La reina Isabel será escoltada por el duque de Kent en los festejos de su cumpleaños

Isabel II ha quedado con un gran vacío tras la partida del que fuera su esposo por 73 años. Pero, a pesar de su avanzada edad y su dolor, ha decidido seguir adelante con sus funciones y compromisos, incluida la celebración oficial de su cumpleaños. Si bien la reina nació el 26 de abril de 1926, la conmemoración tiene lugar en junio, por una tradición que lo fijó así, teniendo en cuenta la favorabilidad del clima en el verano.

La ceremonia consiste en el vistoso desfile Trooping the Colour, en el cual los regimientos de la guardia de su majestad y otros hacen gala de sus insignias, uniformes y armonías marciales. Por años, el príncipe Felipe se encargó de escoltar a su esposa en ese día, pero con su ausencia tocó buscarle un reemplazo y recayó en el duque de Kent, su primo hermano.

¿Por qué no Carlos, heredero al trono, o sus otros hijos, Andrés y Eduardo? Resulta que Carlos, quien tiene una carrera militar, tomará parte en el desfile, lo mismo que su hermana Ana. Por su parte, Andrés, como se recuerda, fue despojado de sus funciones y honores militares, a raíz del escándalo de su amistad con el pedófilo Jeffrey Epstein, mientras que el paso de Eduardo por la vida castrense fue breve e irrelevante, entonces no tiene el peso para ubicarse con la reina en este, que es un suceso de corte estrictamente militar. Así, el duque de Kent, con su trayectoria en las fuerzas, es el más indicado para estar ese día junto a Isabel.

El primer Trooping the Colour tras la muerte de Felipe servirá para festejar los 95 años de la reina. Es quizás una de las pocas actividades que se mantendrán en firme, de un programa que prometía ser mucho más sonoro y multitudinario, en vista de la significativa cifra de años a que ha llegado la monarca. Pero el luto por Felipe, sumado a las precauciones por la pandemia, obligó a bajarle el perfil al aniversario.

No es la primera vez que el duque de Kent acompañará a la reina en el desfile de su cumpleaños. En 2013, cuando Felipe se recuperaba de una cirugía, ella también lo eligió para ese fin. En medio de fanfarrias y el público bordeando las calles del centro de Londres, la pomposa parada va del palacio de Buckingham al campo de Horse Guards Parade. Luego, la reina regresa al palacio, desde cuyo balcón saluda a la multitud, rodeada por la familia real en pleno.

Este año, como el anterior y debido a las restricciones por la pandemia, tendrá lugar en el castillo de Windsor, eso sí, con un aumento en las tropas que lo animarán.

Así lo ha informado la prensa local, de acuerdo con la cual tomarán parte 1.400 soldados, 200 caballos y 400 músicos movilizados en honor de la reina, quien ostenta el récord como la monarca más longeva del mundo y la que ha tenido el reinado más largo en la historia del trono británico. Por supuesto, hay mucha expectativa sobre la posible presencia del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle en este tradicional suceso que, a fin de cuentas, es también una cita familiar.

Sin embargo, hay dudas porque los esposos mantienen una disputa pública con la familia real desde hace más de un año. Al respecto no se ha dicho nada, pero dado que las recientes declaraciones de Harry, nieto de Isabel, no han sido precisamente la extensión de un ramo de olivo a su parentela, no parece muy viable la presencia de la pareja. Además, Meghan está en embarazo, lo que ya le impidió asistir a los funerales de Felipe, en abril pasado.

El duque de Kent es uno de los primos de la reina que son además miembros en funciones de la casa real. Es decir, la monarca le tiene una asignación en dinero por representarla en diversos eventos y como patrocinador de fundaciones de diversa índole.

Una de esas funciones se enfoca en el prestigioso campeonato de tenis de Wimbledon, así que el noble también es conocido en el mundo del deporte por ser quien entrega los trofeos. El parentesco de él con la reina se explica porque es hijo del príncipe George, hermano de su padre, el rey Jorge VI.