COCINA
Maido se lleva el máximo honor y la cocina latinoamericana vuelve a brillar en la capital
Por segundo año consecutivo ‘Latin America’s 50 Best Restaurants’ tuvo lugar a los 2.600 metros, en el centro de convenciones Ágora. Maido repitió primer lugar y la madre e hijo a cargo de Nicos (CDMX) dejaron un mensaje eterno.
No es un secreto que Bogotá se ha ido posicionando en el mapa de la cocina latinoamericana por la calidad y espíritu aventurero en sus restaurantes y la variedad de su oferta. Curiosamente, también se posiciona por congregar a la camada más talentosa de chefs y de gestores de restaurantes de la vasta Latinoamérica por segundo año consecutivo. Los galardones a lo mejor de la cocina latinoamericana, Latin America’s 50 Best Restaurants, se volvieron a entregar a 2.600 metros de altura y, por segundo año consecutivo, Maido (Lima) se llevó el primer lugar.
Su chef Mitsuharu ‘Micha’ Tsumura recibió el galardón. Agradeció a todos en su restaurante por el trabajo fantástico que hacen. Recordó a Raquel Rosemberg, gestora gastronómica argentina que murió hace semanas y que en vida sumó sus esfuerzos para que hoy pudiera suceder una celebración así... Para que hoy, como recalcó Tsumura, se sienta una ola de eventos que reúnen y fortalecen la amistad que ya han cultivado a través de estos encuentros y también cocinando juntos cuando se les presenta la oportunidad.
Mitsuharu ‘Micha’ Tsumura recibió el galardón y su restaurante Maido fue para los jueces, una vez más, el mejor de la región.
La noche estuvo marcada por el interesante contraste entre la etiqueta de alta sociedad local y la sazón auténtica que los chefs imprimen a su escena. Una camada diversa, que desde sus recetas y atavíos pasa de lo pulido a lo rocambolesco y a lo legendario. Todos, de distintas generaciones, unidos por la manera en la que cocinar ha forjado sus vidas, protagonizaron la noche. Aplausos y reconocimiento entre ellos mismos fueron una consigna. Seguramente la fiesta posterior fue un mar de emociones.
Durante la ceremonia, por más que la anfitriona Claudia Bahamón trató de promover una noche de solo festejos, también hubo lugar para muestras de resistencia y ejemplo. Cuando los anunciaron como el restaurante 7 de la lista, los chefs de A CASA DO PORCO, de San Pablo, Brasil, expusieron un diciente cartel: “DIGA NO AL FASCISMO”.
Y en el punto más emotivo de la noche, cuando recibieron el reconocimiento a toda una carrera, Elena Lugo y su hijo Gerardo Vázquez Lugo, del restaurante mexicano Nicos, dieron una bella lección de humildad. “Jamás buscamos un premio, ni revolucionar la gastronomía. Buscamos mantener la cocina tradicional, la que había en el hogar, la que teníamos en casa”, dijo Elena Lugo, que lleva 67 años a cargo. Reivindicó su propia decisión de enfrentar los estereotipos de su época, “apliqué a ser esposa, compañera, empresaria, cocinera, madre, cosa que conlleva un montón de especialidades. Que lo digan las mujeres que, como yo, tienen que ser ‘todólogas’. Estudiantes de la universidad de la vida”. En seis décadas vio crecer a sus hijos y al panorama de su ciudad mutar, pero no cambió de rumbo. Casi rompe en llanto al recordar a los que se fueron y agradecerle a los que siguen. Clientes, amigos… una gran familia.
Su hijo se sumó hace 23 años. Anotó que lo más asombroso de vivir esa vida es la pluralidad de personas que conoce. Destacó que agradece incluso a quienes les dijeron que no podrían estar en un escenario así jamás, y luego lanzó la verdad incontestable: “Cocinar es un acto de amor que celebra la vida. Hoy se trata de poder estar aquí y dar las gracias. La cocina une, es hora creer en nosotros mismo y ser libres, es lo que nos hermana”.
Elena Lugo, de Nicos, dejó el discurso más hermoso de la noche. Lo forjó en seis décadas de experiencia. Foto: Latin America’s 50 Best Restaurants 2018, sponsored by S.Pellegrino & Acqua Panna, October 2018.
A nivel general tampoco es sorpresa quién dominó, pues Perú es ese hermano latinoamericano que ha logrado ponerse por su propio mérito en el mapa mundial. Una vez más barrió con los primeros lugares con tres restaurantes en el top 10: Astrid y Gastón en el 8, Central en el 2 y Maido en el tope. De cerca la siguen Buenos Aires, San Pablo y Ciudad de México. También hubo lugar para Río de Janeiro, ciudades intermedias como Curitiba, Guadalajara y capitales emergentes en esta escena como Santiago, que se llevó el nuevo premio a ‘Restaurante sostenible’ con Boragó.
El premio a la mejor chef se quedó en manos de Pía León, una estupenda chef de 31 años que desde la cocina de Central, en Lima junto con su esposo Virgilio Martínez, se elevó y ahora en su nueva aventura, Kjolle, sigue a la vanguardia. Un verdadero sello en el mapa.
Colombia hizo presencia con cuatro de los mejores 50. La entrada 23, Harry Sasson, la 21 (y el debutante más alto en la lista), El Chato, la entrada 15 con la propuesta de Villanos en Bermudas, y por último, en el lugar 10 y declarado el mejor restaurante del país, Leo. Leonor Espinosa había ganado el premio a la mejor chef mujer de la región en 2017 y cuando se anunció su nombre la sala se estremeció. Subió con su hija Laura a recibir el reconocimiento.
Hubo cóctel de bienvenida amenizado por Curupira y con amplia generosidad de los patrocinadores del evento en términos de alcohol y bocados. Estos estuvieron a la altura pues, en efecto, provocaron reacción de placer y curiosidad. A la experiencia de comer pocas se comparan. Para la fraternidad en eterna expansión de chefs que desde esta parte del mundo rompen los moldes de lo establecido o lo exaltan, el reto es mantener al público fascinado.
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