Realeza
¿Meghan Markle se lanzará a la política?
La revelación de que la actriz y su esposo, Harry de Inglaterra, se reunieron con el gobernador de California, tiene expectantes a los fans sobre un posible futuro de ella en el poder público, pero con los pelos de punta a la familia real de Gran Bretaña.
El asunto parecía dormido, pero se volvió a reavivar porque el tabloide The Sun, de Londres, destapó que el príncipe Harry de Inglaterra, duque de Sussex, y su esposa, Meghan Markle, sostuvieron una reunión por videollamada con Gavin Newsom, el gobernador de California.
El encuentro duró una hora y los portavoces del mandatario solo explicaron que se trató de una cita de carácter introductorio o de presentación, al parecer, teniendo en cuenta que la pareja fijó su residencia en el estado en 2020.
Sin embargo, son pocos los que se niegan a creer que no hubo una motivación política, dado que la conversación se dio dos semanas antes de la turbulenta elección en la que el entonces presidente Donald Trump se enfrentó a Joe Biden, a la postre el vencedor.
Newson, quien gobierna una de las diez primeras economías del mundo, es un político carismático, visto por muchos como un futuro fuerte aspirante a ocupar la Casa Blanca, y he ahí otra razón para los que afirman que el acercamiento de los duques de Sussex fue mucho más que un gesto de cortesía.
Empero, más que el gobernador, son los propios duques los que se han encargado de alimentar los rumores.
Desde antes de su boda con Harry, Meghan se destacó como activista, en especial como feminista. Así mismo, abogó contra el racismo y trabajó por el empoderamiento de las mujeres de su raza.
Durante los días del Megxit, como se llamó al retiro de ella y su marido como miembros en funciones de la familia real, el año pasado, una fuente cercana a la duquesa le comentó a Vanity Fair que ella estaba considerando seriamente lanzarse a la presidencia y que por eso no había renunciado a su nacionalidad estadounidense cuando se casó con Harry hace algo más de dos años. El encuentro con el gobernador Newsom, sería un paso para ir abonando el terreno con miras a esa eventual carrera.
En momentos más recientes, específicamente durante la campaña electoral, dio mucho de qué hablar una declaración conjunta de la pareja, que fue vista como una clara manifestación en contra de Donald Trump y en favor de su contendor.
Invitados por Time 100, los duques grabaron un video en que Harry expresó: “Como nos acercamos a noviembre (fecha de los comicios), es vital que rechacemos las manifestaciones de odio, la desinformación y la negatividad en línea”.
Por su parte, Meghan afirmó que “cada cuatro años nos dicen lo mismo, que esta es la elección más importante de nuestras vidas. Pero esta sí que lo es. Cuando votamos, nuestros valores se ponen en acción y nuestras voces son oídas”.
Hasta ahí todo sonaría muy sentido y lleno de significados, pero existe un problema y es que, por una larga tradición, los miembros de la familia real son neutrales en política, porque ello garantiza su papel mediador en los países a que pertenecen.
Se podría alegar que para ese momento ellos ya no eran integrantes activos de la casa real, pero resulta que cuando pactaron los términos de esa salida con la reina Isabel, no solo se comprometieron a seguir reflejando los valores de la monarca, sino además a no intervenir en política.
En su edición dominical, The Times, el principal periódico del Reino Unido, declaró que “el sentimiento es que esto ha sido una violación del acuerdo con su majestad”.
Otras fuentes de palacio aseguraron que los duques cruzaron una línea que nunca debieron franquear y avergonzaron a la reina al meterla en un problema. “Si él hubiera sido reelegido y vuelto de visita como presidente, ¿qué se supone que habría dicho la reina al respecto de que su nieto hizo campaña contra él?”, manifestó un allegado a la corte.
Lo cierto es que las relaciones entre el derrotado Trump y Meghan nunca han sido las mejores. Primero, ella manifestó su desagrado por él, quen la llamó “asquerosa”. Y cuando supo lo que había dicho en el video para Time 100 comentó que no era su admirador y que le deseaba suerte a Harry porque la iba a necesitar.
A pesar de la insistencia en que Markle tiene aspiraciones de llegar al poder, otros informantes que la conocen desmienten esta versión y más bien afirman que tanto ella como su esposo están enfocados en su contrato de producción de contenidos para Netflix, la publicación de libros autobiográficos, su fundación de caridad y su trabajo como oradores, por el cual se dice que cobrarán sumas de más de seis cifras. En últimas, todo muy calcado al modo de Barack y Michelle Obama, sus grandes amigos desde hace tiempo.