Entrevista Diana 1995
Diana durante la entrevista en Panorama con el periodista Martin Bashir, quien ahora reconoce que engañó a Diana para que aceptara hacer el programa. | Foto: BBC

Realeza

Lady Di: así fue la entrevista que sigue estremeciendo al mundo

A pesar de los fraudes y engaños que la rodearon, la explosiva aparición de la princesa de Gales en el programa ‘Panorama’, de la BBC, hace 25 años, es una de las grandes exclusivas periodísticas de todos los tiempos. Estos son los antecedentes y pormenores de la incendiaria charla que hizo historia.

20 de mayo de 2021

Ha pasado un cuarto de siglo y sigue siendo considerada la entrevista más hipnótica y fascinante en la historia de la realeza. Mejor aún, la intriga alrededor de esa noche en que la princesa de Gales se confesó sin tapujos, como nunca lo había hecho un miembro de la familia real británica, está intacta, dadas las nuevas revelaciones de que el entrevistador, Martin Bashir, la engañó y manipuló con toda suerte de tretas para que aceptara hablar.

Richard Kay, editor del Daily Mail en esa época y amigo de Lady Di, asegura que las afirmaciones de ella no dejan de reverberar y que a los cortesanos del Palacio de Buckingham aún les corre un escalofrío cada vez que oyen juntas las palabras “Diana” y “Panorama”, con razón.

En la realeza, los cuernos maritales han sido cuestión de toda la vida, pero nadie había osado ventilarlos en televisión y ante el planeta entero, como ella lo hizo, con las famosas frases “éramos tres en este matrimonio”, para referirse a que su todavía esposo, Carlos de Gales, le era infiel con Camilla Parker Bowles.

Para rematar, consideró que su esposo, heredero al trono, no era apto para reinar, que la monarquía no debería ser tan distante, que una conspiración buscaba declararla desequilibrada e internarla en un sanatorio y que el aislamiento a que la condenaron tanto la familia real como la desmesurada atención de la prensa, la llevaron a la bulimia y a hacerse cortes en los brazos y las piernas.

En fin, no hubo límites, algo espectacularmente transgresor, si se recuerda que la casa real se rige por un estricto protocolo que proscribe tal indiscreción. ¿Por qué lo hizo?

En aquel 20 de noviembre de 1995, Lady Di llevaba tres lustros como la figura que había seducido a su país y al mundo como pocas.

Pero el cuento de hadas de su matrimonio con Carlos se había derrumbado. Según le relató al periodista Martin Bashir en la interviú, se casó locamente enamorada, pero su popularidad despertó los celos de su marido y, para 1992, las desavenencias se volvieron insostenibles y se separaron.

Entonces, se desató la llamada “war of the Waleses” o la guerra de los Gales, en la cual, explica Richard Kay, cada uno competía por la aprobación del público.

Diana, vista como una aristócrata humillada por la realeza, tenía una mayor simpatía, sobre todo desde que se destapó su tragedia en la biografía, Diana: Her true story, de Andrew Morton.

“Pero el establecimiento se puso de lado del heredero. La difamación se impuso y alcanzó visos siniestros”, continuó Kay, actual corresponsal real del Mail.

Se revelaron grabaciones telefónicas de Diana con otro amante, James Gilbey, a quien le decía que temía estar embarazada de él.

Para vengarse de Carlos, quien ya había reconocido públicamente que le fue infiel con Camilla Parker Bowles, ella confesó en el programa su romance con James Hewitt. | Foto: fotos: getty images

También salió a la luz un audio en que Carlos le manifestaba a Camilla que quería ser su tampón. La trifulca alcanzó un punto épico en 1994, cuando en un reportaje con Jonathan Dimbleby él reconoció su adulterio con Camilla.

Como el viento sopló en favor de Diana, el bando de Carlos contratacó con reportes de los amoríos de ella con Oliver Hoare y el jugador de rugby Will Carling y James Gilbey.

En el programa, Lady Di explicó que decidió hablar pues, luego de tres años de separación “la percepción que se ha dado de mí ha sido confusa, turbulenta y estoy segura de que muchos dudan de mí”.

Pero, no son pocos los que piensan que quiso vengarse del príncipe por sus declaraciones a Dimbleby. “No lo creo”, acota Kay, quien recuerda que ella sentía que la espiaban y por eso a menudo cambiaba de teléfono y buscaba micrófonos en su casa.

La biógrafa real Ingrid Seward, por su parte, le dijo a The Telegraph que lo hizo para recuperar su reputación y porque temía que los Windsor le quitaran a sus hijos, William y Harry.

Con Panorama, las encuestas volvieron a favorecer a Diana, destinataria ahora de miles de cartas de apoyo, empero no todo fue positivo.

“La entrevista quemó los puentes de la princesa con el resto de la familia real y la privó de la protección de la monarquía”, opinó en The Sun Patrick Jephson, su secretario privado de 1988 a 1996, en tanto que Kay cree que se intensificó la enemistad de los adeptos a Carlos hacia ella, tildada de taimada y deshonesta.

Nicholas Soames, amigo del príncipe, sugirió que estaba en un avanzado estado de paranoia.

Un mes después del programa, la reina Isabel ordenó el divorcio.

Con el aniversario, han aflorado los pormenores, incluida la perversidad de Bashir, de cómo se planeó una de las más grandes exclusivas del periodismo.

Es sorprendente, asegura Kay, que Diana, muy dada a chismosear, mantuviera en sigilo su plan, del cual solo supieron de antemano ocho personas. De no ser así, la casa real la habrían atajado.

Todo comenzó cuando Bashir le propuso que hablara de su trabajo benéfico y terminó cediendo ante el fantástico clic que hizo con el reportero, al conocerlo dos meses antes de la grabación.

Lo que ella no sabía es que los argumentos que usó para persuadirla de que hablara, se basaban en falsedades.

Como Diana estaba tan prevenida contra la familia real y los amigos de Carlos, tomó por verdaderos unos recibos que atestiguaban que su hermano, el conde Charles Spencer, era vigilado.

El conde, quien ahora deplora a Bashir, fue quien le presentó el periodista a la princesa. Lo hizo, movido por otra falacia del entrevistador, de acuerdo con la cual personas de su equipo de seguridad le vendían secretos de la familia Spencer a la prensa. Para sostenerlo, también uso registros bancarios falsos.

Así mismo, le inventó a Diana que Carlos había tenido un romance con la niñera de sus hijos, Tiggy Legge-Bourke y que abortó un hijo de él.

El caso es que Diana llegó muy presionada e inocente a la entrevista que, para mayor discreción, fue programada para el 5 de noviembre.

Con la excusa de la tradicional Noche de las Hogueras, Diana despachó al personal y le encargó a su mayordomo, Paul Burrell, recoger a Bashir en su auto e introducirlo en el palacio cubierto con una cobija. A altas horas, la propia princesa les abrió la puerta a él, el camarógrafo y el ingeniero de sonido.

Las respuestas pulidas de Diana sugieren que se hicieron varios ensayos con cada una, según expertos. En todo caso, ella no conoció las preguntas de antemano, según Steve Hewlett, editor del programa.

Se cree que Harry rompió con la realeza porque descubrió que no es hijo del príncipe Carlos, sino de James Hewitt, amante de su madre, Diana de Gales, en cuyos brazos aparece en 1987.
James Hewitt, tercero de izquierda a derecha, fue el amante que Diana reconoció en Panorama. Ahora se dice que es el verdadero padre del príncipe Harry. | Foto: getty images

Al terminar, su alteza real le ofreció champaña al equipo y no pidió ver antes la edición final, que no fue realizada en los estudios de la BBC, sino en un hotel.

Ni siquiera el presidente de la productora, el barón Marmaduke Hussey, lo sabía, y pasó una pena, porque su esposa era dama de compañía de la reina. Esta última, se lo encontró tiempo después en una cena y le dijo: “Qué cosa más horrible hizo mi nuera”.

Diana no vio su confesión al aire. En ese momento, estaba en una gala, con la periodista Suzy Menkes, quien le preguntó: “¿No tienes miedo luego de lo que hiciste hoy?”, a lo que contestó: “No tienes por qué temer cuando dices la verdad”.

Kay comenta que aunque no se arrepintió de la entrevista, si lamentó admitir el romance con Hewitt, porque a William le molestó mucho, y de descalificar a Carlos. Una década más tarde, él llevaría al altar a Camilla, cuando Diana ya reposaba en la tumba, luego de un fatal accidente de tránsito en París en 1997.

Las frases más impactantes de la entrevista

Carlos y Camilla:

-”Éramos tres en este matrimonio y eso es mucha gente”.

-”(Saber de la infidelidad) me produjo una rampante bulimia y el sentimiento de no ser buena para nada”.

Su relación con la familia real

“No soy viable en esta familia porque no sigo un libro de reglas, porque me guio por el corazón y no por la cabeza”.

“A raíz de la depresión posparto me llamaron ‘Diana la inestable’, ‘la desequilibrada mental’. Y eso ha permanecido todos estos años”.

Después de la separación:

“Me convertí en una amenaza. ‘Es la esposa separada del príncipe de Gales. Eso nunca había pasado. ¿Qué hacemos con ella?’, decían en palacio. Mi vida se volvió muy difícil. Me bloqueaban los viajes al exterior y mi correspondencia”.

“Los amigos de mis esposo estaban muy ocupados trabajando en mi contra y afirmaban que yo era una vergüenza, una inestable emocionalmente y que debía ser internada en un sanatorio”.

La monarquía

“Hay cosas que podrían cambiar para aliviar esa incierta y a veces complicada relación entre la monarquía y el público. Creo que (la realeza) podría caminar mano a mano con la gente y no ser tan distante”.

La inacabable atención de la prensa

“Para los fotógrafos sigo siendo un buen producto, quince años después. Todos me gritan: ‘Por favor, Di, mira. Si nos das una foto mis hijos irán a un mejor colegio’. Eso puede hacerte reír de momento, pero pasa todo el tiempo y es muy difícil.