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Las infidelidades del marido de una de las mujeres más ricas del mundo

Athina Onassis, la heredera de una de las mayores fortunas del mundo, se libró de pagarle más de 700 millones de dólares a Álvaro de Miranda Neto por su divorcio, tras descubrir que la engañó con una prostituta durante 8 de los 11 años que duró su matrimonio.

2 de enero de 2018
Athina y Doda en un torneo hípico en Monte Carlo en 2010. Escondida por ahí debía estar la amante del marido, a quien él tenía instalada en Bélgica y se la llevaba a todas las competencias, viajes y vacaciones con su esposa.

Los millones persiguen a los griegos Onassis con la misma persistencia que la desdicha en el amor y por eso tanto se habla de la maldición que pesa sobre su apellido. Hasta hace poco, se creyó que Athina, la nieta y última sobreviviente del armador Aristóteles Onassis, había logrado torcerle el pescuezo al karma del desamor, pero resulta que este la ha golpeado tan bajo como a sus antepasados: Álvaro de Miranda Neto, con quien se casó locamente enamorada en 2005 en Brasil, llevaba en realidad una doble vida con una prepago residente en Bélgica quien, loca de furia porque él la dejó, le hizo saber la verdad a la millonaria, lo que desencadenó el divorcio.

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Con su apodo de Doda, Miranda Neto parecía ser el esposo tierno y fuerte a la vez que ella necesitaba para llenar los vacíos que le dejaron la temprana orfandad de su madre, Christina Onassis, y la experiencia agridulce junto a su padre, Thierry Roussel. Codicioso e infiel como Doda, él se casó con Christina por interés y casi deja a su hija en la ruina como administrador de su fortuna de unos 5.000 millones de dólares, según The Times, de Londres. Doda sedujo a Athina a los 17 años, cuando era su entrenador de equitación, una pasión que parecía ser su lazo indestructible, ya que en toda su vida juntos se pasearon como la pareja dorada por el exclusivo circuito de la hípica internacional.

Christina Onassis tuvo cuatro maridos que solo amaban su dinero. El último fue Thierry Roussel, padre de Athina, quien al igual que Doda, tenía otro hogar en secreto.

De resto, ella llevaba con Doda una vida de joven ama de casa entre Sao Paulo y los alrededores de Amberes, Bélgica, donde establecieron un reputado negocio de caballos. Además, se dedicó a criar como su propia madre a los dos hijos que él aportó al matrimonio.

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Mientras que Athina seguía convencida de que su vida al margen del jet set era casi perfecta, uno de los asesores de su familia, el griego Alexis Mantheakis, empezó a tener indicios de la mentira. “Hace tres años fui abordado por una encantadora joven, quien me contó que era prostituta y había tenido una relación con Doda. Le pedí más detalles, pero se rehusó, alegando que era muy pronto”, le explicó Mantheakis al diario griego Proto Thema. Solo hasta el año pasado, continuó, la mujer le entregó un dossier de 120 páginas con documentos y certificados, “que creo son la clave del divorcio de Athina”.

Aristóteles Onassis, abuelo de Athina, fue el más rico del mundo en la segunda mitad del siglo XX, pero no pudo ser feliz con el amor de su vida, la prima donna Maria Callas (en la foto), a quien dejó por Jackie Onassis.

Mantheakis cuenta que le dio el material a Onassis, de quien escribió una biografía no autorizada hace algunos años. Al ver las boletas para carreras hípicas, facturas de hoteles y tarjetas de embarque en aviones a nombre de la mujer y pagados por Doda, entre otras pruebas, Athina descubrió horrorizada que su marido la engañó desde los primeros días de su matrimonio y que se llevaba a su amante a donde iba con ella. Incluso, tenía el descaro de camuflarla en la prueba ecuestre que lleva su nombre.

Mientras que Doda le era infiel, Athina se dedicó a criar como su madre a Vivienne, hija de él con Cibele Dorsa, y a Fernando, el hijo de esta que él adoptó

Hace poco se anunció la finalización del divorcio de la pareja y todo parece indicar que, efectivamente, la venganza de su rival le sirvió a Athina para no tener que darle a Doda una buena tajada de su riqueza. El acuerdo prenupcial preveía que en caso de divorcio ella debía pagarle 1 millón de dólares por cada año de matrimonio. Según Greek World Reporter, él también pedía más de 300.000 dólares mensuales de pensión conyugal, utilidades de sus negocios juntos, la custodia de sus carísimos caballos y las propiedades que compraron en los años que estuvieron casados, valoradas en unos 400 millones de dólares.

Athina de niña con Alexis Mantheakis, el asesor de su familia que consiguió las pruebas de la infidelidad de Doda de manos de su propia amante.

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Según la revista Bunte, de Alemania, gracias a la extensa evidencia que los abogados de Athina presentaron en Bélgica sobre el adulterio de Doda, los apoderados de este no tuvieron más remedio que pactar un acuerdo rápido y por una suma mucho menor a la que él pretendía. Ahora, solo falta conocer más detalles de la perfidia del brasileño en un libro que Mantheakis publicará pronto, basado en las confidencias de la prostituta despechada.

Este artículo se publicó originalmente en la edición impresa de la revista Jet-Set. Lo reproducimos con su amable autorización.