¿Mito o realidad? la ciencia responde si los polos opuestos se atraen

El mundo de las relaciones es tan complejo como intenso, inesperado y volátil. Los sentimientos entre dos personas pueden llegar a ser incontrolables, desafiantes, apasionantes y muy fuertes. Esto depende de los vínculos que existan entre ellos.

Si se pudiese entender el amor romántico algo tan propio y único para cada persona, se puede recurrir a la ciencia y a los estudios que han intentado definirlo y estudiarlo. De acuerdo con la investigación titulada “Sobre el mito del amor romántico. amores cinematográficos y educación”, este define este sentimiento como:

“El ‘amor romántico’ como lo conocemos es histórico y heredero del amor cortés, el amor burgués y el victoriano; se consolida en la dependencia entre hombres y mujeres, encontrando justificación en esa supuesta necesidad de complementación psicológica entre estos”.

“De aceptación y asunción de concepción diferencial y complementaria de hombres y mujeres (definición del yo y del grupo al que pertenezco a través de la negación de unos atributos del otro) nacen los estereotipos, roles y mandatos de género cuya visibilidad en la sociedad y productos culturales, no hace más que reproducir estos esquemas desiguales en un círculo vicioso”.

Ahora, enamorarse es el primer paso, después viene el amor y la forma en la que cuida y mantiene con el paso del tiempo y el cambio inevitable de las personas. Hay diversas formas de entender el romance y este fuerte sentimiento.

Pero en el primer paso, en ese momento cuando se conoce a alguien que llama la atención por diversos motivos, aparece una frase que hay quienes han cumplido y es “los opuestos se atraen”. Esta quiere decir que entre más diferentes sean más se van a querer juntar.

La ciencia responde si los polos opuestos se atraen

¿Mito o realidad?, bueno, parece que es la primera opción, pues un estudio de la Universidad de Colorado en Boulder, titulado “Correlaciones de rasgos en parejas humanas” que fue publicado en la revista Nature Human Behavior y se encargó de ponerle punto final a esta creencia de que los opuestos se atraen.

La mencionada investigación encontró que las personas buscan a otros similares, en lugar de diferentes. Encontraron que el 82 y el 89 % de las parejas comparten más similitudes que las famosas diferencias. Esto va desde el consumo de sustancias hasta inclinaciones políticas. Los únicos que buscaban las diferencias fueron el 3%.

El estudio explica que “las personas tienden a formar asociaciones con otras personas similares a ellas. Un nuevo metanálisis examina las correlaciones entre parejas de apareamiento humanos y encuentra correlaciones en casi todos los rasgos estudiados. La educación, las actitudes sociales y el uso de sustancias mostraron las correlaciones más altas. Los tamaños del efecto difirieron entre los estudios, lo que sugiere una posible contingencia cultural”.

“La investigación social y biológica ha demostrado que las parejas coinciden en una multitud de rasgos relacionados con las actitudes, la educación y la salud. Este patrón de asociación no aleatoria, denominado “acoplamiento selectivo”, ha recibido considerable atención en la investigación, ya que puede moldear las características de la población”, asevera el estudio.