GENTE

Las eternas peleas de los hermanos en la familia real británica

La pugna entre William y Harry de Inglaterra no es nada nueva en la historia de los Windsor.

27 de febrero de 2021
Los reyes Eduardo VIII y Jorge VI; el príncipe Andrés, duque de York y el príncipe Carlos de Gales; y los príncipes Harry, duque de Sussex, y William, duque de Cambridge. | Foto: getty images

La altanería con que el príncipe Harry le respondió a la reina Isabel tras el anuncio de que su retiro de la realeza es definitivo agravó mucho más su conflicto con su hermano, el futuro rey William. Este último no quiere a su cuñada, Meghan Markle, y se cree que los hijos de Lady Di nunca se reconciliarán.

La pugna entre hermanos parece ser un rasgo de la dinastía Windsor. Carlos, padre de los príncipes, no se lleva bien con Andrés de York, de quien ha dicho: “Lo malo de mi hermano es que quiere ser yo”.

Peor fue el rifirrafe entre Eduardo VIII y Jorge VI. Cuando el primero abdicó, en 1936, para casarse con su amor prohibido, Wallis Simpson, fue sucedido por el segundo, quien tuvo que lidiar con la sombra incómoda de su hermano. Nunca le perdonó su traición al deber, al igual que su esposa, la reina madre Elizabeth, quien decía que su renuncia empeoró la salud de Jorge VI y eso lo llevó a una muerte prematura.

Mafioso y casanova

La detención de Emma Coronel Aispuro, la esposa del Chapo Guzmán conocida como “la Kim Kardashian mexicana”, recuerda lo agitada que ha sido la vida amorosa del capo, un seductor compulsivo, exitoso a pesar de no ser muy atractivo y sí violento cuando le dicen que no.

Su larga lista de conquistas incluye a Lucero Guadalupe Sánchez, otra cómplice, quien se vio cara a cara con Emma durante el juicio a Guzmán en 2019. Desnuda, ella huyó con él por un túnel en 2014.

Además tuvo otras tres esposas: Alejandrina María Salazar, Griselda López y Estela Peña. En un penal de Jalisco enamoró a Zulema Hernández y a una cocinera para que le preparara sus comidas favoritas. También fue su amante Agustina Cabanillas, una mafiosa con alias de telenovela, la Fiera, a quien, como a todas, le tenía chuzado el teléfono.

Dilyn Johnson se queda en Number 10

En los últimos días, el primer ministro inglés, Boris Johnson, ha estado en el ojo del huracán, y no solo por sus medidas frente al manejo de la pandemia, sino por su mascota Dilyn, un Jack Russell sin los modales suficientes para vivir en la casa número 10 de Downing Street.

Esta semana, mientras él y su prometida Carrie Symonds pasaban unos días en Chequers, la mansión de descanso de los primeros ministros en Buckinghamshire, el perrito no tuvo inconveniente en comerse varios libros antiguos y valiosos, así como en dañar la madera de muebles muy preciados, que datan de épocas victorianas, y arruinar el piso de la casa.

El resultado no solo fue una cuenta de más de 1.000 libras esterlinas que su amo debió pagar al Estado, sino el escrutinio de la prensa británica acerca de la mala educación que ha recibido la mascota. El historial del can es amplio, pues previamente había orinado una valija de un funcionario gubernamental, y se esperaba que fuera destituido de la sede del Gobierno por ello.

Incluso se llegó a rumorar que Johnson había dicho: “¡Alguien mate a ese p… perro”, aunque luego desmintieron la versión al confirmar que él adoraba a Dilyn, tanto que anunció esta semana que, aunque será castigado, el perrito permanece en Number 10.

Nacidos para hablar

| Foto: ap

Barack Obama y Bruce Springsteen lanzaron un pódcast en Spotify y con ello serán el dúo más poderoso que jamás haya estado en esta plataforma de música, tal vez con la excepción del primer episodio del pódcast de Michelle Obama entrevistando a su esposo.

Aunque para muchos se trata de un dúo extraño y sin mucho en común, la verdad es que la amistad de Obama y Springsteen no es nueva. Estuvieron juntos una noche en la Casa Blanca cantando canciones de Broadway, con Springsteen al piano, y en 2017 hicieron un viaje en un yate de lujo con Oprah Winfrey y Tom Hanks a bordo.

En la grabación se ven aún más todos sus puntos en común. Ambos crecieron como forasteros: el uno por venir de una familia de raza mixta y el otro por tener un padre esquizofrénico y una peculiar crianza. También comparten los mismos ideales políticos liberales y el gusto por la buena música. El pódcast se ha convertido en el medio preferido de muchas personalidades como Harry y Meghan, Michelle y Barack Obama, y Anderson Cooper. Falta ver quién más se les une.

Será un divorcio amistoso

| Foto: getty images

Tal parece que la separación de Kim Kardashian y Kanye West se dará en los mejores términos, al menos en asuntos de plata, pues firmaron un acuerdo prenupcial muy detallado que evitará un feo tire y afloje.

Según Forbes, ella tiene 750 millones de dólares, repartidos entre su marca KKW Beauty, efectivo e inversiones. Kanye es mucho más rico, por su línea de moda, Yeezy, que vale 1.260 millones de dólares.

Cada uno maneja sus negocios por aparte, así que solo estarían en juego 70 millones de dólares en común, representados, entre otros bienes, en la mansión en Los Ángeles (20 millones de dólares), que sería para ella; el apartamento en Miami (14 millones de dólares), y dos fincas en Wyoming (14 millones de dólares). Lo más probable es que West se quede con estas dos últimas. Así mismo, tienen colecciones de arte (5 millones de dólares), carros (4 millones de dólares) y joyas (3,2 millones de dólares), además de ganado (300.000 dólares).

Pelea real

| Foto: afp

El príncipe Ernesto Augusto de Hannover está enfrascado en una pelea legal contra su hijo, quien lleva su mismo nombre y hoy es duque de Braunschweig y Lüneburg. Todo por culpa del castillo de la familia, Marienburg, una espectacular edificación gótica de 135 habitaciones construida en 1867.

Aunque perdieron sus títulos en 1866, han mantenido un portafolio de propiedades, de las cuales esta es la más conocida, que recientemente Ernesto Augusto hijo decidió vender al Estado por un euro. Al enterarse su papá, bisnieto del káiser Guillermo II y esposo de Carolina de Mónaco, montó en cólera, pues la venta es un irrespeto a la familia y una muestra de ingratitud.

Para el hijo es una salida pragmática al tema de sostener el inmueble, cuya renovación cuesta 27 millones de euros, pese a que al año lo visitan 200.000 turistas. En el pasado la familia tuvo que vender casi todos sus objetos valiosos en subastas para subsistir, y si lo compra, el Gobierno alemán estaría dispuesto a dar 13 millones de euros para restaurarlo.

Como en 2000 el padre transfirió la propiedad a su hijo, de 37 años, la vía para reclamar es un litigio legal. No se sabe la fecha de la audiencia, pero sí que el padre, además, acusa al hijo de quitarle el sustento y dejarlo viviendo en una cabaña en los bosques de Austria, a pesar de sus enfermedades. El joven tiene confianza en que el caso será resuelto a su favor por falta de méritos legales.