REALEZA

La princesa de Noruega se enamoró de un chamán

La princesa Martha Louise, hija de los reyes de Noruega, está loca por un gurú que supuestamente habla con los seres del más allá y que tiene escandalizada a la familia real. Este artículo hace parte de la revista Jet-Set.

4 de junio de 2019
Martha Louise se enamoró de Durek cuando lo buscó atraída por su supuesto poder para liberar los venenos del cuerpo y ponerse en contacto con los seres queridos en el más allá.

En este mundo cada vez más multiétnico, lo que sorprende no es que una princesa nórdica de ojos azules, como Martha Louise de Noruega, se haya dejado seducir por un afroamericano como Shaman Durek, sino las facultades que este hombre dice tener.

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De una generación de chamanes, Durek asegura ser un líder espiritual y sanador, capaz de reversar el envejecimiento con su poder de acceder a los átomos del cuerpo humano y de hablar con los seres del más allá.

Verídico o no, Martha Louise está prendada de él con tal intensidad, que hizo pública su relación en su cuenta de Instagram, por medio de un fuerte mensaje hacia los que la juzgan, entre ellos sus parientes, por amar a un hombre con quien no comparte ni la raza ni la posición social.

La princesa, a la derecha, con sus padres, los reyes Sonja y Harald V, su hija Emma, su hermano Haakon y su cuñada Mette-Marit, en el Palacio Real de Oslo, hace dos años.

“Los que sienten la necesidad de criticarme, cálmense. No es su función elegir por mí o cuestionarme”, escribió y prosiguió con los elogios a su novio: “Durek es mi alma gemela y quiero estar con él hasta la eternidad. Me hizo comprender que el amor incondicional existe y cambió por completo mi vida”.

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Ella no es la única celebridad que confía en sus asombrosos poderes. Gwyneth Paltrow y su esposo Brad Falchuk son sus grandes amigos y clientes, al punto que los llama “mi hermana del alma” y “mi hermano espiritual”, respectivamente.

En 2007, Martha Louise, quien nunca ha ocultado sus inquietudes espirituales, casi pierde sus derechos dinásticos al afirmar que podía hablar con los ángeles.

Ahora que está divorciada del padre de sus tres hijos, Ari Behn, la pregunta es qué está dispuesta a hacer por esta pasión desaforada.

En la abierta Noruega, no se descarta una boda, que sería la segunda de un afroamericano con un miembro de la realeza europea en los últimos tiempos, después del sonado enlace de Harry y Meghan de Inglaterra.

* Este artículo hace parte de la última edición de la revista Jet Set. Lea más artículos aquí