Lina Tejeiro recordó su infancia y compartió un reflexivo mensaje a sus seguidores

La controvertida y espontánea actriz Lina Tejeiro ha sido noticia recientemente debido a las confesiones que hizo públicas en sus más recientes videos compartidos a través de su canal de YouTube, en las que se le aguó el ojo más de una vez al hablar de diferentes temas.

Entre los diversos momentos por los que pasó al ser entrevistada por su mánager, Claudia Patricia Serrato, hablaron de su infancia, de los primeros pinitos que dio en su carrera antes de llegar a ser quien es hoy en día, lo que le dolió, lo que no ha sanado y también recordó a varios personajes con gran amor como sus abuelos, sus hermanos, sus amigos, entre otros.

Luego de haber publicado la entrevista, que se dividió en cuatro partes de 25 minutos aproximadamente, confesó mediante las historias de Instagram que había estado llorando mucho, pero de alegría y gratitud con sus seguidores por todo el amor que estaba recibiendo de ellos en comentarios y mensajes a través de las diferentes redes sociales por las que lee a sus fanáticos.

Sin embargo, Lina llamó la atención de los internautas, porque compartió un reel con algunas fotografías de cuando era pequeña y añadió un emotivo mensaje que decía: “A veces me juzgo con tanta rabia, que olvido que también la estoy juzgando a ella”.

El corto publicado es un fragmento de la primera parte de la entrevista en el que Serrato le pregunta a la actriz qué le diría a esa niña que era ella, viéndose al espejo, cuestionamiento al que Tejeiro respondió que le diría que “sueñe, que siga soñando, que nunca deje de soñar”.

En cierta parte, a la actriz se le alcanzó a quebrar la voz porque su mánager le pidió que hiciera memoria y recordara, entre otras cosas, cuál había sido el momento más difícil o que la había marcado; también, qué soñaba ser de grande y ella dijo que jugaba con su hermano a actuar. En lo corrido del video, Claudia destacó el histrionismo de la actriz, y añadió que nunca nadie se había quejado porque ella llegara sin aprenderse los libretos.

Además, Lina contó su “pilatuna”, al asustar a su “Tata” (como llamaba a su abuelita) y a su abuelito, diciéndoles que se iba a lanzar desde el segundo piso y su abuelita le gritaba: ¡No, Lina! ¡Lina, no! ¡No! Entre risas trajo a colación la anécdota y mencionó que había tirado un vestido y con ello logró que sus abuelos se angustiaran todavía más. Por ese hecho, la habían castigado, dijo.

En la última parte de la entrevista (la # 4) su mánager utilizó una dinámica que gustó mucho, pues en un sobre había fotografías de diferentes personajes que habían sido importantes para ella, o que habían causado algún tipo de impacto –bien sea negativo o positivo– en ella.

La primera imagen era la de Greeicy Rendón y al dirigirle algunas palabras se le hizo lo que comúnmente se llama “nudo en la garganta” y dijo que ella era una gran maestra en su vida, porque sembró una semilla de amor propio, le agradecía el haber dejado de ser envidiosa porque le decía: “Todas tenemos magia. Todas somos diferentes. No te compares. Eres única. En ella encontré un refugio donde me sentía en paz”.

Y entre otras cosas que destacó, dijo que había entendido el verdadero valor de la amistad y a respetar los espacios. De igual manera, dijo que amaba a sus hermanos, aunque no se lo decía con frecuencia y recordó lo vivido con ellos, al igual que destacó el valor de sus padres, sin recriminarles nada, sino agradeciendo todo lo que habían hecho por ella y sus hermanos.