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Se salvó dos veces de morir: la historia de Erwin Tumiri, el sobreviviente de la tragedia del Chapecoense

El técnico en aviación sobrevivió al accidente de avión en que viajaba el equipo brasilero, ocurrido en Colombia, y a la caída de un bus a un precipicio de 150 metros de profundidad. Algunos lo llaman “el hombre milagro”.

12 de marzo de 2021
MINI ERWIN
MINI ERWIN | Foto: MINI ERWIN

“¿Otra vez estoy pasando esto? “, esa es la pregunta que se hacía, en medio del percance, Erwin Tumiri, la persona que ha sufrido dos accidentes trágicos y ha sobrevivido para contarlos. Este personaje fue uno de seis sobrevivientes del accidente del vuelo del Chapecoense en el que murieron 71 personas. Él, milagrosamente, solo sufrió heridas leves. Y como si ese no fuera el suceso más trágico de su vida, hace poco tiempo, el bus en el que viajaba cayó más de 150 metros al salirse de una carretera en Bolivia. Erwin se le escapó a la muerte dos veces.

El 28 de noviembre de 2016 un avión se estrelló en tierra colombiana. Entre los pasajeros se encontraba el equipo de fútbol brasileño Chapecoense, que estaba en camino para jugar la final de la Copa Sudamericana 2016 frente a Atlético Nacional. En el nefasto accidente 71 personas fallecieron y solo seis sobrevivieron, entre ellos Erwin, quien se desempeñaba como técnico de aviación.

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De manera sorprendente, a sus 30 años, volvió a estar inmerso en otro siniestro. Esta vez fue en un accidente de autobús que se registró hace poco más de una semana, en una carretera entre Cochabamba y Santa Cruz, Bolivia. El vehículo cayó por un precipicio de unos 150 metros de profundidad, dejando 21 muertos y 30 heridos.

“Cuando salí ya del bus apenas salí como que a gatas, un poco como dormido. Como que quería dormirme pero quería estar despierto a la vez y así. El golpe fuerte que recibí en mi cabeza, el chichón, ya está bajándose. Y cuando salí del bus me senté y, medio somnoliento, me preguntaba ¿otra vez estoy pasando esto? ¿Otra vez estoy pasando esto?”, narra Tumiri para SEMANA.

Podría tratarse de suerte, un milagro o cosas del destino. Lo cierto es que ha logrado librarse de la muerte un par de veces. El afirma que: “Me considero tal vez muy bendecido por papá Dios en estas dos oportunidades. Siempre me he encomendado, siempre he dicho que he dejado mi vida en las manos de Dios, así que solo él sabe en que me momento me va a llevar o hasta cuando voy a estar acá, entonces todo eso se lo dejo en sus manos”.

Él también le atribuye su supervivencia al hecho de “reaccionar por lógica, mantener la calma y estar tranquilo, sin alterarse”. “No todas las personas somos iguales y yo doy gracias a Dios porque en ese tipo de situación él me pone una tranquilidad, es como si me dijeran ‘todo va estar bien’. Porque un entrenamiento lo podemos tener todos, pero cuando realmente pasan esas cosas, a veces la persona más fuerte es la más débil o viceversa”, comenta Erwin.

El “hombre milagro” como lo llaman en Bolivia y en algunos medios, es el menor de sus hermanos, cuida a su madre y da su vida por ella. “Lo que más me cambió es el valor de la gente que yo quiero, a mis amigos, a mi familia, en especial a mi mamá, yo a ella la valoro mucho desde ese accidente. De hecho, ahorita me da miedo de que se me vaya, entonces quiero aprovechar al 100% con ella”, dijo.

Su vida dio un cambio radical, a partir de la primera experiencia le dio mucho valor a su vida cristiana y siguió colaborándole a la gente que necesitaba de su ayuda. Iba a barrios pobres, ayudaba a la gente en el campo y sacaba enseñanzas a partir de sus experiencias. “Ayudar también en la vida espiritual, con el testimonio que yo tengo. Bueno ahora que tengo dos testimonios ya que contar planeo ir por el mundo y predicar el evangelio”.

En esencia, Erwin, sigue siendo el mismo, vive en Cochabamba, Bolivia, sigue vinculado en asuntos de aviación, trabaja con la Dirección General de la Aeronáutica Bolivariana, y planea terminar uno de sus sueños, el curso de piloto comercial.

A Colombia no ha vuelto desde su accidente con el Chapecoense en 2016, pero quiere volver para el aniversario de la tragedia. “Colombia me trae muy buenos recuerdos, ya el año pasado tenía que estar allá, pero por eso de la pandemia tuvimos que suspender los viajes. De hecho, desde que pasó el accidente nunca fui otra vez allá. Quiero volver a ir, espero que este año se pueda, el 28 de noviembre o esa semana estar allá”, afirma.

Este personaje hace buena alusión a su apodo de “hombre milagro”, no es para menos, ha sobrevivido a dos accidentes en los que murieron 92 personas. Por ahora, él sigue con su fe intacta, aspirando a vivir muchos años más.