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Mamá de famoso deportista reveló su historia; trabaja en Crepes & Waffles y fue víctima de desplazamiento
Se trata de la progenitora de Jaime Echenique, reconocido basquetbolista colombiano, quien vivió complejos momentos en su vida antes de llegar a la NBA.
Jaime Echenique se convirtió en una de las grandes promesas deportivas del país, luego de ser el primer colombiano en jugar en la NBA, la competencia más importante en la industria del básquetbol. Su talento, esfuerzo y dedicación lo llevaron a brillar por unos días en el equipo Washington Wizards, donde integró las filas en un juego contra Cleveland Cavaliers.
En su regreso a los Capital City Go-Go, el barranquillero marcó huella en el país y logró destacar por su participación en la máxima competencia de este deporte. Poco a poco avanzó y llamó la atención de miles de seguidores, quienes recuerdan su habilidad en las canchas y las experiencias que recopiló.
Sin embargo, solamente algunas personas conocen a profundidad la verdadera historia de vida del deportista, quien atravesó momentos complejos y difícil de la mano de sus padres. Ambos progenitores lucharon contra situaciones complicadas y tuvieron que hacer muchos sacrificios para salir adelante en Colombia.
Recientemente, Jaime Echenique fue el protagonista del programa Se dice de mí, de Caracol Televisión, donde aprovechó para contar sobre su vida, su familia y los inicios en el básquetbol, viajando desde Barranquilla a Estados Unidos, donde reside en la actualidad. El barranquillero, de 25 años, no dudó en revivir su infancia y el esfuerzo que hicieron sus papás para darle un giro a su realidad por complejas situaciones.
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De acuerdo con lo que mencionó el talento colombiano, su madre trabaja en una famosa cadena de restaurantes desde hace varios años, donde logró tomar estabilidad y enfocarse en la crianza de su hijo. Por su parte, su progenitor hacía parte de una empresa de transporte público en su ciudad natal, por lo que poco podía compartir con él.
“Me crié solo porque mi papá trabajaba en una empresa de transporte público en Barranquilla y mi mamá en Crepes & Waffles, entonces ambos estaban bastantes horas por fuera (…) Incluso, un 24 de diciembre estaba jugando en la casa de un vecino porque ellos estaban ocupados trabajando. En ese lapso me metía en problemas, era muy inquieto, fui el dolor de cabeza de mis vecinos”, dijo el basquetbolista en el diálogo.
En la conversación, Jaime reveló que su mamá, Lidis Salinas, fue víctima del desplazamiento por la violencia y tuvo que enfrentarse a momentos angustiantes, donde dejó su tierra y todas sus raíces. En su nuevo comienzo, la progenitora del jugador entró a trabajar a la cadena de restaurantes, por lo que no pudo dedicarle mucho tiempo.
La colombiana aseguró que le hubiera encantado vivir más cosas con su hijo, pero las condiciones la llevaban a trabajar para poderle pagar el estudio y los recursos que necesitaba para crecer día a día.
“Yo fui desplazada por la violencia en mi pueblo. Llegué a Barranquilla y allí conocí al papá. Cuando nació mi hijo fue una emoción grandísima, demasiado grande… o sea, yo lo veía, con todo ese dolor que me quedó cuando lo tuve, pero su padre no podía creer que fuera tan grande. Incluso los médicos le hicieron exámenes de todo por su tamaño”, relató Salinas frente a las cámaras.
“Lo que más me duele es que nunca lo pude acompañar en sus partidos ni en su colegio, nunca. Primero que todo por mi trabajo. Yo le decía: ‘Papi, yo quiero que tengas algo bien claro, yo no te he podido acompañar, pero hoy en día tienes todo’. A él nunca le faltó nada, siempre tuvo todo, sus uniformes, su merienda, por eso trabajaba”, mencionó Lidis.
La mujer comentó que en muchas ocasiones le tocaba trasnochar y asistir a eventos, por lo que su hijo la esperaba despierto hasta que ella llegara y le diera las buenas noches. Entre lágrimas mencionó lo difícil que fue lidiar con el trajín de los días y la ausencia en los acontecimientos de Echenique.
“Llegaba muy tarde por cuestiones de eventos o si nos tocaba un inventario llegábamos dos o tres de la mañana y él me esperaba siempre, era el que me abría la puerta siempre”, agregó la trabajadora, enfatizando en lo complejo que fue este tiempo y lo que Jaime pasó de pequeño.
La madre del deportista también afirmó que sufrió mucho cuando él viajó y emprendió un camino lejos de ella, por lo que lloraba desconsolada en sus horas laborales. Lidis Salinas relató que su jefa le llamó la atención y le aseguró que Jaime Echenique sería un gran basquetbolista, por lo que tenía que estar tranquila.
“Yo lloraba todos los días y mi jefa me regañaba (…) Estoy muy orgullosa porque valió la pena todo el sacrificio, pese a que a mí me dio miedo mandarlo solo a Estados Unidos, pero él siguió su sueño”, agregó a sus declaraciones, puntualizando en que ahora espera que su primogénito cumpla todas las metas que se propuso.