Realeza
Las verdades a medias de Meghan: funcionarios de palacio afirman que la duquesa sí tuvo apoyo.
Según oficiales del palacio de Buckingham la duquesa tuvo a los mejores asesores a su llegada. Una de ella fue Samantha Cohen, exsecretaria privada de la propia reina Isabel
A medida que pasan los días más y más información se filtra del palacio de Buckingham para controvertir lo que dijo Meghan acerca del trato discriminatorio recibió en la familia real. Una de los argumentos que ella esgrimió ante Oprah fue que llegó a esa institución sin saber nada de la realeza británica y fue dejada a la deriva para defenderse sola.
Ayer, funcionarios del palacio dijeron que eso no era cierto e incluso afirmaron que a ella le dieron un grupo de los más avezados asesores de Isabel II como mentores luego del compromiso de la pareja. Además de eso, se le habría ofrecido que escogieron su propio grupo de 15 personas como parte del cuerpo de funcionarios que la asistiría. Todo ellos, asegúra, eran talentosos, leales y muy preparados para ayudarle en todo lo que necesitara.
A pesar de eso, Meghan le dijo a Oprah en la explosiva entrevista del domingo pasado que “a diferencia de lo que uno ve en las películas, aquí no hubo una clase para aprender cómo hablar, o cómo cruzar las piernas o cómo ser princesa”, dijo. Y añadió que nunca hubo nada de ese entrenamiento que sí podría existir para otros miembros de la familia. “Eso fue algo que nunca me ofrecieron”.
Los funcionarios quedaron atónitos ante esto pues consideran que es una generalización muy grande. “Había un equipo brillante y con experiencia para ayudarlos. Tristemente, ni ella ni Harry estaban dispuestos a escucharlos. Y esa es la verdad”, revelaron al Daily Mail.
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La prueba más grande de que el palacio de Buckingham quería que ella estuviese a gusto y por eso la propia reina Isabel fue quien persuadió a una de sus más antiguas colaboradoras: su secretaria privada Samantha Cohen, quien precisamente iba a retirarse después de 20 años a su lado lado. La reina le pidió que se quedara trabajando con la pareja de novios y fue así como se convirtió en su primera secretaria privada. Sus funciones eran muy parecidas a las de un jefe de gabinete: manejar la agenda privada y la pública de los Sussex.
Pero ayer se supo que uno de sus más importantes misiones era, además, ayudar a Meghan a navegar la complicada vida en palacio y colaborarle en todos los detalles de la boda así como prepararla para ser miembro activo de la realeza. Su trabajo, por lo tanto, incluía sesiones de tutoría sobre toda la etiqueta y el protocolo de una princesa.
No obstante, cuando Oprah le preguntó si alguien la preparó, Meghan respondió: “Lo siento, pero (el tema) llegó a cosas como el Himno Nacional. A nadie se le ocurrió decir: ‘Oh, eres americana, probablemente no te lo sabes’”. Enseguida reveló que pasó noches enteras buscando en Google sus letras para aprenderlo así como las de 30 himnos más para la iglesia porque “no quería avergonzarlos. Todo esto es televisado. Hacíamos el entranamiento detrás de cámaras porque quería que se sintieran orgullosos”.
Cohen, una Australiana y madre de tres hijos fue la mejor apuesta por que era conocedora de todas las cosas de la realeza y podría ser la ayuda más segura posible por haber sido la secretaria privada de la Reina y su asesora más importante. Además era mucho más moderna en su concepción de la realeza que otros asesores que podrían haber chocado con Meghan, una mujer de ideas progresistas.
Aun así, Meghan le dijo a Oprah que aunque la soberana de inglaterra se habia portado muy bien con ella, no habia recibido ninguna guia de cómo comportarse. Aun más, contó que el día en que la conoció en el Royal Logdge, la casa del príncipe Andrés en Windsor, fue Fergie su exesposa quien le enseñó cómo hacer la venia. Ella no tenía la más minima idea de que le tocaba hacerla aunque el encuentro fuera privado.
Harry estuvo siempre apoyando a su esposa en todos los comentarios al decir que parte de la decisión de salir de la familia real fue la falta de apoyo y la falta de entendimiento sobre sus papeles y sus deberes.
Pero varios días despues muchos de los funcionarios han salido a decir que nada de eso es completamente cierto. Nadie duda de que Meghan sintió todo eso que relató. Los funcionarios son conscientes de que para cualquier extraño a la familia es difícil acoplarse en un santiamén a todo el protocolo, y en ese sentido rcconocen el dolor que pudo sentir la duquesa en esos primeros momentos al sumergirse en ese mundo tan rápido. “Pero por eso el grupo se organizó así”, dijeron fuentes de palacio al diario The Daily Mail.
Esto muestra que a pesar de que algunos alegan que el palacio de Buckingham no aprendió ninguna lección con el caso de Diana, los funcionarios dicen que ellos si querian que la vida de Harry y Meghan allí fuera exitosa y que en todo momento procuraron que ella se sintiera bien. El problema fue que encontraron en la pareja oídos sordos. “Harry desconfiaba de toda la institución y Meghan no estaba interesada en saber nada”, reporta el diario inglés.
Es posible que ella tuviera otras expectativas, como lo han dicho cometaristas de la monarquia. Ella probablemente pensó que heredaba el puesto de Diana en la familia real y no tuvo en cuenta que en realidad se casaba con Harry, el “spare” o comodín y que en ese sentido estaba asumiendo el papel Fergie.