Los castillos de Fergie

En sus memorias, Susan Barrantes demuestra que su hija Sarah Ferguson es mucho menos plebeya de lo que se había creído hasta ahora.

22 de noviembre de 1993

CUANDO EL PRINcipe Andrés de Inglaterra anunció su matrimonio con Sarah Ferguson, la noticia cayó como un baldado de agua fría. El apuesto joven llevaba al altar a una pelirroja desconocida. "Fergie" era para los medios de comunicacion la hija del profesor de polo del príncipe Carlos, quien, como en los cuentos de hadas, había logrado pescar a un príncipe azul.
Pero ahora todo indica que Sarah Ferguson no es tan plebeya como el mundo piensa. La "ex" de Andrés proviene de una aristocrática familia irlandesa, con el abolengo suficiente para aspirar a la mano de un príncipe. Eso es al menos lo que se desprende de las memorias de Susan Barrantes, la madre de Sarah, recientemente publicadas por las revistas Hola, de España, y Hello, de Estados Unidos. En ellas no solo se defiende de todo lo que la prensa ha escrito, sino que muestra el linaje de su familia. "Deseo contar mi versión para acabar con las injustas apreciaciones que se hacen sobre mí, sobre Sarah y sobre mi familia", dice la señora Barrantes, y gasta ríos de tinta tratando de aclarar el escándalo en que se se vio envuelta en la década de los 70, cuando abandonó a su marido de casi 20 años, Ronald Ferguson, por el famoso polista argentino Héctor Barrantes.
Sin embargo, independientemente de sus líos sentimentales lo que más llama la atención es su intento por mostrar que su hija Sarah es una cenicienta. Si no Sarah, al menos su madre si se crió en un castillo. Ella recuerda así su llegada a Dublín después de la Segunda Guerra Mundial. "Cuando descendimos del barco, con mis padres, lord y lady Powerscout, nos esperaban ds coches de caballos que lucían cascabeles en los arreos y sonaban a nuestro paso. En el castillo nos esperaba el mayordomo con todos los sirvientes, que llevaban una librea verde". Según la Barrantes, en su árbol genealógico hay miembros de la realeza europea. "Uno de mis tíos era un conocido príncipe ruso, quien llegó a ser rey de Georgia. Su nombre era Michael Imertinkski, quien se casó con la hermana mayor de mi padre". Pero el linaje no se lo dio solamente su tio político. La familia de su madre tiene un blasón que demuestra su noble origen. "El escudo de armas tiene un águila con las alas extendidas, mirando al sol y dos caballos alados, con el lema "fieles a Dios". Y el de mi brillante padre, Fits-Herbert Wright, tiene un unicornio", dice.
Más que los escudos, la prueba fehaciente de su abolengo es el hermoso castillo de los abuelos irlandeses de "Fergie": el castillo de County Wicklow, considerado uno de los más preciosos del mundo. Esta soberbia construcción fue escenario de las películas Enrique V, Camelot y Excalibur, y su valor como joya arquitectónica sobrepasa en belleza y elegancia a los de la familia real inglesa.
Aunque el ex esposo de la Barrantes, Ronald Ferguson, no sale muy bien librado en las declaraciones de la madre de Sarah, ella aclara también que no es ningún aventurero arribista. Los genealogistas ingleses señalan que es nieto de un lord y primo de la princesa Alicia, duquesa de Gloucester, tía de la reina Isabel, lo que en pocas palabras pone a "Fergie" como descendiente del rey Carlos Il de Inglaterra. Y como su condición de profesor de polo del príncipe Carlos dejó la impresión de que llegó a emparentar con la realeza por su trabajo en los establos, su ex esposa quiso dejar en claro que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.