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La pregunta sobre la portada de SEMANA que llegó al Congreso de Estados Unidos
La representante a la Cámara por el estado de Florida María Elvira Salazar interrogó al secretario de Estado, Antony Blinken, sobre el informe de SEMANA que revelaba un plan de injerencia del gobierno cubano en la política de América Latina.
Cuba fue uno de los temas centrales de la política de Estados Unidos este miércoles. Mientras la portavoz de la Casa Blanca dejaba claro que hacer un giro en las relaciones con la isla no era una prioridad para el gobierno de Joe Biden, en el Capitolio se vivía un momento de tensión sobre el mismo tema cuando el secretario de Estado, Antony Blinken, tuvo una audiencia en el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
Allí, la congresista por la Florida, María Elvira Salazar, también lo interrogó duramente sobre el papel que tendría esa administración con Cuba. El tema no es menor pues se había dicho que el gobierno de Biden en el giro que hará de la política exterior, podría incluir cambios sustanciales en su relación con ese país. Muchas voces incluían retirar a la isla de la lista de países que apoyan el terrorismo, un grupo en el que Donald Trump había incluido a Cuba apenas unos días antes de dejar su periodo.
Salazar tenía tres minutos para hacer un breve cuestionario a Antony Blinken. Y utilizó la portada de SEMANA, El dosier secreto de Cuba, para enfatizar sus puntos.
Salazar le contó a Blinken que vive en Miami y representa a una comunidad muy amplia de latinos. “¿Se compromete a aplicar efectivamente la Ley Helms-Burton hasta que el régimen castrista se abra a la democracia en Cuba?”, cuestionó Salazar. “No implementaremos ninguna acción unilateral con Cuba antes de consultar al Congreso”, respondió Blinken.
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Su segunda pregunta tuvo que ver con Colombia. La representante le preguntó si él sabía que hace dos meses un medio colombiano tuvo acceso a un informe sobre Cuba que contaba en detalle como ese régimen planeaba interferir en las elecciones en el país. El Secretario de Estado aseguró que no conocía el informe. La representante le contestó que venía de un medio reputado y le mostró la portada impresa de la revista.
El informe de SEMANA cuenta cómo, desde hace varios meses, las autoridades colombianas habían empezado a detectar actividades inusuales y sospechosas de algunos de los diplomáticos cubanos apostados en el territorio nacional. Relataba que había un documento oficial que llegó a la Casa de Nariño en el que se advertía que hay planes cubanos para interferir en las elecciones de 2022, desestabilizar al país e incluso poner en riesgo la seguridad nacional.
En esa portada, que recordó la representante Salazar, SEMANA tuvo acceso a dicho documento, que permanecía bajo reserva, y que lleva como título Estrategia de injerencia cubana en asuntos de independencia y soberanía de Colombia. Allí se lee textualmente: “Cuba ejecuta una estrategia de injerencia en Colombia a través de la orientación de cubanos con cobertura diplomática en organizaciones sociales solidarias, la infiltración de programas de cooperación con autoridades locales y su financiación por medio del ELN”.
Sobre Colombia, Salazar también relató que “en un año el país erradicó un récord de 130 mil hectáreas de cocaína, que equivale a 20 veces el tamaño de Manhattan. Eso es 10 veces más de lo que la administración de Santos erradicó en 4 años ¿usted reconoce lo que la administración de Iván Duque ha hecho para erradicar este mal?”, preguntó la representante.
“Lo hacemos, y tenemos que hacer más. En particular debemos ayudar a crear formas de vida para que los colombianos no caigan en ello”, fue la respuesta del secretario de Estado, Anthony Blinken. Salazar le habló rápidamente de otros países centroamericanos como Nicaragua y al final le preguntó si Venezuela podría ser incluido en la lista de países que patrocinan el terrorismo. “Si cumple con los requerimientos de ley, sí”, respondió Blinken.
En la Casa Blanca, el tema cubano también tenía este miércoles una enorme relevancia. “Un cambio de política hacia Cuba no se encuentra actualmente entre las principales prioridades del presidente Biden”, dijo la portavoz Jen Psaki en una conferencia de prensa.
La funcionaria agregó que la administración Biden está comprometida con “hacer de los derechos humanos un pilar central de nuestra política estadounidense” y “revisar cuidadosamente las decisiones políticas tomadas en la administración anterior, incluida la decisión de designar a Cuba como un Estado patrocinador del terrorismo”.