Monarquía española
Letizia de España: los escándalos de infidelidades, amoríos y abortos que tienen en jaque a la reina
La reina Letizia no vive sus mejores días desde que un periodista reveló, en un polémico libro, una supuesta infidelidad cuando ya estaba casada con Felipe VI. Pero está lejos de ser lo más escandaloso: la otrora presentadora también se involucró con un famoso cantante mexicano y pasó por varios abortos.
El 22 de mayo de 2004, millones de personas en todo el mundo siguieron de cerca una de las bodas más comentadas de la realeza europea: la del entonces príncipe de Asturias con Letizia Ortiz Rocasolano, una joven periodista y presentadora, nieta de un taxista y divorciada, que cada noche llegaba a los hogares españoles a través del Telediario.
La historia parecía sacada de una clásica película romántica: la pareja se había conocido durante una cena organizada por un amigo en común en 2002. Esa noche, el futuro rey quedó impresionado con la bella reportera, para entonces separada del que había sido su primer esposo, el escritor Alonso Guerrero. Desde esa cena, Letizia y Felipe se hicieron amigos, hubo un gusto mutuo y no pasaría mucho tiempo antes de que la chispa inicial se transformara en amor.
Durante un año mantuvieron su relación en secreto. Nadie sabía del romance entre el príncipe y la presentadora. El viernes 31 de octubre de 2003, Letizia cerraba su noticiero ante los televidentes, como de costumbre, dando las buenas noches y deseando que sintonizaran el programa el lunes siguiente. Pero, pocas horas después, el 3 de noviembre, España despertó entre vientos de escándalo real con la noticia del compromiso: Letizia Ortiz nunca regresó al Telediario. Fue el final de su carrera como periodista y el comienzo de su nueva vida como royal.
La historia de amor –con tintes de cuento de hadas– eclipsó a los españoles. Muchos de ellos celebraban que una plebeya, de clase trabajadora y divorciada, comenzara a transitar el camino para convertirse en reina de España, algo inédito hasta ese momento.
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Ese 22 de mayo, más de mil invitados asistieron al sonado matrimonio real en la catedral Almudena de Madrid, pese al desacuerdo de los reyes Juan Carlos y Sofía, que temían que al palacio de la Zarzuela “llegara una Lady Di”, como el padre de Felipe confesaría luego.
El periodista Jaime Peñafiel conoció de cerca la historia. Ha dedicado buena parte de su carrera a seguir los pasos de la monarquía y, desde el momento en que se anunció el compromiso entre el ahora rey Felipe VI y la reportera, intuyó que esa relación que miles veían con ojos bondadosos en realidad no cuadraba del todo.
Pasaron más de dos décadas para que sus sospechas tuvieran sentido. Peñafiel, cuya larga enemistad con Ortiz Rocasolano ha sido pública, es el autor de Letizia y yo, un libro que desde su lanzamiento, el pasado 21 de noviembre, ha sido un éxito en ventas y que desveló un pasado poco halagador de Letizia, quien —según Peñafiel— no se casó en 2004 tan enamorada como muchos creyeron.
En estas páginas, Peñafiel recoge, entre otras voces, el testimonio de Jaime del Burgo, un abogado que confesó sostener una relación amorosa con la reina desde 2002, justo por la época en la que ella se conoció con el príncipe de Asturias. Romance que en un principio parecía pasajero, pues de hecho la reina hasta hacía poco había tenido una relación pública con otro periodista, David Tejera.
La relación, según el relato de Del Burgo, se habría mantenido hasta 2004, año de la boda real, y terminó solo dos días antes de que el mundo asistiera en vivo y en directo a una de las bodas más emotivas de la historia de la corona española.
Una ruptura con tintes dramáticos: Del Burgo –dolido por la decisión de Letizia– se casó, despechado, con Telma Ortiz, hermana de la reina.
Pero la llama del amor entre la esposa de Felipe de Borbón y su deslenguado amante nunca se apagó: según relata Peñafiel, el apasionado romance se encendió de nuevo en 2013. Desde entonces, la pareja –siendo cuñados– se las ingeniaba para verse a escondidas, al parecer en el hotel Fairmont Juan Carlos I, que –vaya paradoja– le debe su nombre al suegro de Letizia. Un año más tarde, el príncipe se convirtió en rey y en 2016 Del Burgo se divorció de Telma.
Del Burgo, incluso, publicó a comienzos de diciembre una serie de mensajes en X en los que reiteraba todo lo que le había narrado a Peñafiel. Entre esos comentarios, que fueron borrados posteriormente, se encontraba una foto que la reina le habría enviado durante uno de sus dos embarazos con un texto cariñoso y comprometedor: “Amor. Llevo tu pashmina. Es como sentirte a mi lado. Me cuida. Me protege. Cuento las horas para volver a vernos. Amarte. Salir de aquí. Tuya”.
Una historia que tiene escandalizada a España, pues la reina no solo habría traicionado al monarca, sino a su propia hermana. Es más, según Peñafiel, en una segunda etapa de la relación, la reina estuvo a un paso del divorcio y planeaba vivir con Del Burgo en Nueva York.
En su libro, Peñafiel pone los focos sobre otros secretos del pasado personal de Letizia Ortiz y también otros amoríos, uno de ellos con el vocalista de la banda mexicana Maná, Fher Olvera, durante un periodo en el que la periodista ejerció el oficio en el diario Siglo XXI de Jalisco.
Pero más escandaloso aún es que, según Peñafiel, la reina se habría practicado un aborto poco después de conocer a Felipe. “Letizia no solo tenía novio, el periodista David Tejera, sino que estaba embarazada de este. Pero cuando vio, aquella misma noche, el interés del príncipe hacia su persona, decidió interrumpir el embarazo diez días después, en la clínica Dator de Madrid. Fuentes de todo crédito me informaron que se trataba de la segunda vez que recurría a un aborto. La primera, cuando solo tenía 19 años”, cuenta Peñafiel.
Felipe, asegura el periodista, solo se entera del asunto días antes de la boda. “Si esto lo sabe mi madre, la boda es inviable”, le contestó el entonces príncipe a Letizia, de acuerdo con el relato de Peñafiel, “pues ella misma se lo cuenta a un primo suyo, David Rocasolano, a quien le encargó, de paso, que desaparezca el expediente que sobre su aborto debe estar en la clínica”, dice el escritor.
El silencio, hasta ahora, de la Casa Real de España, no ha hecho más que atizar la hoguera del escándalo en España, donde los programas del corazón no han cesado de hablar del tema. Incluso, hasta ha trascendido fronteras: el largo desliz de la reina ha sido portada de The Times de Londres, así como de otros medios como The Daily Telegraph.
El rey también ha guardado silencio. A la toma de posesión de la presidencia del argentino Javier Milei acudió en solitario, sin Letizia, lo que no pasó desapercibido por la prensa.
Jaime Peñafiel confiesa que solo ha publicado una mínima parte de lo que sabe y ha escuchado de Del Burgo: “Valgo más por lo que callo que por lo que cuento”.