de favorabilidad para la monarquía.

A propósito de los abuelos, otro motivo de asombro en Oviedo se dio cuando Leonor le dio las gracias a su abuela, la reina emérita Sofía, presente en el auditorio y cogida fuera de base por el gesto mientras miraba el programa de mano. Fue un modo de reivindicarla por el ya célebre rifirrafe que protagonizó con Letizia el año pasado, en medio del cual Leonor tuvo una expresión poco amable con la abuela. ?

La mano de su glamurosa madre también se advierte en los trajes que luce la futura reina de España, en los cuales predominan los modelos de tweed en tonos pastel y cuadros, las siluetas A y corola. En ocasiones informales lleva vestidos sueltos de estampados y bordados. Los nombres de sus diseñadores son un real misterio.

Trifulcas familiares aparte, un movimiento que clama por la república amenaza con cambiar la historia, mientras que la importante región de Cataluña, donde Leonor volvió a dar otro aclamado discurso en el idioma local días más tarde, insiste en separarse del estado español. En Madrid, de otra parte, la inestabilidad del Gobierno no da tregua.

Dado que el monarca encarna la unidad de la nación, no hay duda de que el papel de la heredera puede ser determinante en los años venideros, si sabe aprovechar la seducción que desde ya ejerce en los españoles, varios de los cuales exclamaron: “¡Se salvó la monarquía! ”, al ver su porte de reina despuntar envelado en su aire de niña.

Los mejores apartes de su discurso

El rey se ha encargado de mostrar que su primogénita es desde ya su mano derecha, pero no puede ocultar sus debilidades de papá por su princesa.

“Hoy es un día muy importante en mi vida que he esperado con mucha ilusión. Desde muy pequeña he visto el cariño y la emoción con que mis padres, sus majestades los reyes, vienen cada año al principado para presidir esta ceremonia y vivir todo lo que sucede en esta tierra durante los días de nuestros premios. Esto ya es motivo suficiente para que hoy me sienta muy feliz por estar aquí”.

“Asturias es, también, la tierra de mi madre, la reina. Yo llevo sangre asturiana”.

“Es, además, la tierra que da nombre al título que ostento como heredera de la Corona, al igual que hizo mi padre, el rey, durante tantos años. Y lo hago con responsabilidad; me siento muy honrada con ello. Es un título que me compromete con la entrega y el esfuerzo de servir a España y a todos los españoles. En mi casa, las palabras ‘España’ y ‘Asturias’ siempre están unidas con la misma fuerza con que las ha unido la historia. Así lo siento en mi corazón”.

“Quiero felicitar a los premiados, los protagonistas de este acto. Gracias por fomentar la cultura y la ciencia, por impulsar la solidaridad, por mejorar la educación. Gracias por trabajar para preservar la naturaleza y reducir las injusticias, la discriminación, la pobreza y la enfermedad. Estamos aquí para rendiros homenaje. Vuestras obras nos recuerdan que hay millones de personas que piensan y actúan para que el mundo sea mejor”.

“Me gustaría dar las gracias también a mi abuela, la reina Sofía. Ella sabe lo importante que para mí es su presencia en esta ceremonia, que significa tanto para Asturias y para toda España”.

“Este momento será inolvidable para mí. Como dijo mi padre a mi edad y aquí mismo, será un día que ‘llevaré siempre en lo más profundo de mi corazón’”.

* Este artículo hace parte de la última edición de la revista Jet Set. Puede leer otros aquí.