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Miss Universo: la nicaragüense Sheynnis Palacios se convirtió en símbolo de un “país silenciado por la dictadura de Ortega”
Este jueves, el Gobierno le negó la entrada al país a la presidenta de Miss Nicaragua, en represalia por apoyar las protestas de 2018.
Como en muchos países de Latinoamérica, fervientes seguidores de los reinados de belleza, los nicaragüenses siguieron con emoción la velada de coronación de Miss Universo del pasado sábado, que se realizó en El Salvador. Pero, pocos en realidad creían que Sheynnis Palacios Cornejo, su candidata a ese popular concurso, se convirtiera en la más bella del planeta. Nunca en la historia de ese país había sucedido.
Inesperadamente, la representante de esta pequeña nación centroamericana –de cerca de siete millones de habitantes y acosada por la dictadura de Daniel Ortega desde 2007– se impuso ante más de 70 candidatas y conquistó el título. Una vez se conoció la noticia, y sin importar las férreas restricciones que en materia de orden público tiene el país, la gente se volcó masivamente a las calles para celebrar.
En un acto de espontaneidad, las calles de Nicaragua se llenaron de gente que celebró el triunfo de Palacios. “El pueblo celebró el triunfo, como ha celebrado cada momento feliz de nuestra historia, que ha tocado el sentimiento nacional y movilizado al pueblo por amor a Nicaragua”, asegura Luis Enrique Mejía Godoy, cantautor y poeta nicaragüense exiliado en Costa Rica.
Nada pudo hacer el régimen de Ortega para contener la alegría popular, que sus opositores interpretaron, mejor, como una manifestación contra el Gobierno. Palacios se convirtió en símbolo de un “país silenciado por la dictadura de Ortega”, se leyó en varios comentarios a través de las redes sociales.
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Por primera vez desde 2018, cuando Nicaragua vivió una serie de sangrientas manifestaciones, la bandera nacional azul y blanco se volvió a ondear masivamente en sus calles, donde el régimen de Ortega ha prohibido precisamente las manifestaciones públicas.
La socióloga Elvira Cuadra explica a la cadena DW que el título de Miss Universo 2023 ha adquirido connotaciones políticas: “El evento le permite a la gente dentro del país expresar su sentido de pertenencia y orgullo, y sacar a la calle los símbolos patrios prohibidos por el Gobierno”.
Un amigo nicaragüense me escribe…
— Laura Chinchilla M. (@Laura_Ch) November 19, 2023
“… anoche el régimen no pudo impedir que por primera vez en mucho tiempo la gente cantara en las calles el himno nacional, sacaran la perseguida bandera de #Nicaragua, y que tocaran las campanas de las iglesias…Un momento de felicidad entre… pic.twitter.com/WFd3uXJa4v
Además, dice, un segmento de la población se “identifica plenamente” con Sheynnis Palacios “porque proviene de un estrato socioeconómico de bajos ingresos, es una persona trabajadora, que ha alcanzado sus metas con mucho esfuerzo personal y de su familia”.
Prohíben ingreso de directora de Miss Nicaragua
Sin embargo, Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, le prohibieron la entrada al país a la directora de Miss Nicaragua, Karen Celebertti, cuando se disponía a regresar junto a su hija procedente de México, luego del triunfo de Sheynnis Palacios como Miss Universo 2023.
Celebertti, representante en el país de la franquicia Miss Universo desde 2001, fue retenida el jueves en la noche en el aeropuerto internacional Augusto C. Sandino de Managua y devuelta en un avión a México.
La Dirección de Migración y Extranjería le impidió ingresar al país, junto con su hija, cuando ambas regresaban a Nicaragua después de participar en actividades relacionadas con el certamen de Miss Universo, de acuerdo con la plataforma digital Mosaico CSI.
La aerolínea mexicana AeroMéxico no les informó vía correo electrónico sobre esa decisión, como ha ocurrido con decenas de nicaragüenses desde abril de 2018 cuando estallaron unas manifestaciones contra el gobierno de Ortega, según informa el medio.
Tanto Celebertti como la franquicia de Miss Nicaragua no se han pronunciado sobre esa prohibición de ingresar al país. Tampoco lo ha hecho el gobierno de Ortega.
Celebertti formó parte de la delegación de nicaragüenses y de la franquicia que viajó a El Salvador para respaldar el sábado pasado a Miss Nicaragua, Sheynnis Palacios, quien resultó elegida como la mujer más bella del universo.
De acuerdo con varios opositores de Ortega, cuando la nueva Miss Universo agradeció su corona, pareció pronunciarse en su discurso contra el régimen, pues dedicó el triunfo “a las niñas de todo el mundo”, y agregó: “Quiero decirles a todos los nicaragüenses que me están viendo, lo logramos, hicimos historia (...) mi país va a cambiar y “Se van a abrir muchas puertas”.
En opinión de Elvira Cuadra, directora del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica, el Gobierno ve a Sheynnis como una “adversaria”, pues participó en las protestas de 2018.