Realeza
La reina Isabel recibe la nueva rosa Duque de Edimburgo, bautizada en honor de su fallecido esposo
El nuevo ejemplar es otro homenaje a Felipe, quien por estos días cumpliría 100 años.
Los festejos del centenario del popular consorte de la reina se vieron suspendidos por su muerte, en abril pasado, para dar paso a manifestaciones menos multitudinarias, pero significativas.
Un ejemplo de ello es la creación de la rosa Duque de Edimburgo por parte de la Royal Horticultural Society (RHS), cuyo presidente, Keith Weed, se la entregó oficialmente a la reina en los jardines del castillo de Windsor, donde ella se encuentra aislada por la pandemia.
Justo en el día del cumpleaños de Felipe, 10 de junio, Weed le explicó a la monarca que la flor fue nombrada en homenaje a su esposo por el primer siglo de su nacimiento y por todas las cosas maravillosas que hizo durante su vida.
La rosa, muy espinosa, de un rosado brillante y con pizcas blancas, es en realidad una flor dentro de otra flor, según le explicó también el experto a Isabel, quien contestó: “Es muy bonita”.
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La rosa Duque de Edimburgo fue desarrollada por la casa Harkness Roses, miembro de la sociedad y que ha cultivado rosas desde 1879.
Por cada rosa vendida, esa firma donará 2.5 libras esterlinas (casi 4 dólares) a la fundación Premio Duque de Edimburgo, que ha ayudado a más de un millón de jóvenes desde que Felipe la fundó en 1956.
Si bien a la reina le pareció hermosa la flor, Weed explicó que esta primavera fría y otras condiciones del clima no la dejan exhibir todo su esplendor. Y para la muestra le enseñó una foto en que se aprecia como luce en mejores días.
“Es muy generoso”, le expresó también la reina a Weed, durante la sencilla ceremonia de presentación de la rosa, que incluyó además la siembra del arbusto en el jardín de la terraza este de Windsor.
Este punto de la residencia real evoca recuerdos de Felipe, pues él intervino en su rediseño y mandó a hacer la fuente de bronce que lo adorna.
En cuanto a la horticultura, es una actividad muy entrañable para la reina y de ahí el apoyo que siempre le ha dado a la RHS.
La actividad más importante con motivo del centenario de Felipe es la exposición Prince Philip: A Celebration, que tiene lugar en dos escenarios: el propio castillo de Windsor y el palacio de Holyrood, la sede la reina en Edimburgo, Escocia.
La muestra es organizada por la Royal Collection, que custodia el invaluable patrimonio de la monarca, consistente en obras de arte de grandes maestros, fotos, piezas de artes decorativas, películas y objetos ligados a los miembros de la familia real, entre otros.
En Holyrood, por ejemplo, se exhibe la bitácora en la cual registró su acción en la batalla del cabo Matapan, Grecia, durante la Segunda Guerra Mundial. Gracias a su astucia, se salvaron los tripulantes de otra embarcación aliada, y por eso fue reconocido como un héroe.
En Edimburgo también se exponen objetos como la invitación a la boda de Felipe e Isabel, en 1947, el programa de la ceremonia y el menú del desayuno que se sirvió ese día.
En Windsor, un lugar muy especial para Felipe, pues allí nació su madre, se expone el uniforme y la corona que lució durante la coronación de la reina, en 1953. Así mismo, se puede apreciar la silla de Estado dispuesta para él en el salón del trono del Palacio de Buckingham.
Felipe era primo lejano de la reina, tanto por el lado de la reina Victoria como del rey Christian IX de Dinamarca. Si ella es la monarca con el reinado más largo en la historia de la corona británica, él ostenta el récord como el consorte que más años ha ocupado esa posición, 73.
El príncipe siempre gozó de excelente salud, pero desde comienzos de este año presentó quebrantos que obligaron a su hospitalización por un mes en dos centros médicos y una cirugía cardíaca.