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Microsoft habría decidido en 2020 que Bill Gates debía dejar su junta directiva por una relación con una empleada
El magnate recientemente anunció el final de su matrimonio con Melinda Gates.
Miembros de la junta directiva de Microsoft decidieron en 2020 que Bill Gates debía retirarse del órgano mientras se adelantaba una investigación por una relación sentimental que sostuvo el magnate con una empleada de la organización, la cual fue calificada como “inapropiada”, según el Wall Street Journal.
De acuerdo con el medio estadounidense, la organización contrató a un equipo de abogados para llevar a cabo las pesquisas, luego de que una ingeniera manifestara en una carta que tuvo una relación con el multimillonario y en la que compartió detalles sobre esta.
“Los miembros de la junta de Microsoft se enteraron a finales de 2019 de la carta de la ingeniera, que exigía cambios y también compartió detalles de su relación con Gates”, indicó el medio.
Durante la investigación, algunos miembros de la junta consideraron que no era “adecuado” que Gates permaneciera en ella. “En diciembre de 2019, antes del final de la investigación, Gates fue reelegido miembro del directorio de Microsoft en la reunión anual de accionistas. A los miembros de la junta les preocupaba que la relación de Gates con la mujer hubiera sido inapropiada y no querían un miembro asociado con esta situación a raíz del movimiento #MeToo”, subrayó.
“Gates renunció antes de que se completara la investigación”, agregó el WSJ.
Un portavoz de la compañía de software reconoció que recibió el informe de la empleada y contrató a “un bufete de abogados externo para realizar una investigación exhaustiva”.
Por su parte, un vocero de Gates manifestó al medio que el magnate sostuvo una “aventura” con la empleada hace casi 20 años, que “terminó de manera amistosa”.
Señaló, además, que la decisión de retirarse de la junta “no estuvo relacionada de ninguna manera con este asunto”. “De hecho, había expresado interés en dedicar más tiempo a la filantropía”, sostuvo.
Gates renunció a la junta directiva de Microsoft en marzo de 2020, solo tres meses después de haber sido reelegido en una reunión de accionistas. El multimillonario manifestó entonces que quería centrarse en sus labores filantrópicas y que continuaría sirviendo como asesor de la directora ejecutiva, Satya Nadella.
Divorcio
Bill Gates y y su esposa Melinda, creadores de una gigantesca fundación que combate la pobreza y las enfermedades, anunciaron el pasado 3 de mayo su divorcio después de 27 años de casados.
“Tras mucho pensar y mucho trabajo en nuestra relación, hemos tomado la decisión de finalizar nuestro matrimonio”, dijeron en un comunicado conjunto publicado en Twitter.
La pareja, una de las más adineradas del mundo -su fortuna es estimada en unos 130.000 millones de dólares- anunció que seguirá trabajando junta en la Fundación Bill y Melinda Gates, creada hace más de dos décadas para combatir la pobreza, las enfermedades y la desigualdad en el planeta.
Pero “ya no creemos que podamos crecer juntos como pareja en esta próxima etapa de nuestras vidas”, indicaron los Gates, que tienen tres hijos, sin explicar las razones de su separación.
Bill Gates, de 65 años, es actualmente el cuarto hombre más rico del mundo, según Forbes, detrás de otros dos estadounidenses, Jeff Bezos y Elon Musk, y del francés Bernard Arnault.
Creó sus primeros programas de software en el garaje de sus padres antes de cofundar Microsoft. Conoció a Melinda, hoy de 56 años, cuando era una joven empleada de Microsoft en 1987, año en el que se graduó como licenciada en informática.
Se casaron en 1994 y a lo largo de los años ambos se distanciaron de la informática -Bill Gates dejó la empresa en 2014- para consagrarse a tiempo completo a la filantropía. Ambos residen en Seattle, en el estado de Washington (oeste), donde también está la sede de Microsoft.
Uno de los objetivos de la fundación es erradicar la poliomelitis y la malaria.
También invierten en educación inicial, especialmente para niñas, y han destinado más de 1.000 millones de dólares a combatir la pandemia de la covid-19, contribuyendo al mecanismo Covax, la iniciativa mundial que organiza la compra de vacunas para 92 países pobres del mundo y decenas de otros países.